¿Es terrorismo lo que pasó en Cataluña? Sí, terrorismo institucional
Lo que sucedió en Cataluña encaja dentro de la definición de la ONU y con el agravante de que quien lo promovió, organizó y buscó la financiación fue el gobierno catalán
Los Tonton Macoute eran grupos paramilitares que sembraban el terror y en los que se apoyaron la familia Duvalier para mantener el poder en Haití desde 1957 hasta 1986, era una forma de terrorismo institucional promovido desde el poder.
Desde que el PSOE y Junts pactaron incluir los delitos de terrorismo en la ley de amnistía hemos entrado en un debate sobre que es terrorismo y que no lo es y sobre si lo que sucedió en Cataluña en 2017 y 2019 puede catalogarse de terrorismo light como si hubiera terrorismo bueno al igual que hay colesterol que sí asimila bien nuestro organismo.
Según Naciones Unidas el terrorismo es la intimidación o coerción de poblaciones o gobiernos mediante la amenaza o violencia. Esto puede resultar en muertes, lesiones graves o toma de rehenes.
Lo que sucedió en Cataluña encaja dentro de la definición de la ONU y con el agravante de que quien lo promovió, organizó y buscó la financiación fue el gobierno catalán.
“Borrar todos los delitos cometidos por los líderes separatistas dará tiempo a Sánchez para permanecer en Moncloa”
¿Intimidación y coerción mediante amenaza o violencia puede considerarse escrachar a policías alojados en hoteles hasta que deben abandonar el establecimiento por la presión de grupos dirigidos por autoridades locales?
Eso es lo que les paso a los policías y guardia civiles alojados en hoteles y que fueron invitados a irse de los mismos por presión de alcaldes y concejales de Junts, ERC, el PSC y la CUP que organizaban a la gente a la puerta de los hoteles para aterrorizar a los propietarios y que estos invitaran a la policía a marcharse a toda prisa.
¿Toma de rehenes son miles de personas paradas en autopistas durante las huelgas generales convocadas por el gobierno catalán como la del 3 de octubre? ¿No eran rehenes la comitiva judicial que quedo durante horas encerrada dentro de la consejería de economía en la Rambla de Cataluña mientras la ANC y Òmnium llamaban a la gente a manifestarse a las puertas del edificio?
¿Lesiones graves no son las sufridas por los dos policías que nunca más han podido volver a su puesto de trabajo como consecuencia de los impactos por el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes separatistas?
¿Intimidación no es el grupo de CDR asediando al juez Llarena mientras cenaba con su familiar en un restaurante de la Cerdanya?
Nuestro aristotélico presidente del gobierno ha dicho es que “la verdad es la realidad” pero olvida que su realidad, genuflexa ante Puigdemont y Bildu, no tiene por qué ser la realidad del resto de los españoles.
Borrar todos los delitos cometidos por los líderes separatistas dará tiempo a Sánchez para permanecer en Moncloa. Dice Pérez Reverte que Sánchez nos tiene tomada la medida a los españoles y en su análisis, quizás certero, afirma que “Sánchez sabe que el español olvida y solo caerá cuando ya no le quede nada que vender”.
El gran novelista remata su reflexión afirmando que “Puigdemont y el resto, todos trabajan para Sánchez”. Ojalá Reverte tuviera razón porque si fuera así los primeros estafados por Sánchez serían los que hoy parecen los grandes beneficiaros de sus inéditas decisiones: Puigdemont y los bilduetarras.
Pero Reverte también afirma que “Sánchez no tiene moral” y ahí no hay duda de que acierta. Dice el autor del Capitán Alatriste que “lo fascinante de Sánchez no es que como todos los políticos esté dispuesto a vender a su madre sino que vende a la nuestra y nos convence de que ha entregado a la suya” y eso es exactamente lo que está haciendo en Cataluña y Navarra, destruir el marco convivencial, empoderar a los delincuentes y hacernos creer sin pestañear que lejos de justificar al independentismo y avalar su relato está haciendo justo lo contrario.