¿Adiós al euríbor? Casi la mitad de hipotecas son a tipo fijo
Las hipotecas a tipo fijo acumulan un 45% de las contrataciones en 2020, lo que genera más dudas en torno a la continuidad del índice principal
El euríbor pierde adeptos entre aquellos que se compran un piso o una casa. Tras la renovación el pasado enero del principal indicador de las hipotecas en España, las continuas oscilaciones experimentadas en los meses de la pandemia de coronavirus han terminado por lastrar la contratación de estos préstamos a tipo variable. Según la Asociación Hipotecaria Española (AHE), un 45% de las nuevas contrataciones en 2020 han sido hipotecas a tipo fijo, una tendencia que se intensifica al alza desde finales del año pasado.
El organismo explica en su último informe que es debido a que estos préstamos tienen «unas ofertas muy competitivas», tras lograr una subida de más de 10 puntos porcentuales respecto al entorno de los últimos meses de 2019 y principios de 2020, de entre el 30% y el 34%.
Según la AHE, la caída de tipos de interés de los últimos meses -el euríbor se situó en el -0,141% en junio tras dos meses de subida por el efecto de la pandemia, «parece lógico pensar» que se mantendrá ese escenario de bajada de tipos durante el resto del año,
Deterioro tras la moratoria de las hipotecas
La AHE revela en su informa que el mercado de préstamos experimentará «algún nivel de deterioro contable, en mayor o meno grado, dependiendo de la intensidad de la reactivación económica». Algo que ocurrirá «una vez concluyan» los periodos previstos para las moratorias del pago hipotecario decretadas por el Gobierno.
En este sentido, el organismo apunta a que es «posible» que las tasas de dudosidad, esto es, calcular qué porcentaje de impagos habrá, estarán influidas por un escenario caracterizado por «una economía afectada por la crisis» y una cartera «que en parte ha sido objeto de moratoria». Por otra parte, la AHE señala que la liberación de los préstamos por parte de las autoridades fiscales ha obligado a la banca a revisar a la baja a los préstamos que estén bajo estas prórrogas.
Esto, a su vez, tendrá incidencia en la rentabilidad de los bancos; un indicador que se verá también lastrado por la reducción de la actividad. No obstante, la AHE indica que la banca española goza de mejor «salud financiera» que en la crisis que comenzó en 2007, por lo que la economía se encuentra «menos apalancada» y reducirá «sustancialmente» los retrasos en los pagos hipotecarios.