Este es el lobby que negociará la ley de vivienda con el Gobierno
Constituyen una confederación del sector de los API para elevar propuestas al Gobierno sobre la futura regulación de la intermediación inmobiliaria
Este 30 de julio se reunirá por primera vez la junta de la Confederación Nacional de Agentes y Empresas inmobiliarias (CNAEI). Su objetivo es influir en la nueva ley de la vivienda que prepara el gobierno de Pedro Sánchez en lo que compete a la actividad de los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) y las agencias.
El promotor de este lobby es Gerard Duelo, el directivo que, sin duda, acumula más cargos en este sector: preside el Consejo General de Colegios Oficiales de API de España, el consejo general de colegios de Cataluña, el colegio de Barcelona –que dobla en afiliados al de Madrid– y la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña (AIC), que es la entidad con más socios del sector de la intermediación inmobiliaria. También presidirá la nueva confederación.
Además, Duelo está detrás de otras organizaciones. Incluso de Fadei, la gran patronal de las agencias españolas, integrada a la CEOE, que preside Montserrat Junyent en representación de la Asociación Mediterránea de Empresarios Inmobiliarios (Amei), la cual está bajo el control del propio Duelo. En realidad, Junyent preside la patronal por delegación.
Duelo afirma que, como presidente del consejo general de los colegios de API de España, se basta para elevar propuestas al Gobierno sobre la regularización del sector, pero que prefirió ampliar los apoyos. Recuerda que en el sector coexisten los profesionales con título oficial y empresarios que no poseen titulación específica aunque todos se dedican a la intermediación inmobiliaria.
Indica que el presidente Pedro Sánchez y el ministro José Luis Ábalos, así como altos responsables del Ministerio de Fomento, le animaron a presentar propuestas sobre la futura ley de vivienda por lo que respecta a la regulación de los API y agencias inmobiliarias.
Con este objetivo, contactó con la mayor parte de las 125 organizaciones españolas dde este sector. Asegura que la inmensa mayoría aceptaron su propuesta, aunque en la mesa de CNAEI, la nueva confederación, solo estarán representantes de las principales federaciones: Fadei, FAI, NAPI, Fasapi y del consejo general de colegios de API de España.
“Una voz común”
La confederación no tendrá sede social ni empleados. Duelo la define como una “mesa de diálogo” para consensuar “una voz común” sobre las propuestas que elevarán al Gobierno de cara a las iniciativas legales para regular el sector.
Duelo subraya que la regulación que persiguen no supondría un “privilegio” para los API titulados, ya que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no permitiría volver a este tipo de exclusivas como sucedía antes de la liberalización del sector en el año 2000. Sin embargo, quizás serviría para meter en vereda a los que actúan como agentes con una simple licencia fiscal, “sin estar al día de las leyes y sin seguros de responsabilidad subsidiaria para responder ante un servicio deficiente”. Duelo insiste en que defiende a todo el sector.
Los críticos
Entre los que se oponen a la creación de una gran confederación destaca María José Corrales, que fue presidenta de la patronal AEGI, antecesora de Fadei, y que estuvo en la fundación de esta última. Está al frente de Vivienda2 desde hace 36 años.
Corrales advierte que “las voces únicas terminan convirtiéndose en únicas voces” y que esto “no es nada deseable, ni recomendable ni edificante” en un sector tan diverso como el inmobiliario. Se opone a una confederación que aspire a ser “la voz” de todos. Insiste en que está en contra de las “voces únicas” ya sea en un país o en el mundo de la empresa.
Recuerda que los sectores tienen perfiles muy diversos. En este, “hay profesionales, hay empresarios, distintas figuras con distintos intereses. Me parece importante que se preserve la diversidad”.
Atribuye la creación de la confederación a un intento del colectivo de API de “recuperar el poder” que tenían antes de la liberalización en el año 2000. No es partidaria de una regulación sino de la autorregulación.
Sobre la nueva confederación, indica que es un “yo me lo guiso, yo me lo como” por parte del colectivo de API que lidera Duelo.
En contra también está una parte de los 46 colegios oficiales de ámbito provincial que, pese a formar parte del consejo general de colegios de API de España, no ven nada claro la necesidad de una confederación. El presidente de uno de estos colegios que pidió el anonimato indicó que esta propuesta genera controversia.
Sobre las críticas que ha recibido por sus numerosos cargos institucionales, Duelo avanza que ya ha iniciado la “desescalada”. Asegura que, en dos años, dejará todos los cargos que todavía le queden. Próximamente cederá la presidencia del consejo general de los API de Cataluña al presidente del colegio de Girona. Y lo más probable es que no opte a la presidencia en las elecciones a la AIC del próximo 9 de octubre.