Esta es la única razón por la que el casero puede entrar al piso alquilado

El contrato de alquiler otorga derechos al inquilino sobre el piso, ya que este se convierte en su domicilio, garantizando su inviolabilidad

piso alquiler

Pisos de alquiler. Foto: José Oliva / Europa Press

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Cuando alquilas un piso, ese espacio se convierte en tu hogar, y como inquilino, tienes ciertos derechos sobre ese inmueble. La normativa española protege el derecho a la privacidad de los arrendatarios: una vez se firma el contrato, la vivienda se convierte en el domicilio del inquilino, asegurando su inviolabilidad.

Esto quiere decir que el propietario no tiene permitido ingresar al piso alquilado sin que el inquilino consienta la entrada. Esta medida tiene como objetivo garantizar la intimidad y el bienestar de la persona que alquila la vivienda.

Además, los contratos de alquiler contienen cláusulas y condiciones de ambas partes que deben respetarse durante la vida de este acuerdo, como indica la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Sin embargo, hay excepciones en las que el propietario puede entrar a su vivienda.

Cuándo puede el casero entrar al piso alquilado

Si bien la entrada del dueño está restringida, una forma para acceder a la vivienda es si en el contrato de alquiler existen cláusulas explícitas que lo permitan, siempre que se respete la privacidad del arrendatario y no sea abusiva, explica el portal Habitaclia.

De la misma manera, el casero puede ingresar al inmueble para hacer mantenimiento o inspecciones, en tanto informe al inquilino con la debida antelación, excepto en casos donde sea muy urgente. Si el inquilino deniega el permiso, será este el encargado de asumir los costes de reparación y mantenimiento.

Ante situaciones de emergencia graves, como inundaciones o incendios, el propietario tiene derecho a ingresar al piso sin avisar con el fin de salvaguardar la seguridad de las personas y la integridad del edificio.

piso alquilado
El casero puede ingresar al piso para realizar labores de mantenimiento con previo aviso y permiso del inquilino. Foto: Freepik

Otra posibilidad es cuando el contrato de alquiler finaliza y el arrendador inicia un proceso de venta de la vivienda. En este caso, la entrada del dueño y de los posibles compradores es posible si el contrato lo permite.

Por otro lado, si el inquilino incumple el acuerdo, el casero debe recurrir a la justicia para recuperar la vivienda y, si sospecha actividades ilícitas, puede acudir a las autoridades competentes.

¿Qué pasa si el propietario entra sin permiso a la vivienda?

La entrada no autorizada a un piso alquilado por parte del arrendador devendría en consecuencias legales. En caso el inquilino no da su visto bueno o si no hay un motivo legal válido, el casero podría ser denunciado por allanamiento de morada, recogido en el Código Penal (artículo 202).

Las sanciones por este delito, considerado grave, van desde multas económicas significativas hasta penas privativas de libertad, que oscilan entre seis meses y dos años.

Si el juez considera que la entrada se produjo con violencia o intimidación, la condena podría elevarse de uno a cuatro años de cárcel. Esto evidencia la importancia de respetar la privacidad del inquilino y el contrato.

Asimismo, los posibles daños y perjuicios del ingreso del propietario pueden ocasionar que el inquilino solicite una compensación económica, lo que podría tener repercusiones financieras para el casero.

Por ello, con el fin de evitar estos conflictos, es importante que el contrato de arrendamiento contenga las cláusulas claras y con todos los detalles.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta