Un capo en apuros 

Pedro Sánchez es capaz de asegurar una cosa y la contraria en un breve espacio de tiempo

El Número Uno, el Gran Jefe, el Puto Amo. El cabecilla de la banda era conocido con diferentes alias. Todos, sin embargo, aludían a su absoluto control. Había sido implacable con la disidencia interna. Nadie le tosía en la organización. Sus tentáculos fuera de ella eran también extensos.

En defensa de su poder y de sus bulos, decenas de presuntos periodistas y presuntos intelectuales disparaban manifiestos contra auténticos periodistas que blandían la verdad como podían. En las redes sociales, anónimos contratados alababan su belleza con fervor y aplaudían sus opiniones cambiantes con devoción. Sus ministros no gobernaban, simplemente proferían improperios cual sicarios retóricos contra la oposición. 

No obstante, la idolatría subvencionada parece llegar a su fin. ¿La causa? La de siempre: un amor prohibido. El amor por el dinero ajeno. La avaricia sin fin. Su mujer, conocida como la presidenta o la pichona, se creyó impune y actuó con imprudencia. También el fratello abusó de sus conexiones con el poder político.

La suciedad se esparció más allá de la famiglia. Estaban fuera de control. El sottocapo perdió la cabeza por una muchacha. Y el dinero fluyó descaradamente por cauces indebidos. La trama contaminó ministerios y regiones. La conexión caribeña también fue descubierta. Encuentros clandestinos en sitios prohibidos. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una visita a la planta de Mercedes Vitoria, a 25 de marzo de 2024, en Vitoria-Gasteiz, Álava, País Vasco (España). Mercedes Vitoria ha dado a conocer hoy las obras de ampliación, rediseño y adecuación de sus instalaciones para producir el vehículo eléctrico a partir de 2026. El evento de presentación ha contado con una visita a la planta de producción y de una amplia representación de la multinacional alemana. 26 MARZO 2024;ÁLAVA;SÁNCHEZ;PLANTA;MERCEDES Iñaki Berasaluce / Europa Press 22/3/2024
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Iñaki Berasaluce / Europa Press

El capo di tutti capi dice no saber nada de nada, ni de su mujer, ni de su hermano, ni de su mano derecha. ¿Le creen? Pedro es capaz de asegurar una cosa y la contraria en un breve espacio de tiempo. No, ya nadie le cree. Mantiene el poder, pero ha perdido la autoridad. La sociedad ya sabe demasiado. La democracia se ha convertido en un obstáculo para el capo. Matones mediáticos y traficantes de mentiras ya no van tan sincronizados. Algunos han cambiado de bando. Traidores. Ya se ajustarán cuentas. 

Los soldati podrían amotinarse en un próximo encuentro en el que se decidirá si se le renueva la confianza o se busca un nuevo jefe. Una de ellos, valiente o inconsciente, ha llegado a clamar públicamente contra el control de la cosa nostra. La podredumbre es excesiva. No han dejado ni una institución intacta. También han corrompido la universidad con los tejemanejes de la no licenciada con cátedra. Ay, la famiglia. La insana ambición del boss puede frustrarse por la infinita avaricia de su mujer y sus associati

Mantener la organización no es barato. Ni es bonito. Incluso la prensa extranjera empieza a señalar cómo se está desgastando la democracia por culpa de las peligrosas alianzas con antiguos terroristas y golpistas que prometen reincidir. Los delincuentes siempre aprovechan los mismos canales. Todo demasiado turbio.

«El PSOE hizo el sanchismo, y el sanchismo puede deshacer el PSOE»

Sin embargo, los jueces no están suficientemente atemorizados. Y actúan. También aquellos ciudadanos que quieren saber empiezan a saber. Otros miran hacia otro lado. ¿Avergonzados? No crean. Vivir en la mentira es difícil y, al final, algunos no sólo la repiten, también la aceptan, la interiorizan y se la creen. Sin esa cultura corrupta, la organización mafiosa no sobreviviría. 

No obstante, a la organización le acaba de caer una querella por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Todo se sabrá. Ninguna organización mafiosa ha tenido nunca tantos consiglieri como ésta, pero no serán suficientes para tapar lo que ya es evidente.

Los coletazos del sanchismo agónico serán dolorosos. Dispararán a diestro y ultradiestro. Internamente forjarán con amenazas falsas lealtades. Plata o plomo. Cargo o exclusión. El capo está dispuesto a todo para permanecer en el poder, también a llevarse la organización por delante. El PSOE hizo el sanchismo, y el sanchismo puede deshacer el PSOE. 

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