Sol, tecnología y empleo: la oportunidad de las renovables y los data centers 

El mercado de los centros de datos representa una industria de 6.000 millones de euros en Europa y se espera que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 7% en los próximos cuatro años

Esta semana Microsoft anunciaba la apertura de su primer gran centro de datos en España, con múltiples ubicaciones en la Comunidad de Madrid. Además, la empresa tecnológica también construirá próximamente un campus de datos en Aragón para empresas y entidades públicas europeas. Se estima que las infraestructuras de Inteligencia Artificial (IA) y Cloud en España podrían contribuir a la creación de cerca de 77.000 puestos de trabajo hasta 2030. 

Asimismo, este mismo mes, Amazon anunciaba la ejecución de inversiones por valor de 15.700 millones de euros, también en Aragón, para situar varios centros de datos asociados a una central fotovoltaica para suministrar la fuerte refrigeración que necesitará la infraestructura. Empresas como ICG, Merlin, ACS e Iberdrola también han anunciado inversiones en el sector. 

El mercado de los centros de datos representa una industria de 6.000 millones de euros en Europa y se espera que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 7% en los próximos cuatro años, impulsado por la demanda de los hiperescaladores, el aumento de tráfico de los datos móviles, el desplazamiento de operaciones a la nube y la adopción de la IA. 

Un centro de datos. Foto: Freepik

Los centros de datos consumen alrededor de 200 teravatios por hora (TWh) por año a nivel mundial, de los cuales casi la mitad son directamente atribuibles a tres gigantes tecnológicos: Amazon, Microsoft y Google. Se prevé que su demanda de energía se multiplique por quince, hasta alcanzar el 8% de la demanda eléctrica total proyectada en 2030, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Para el año 2026 los data centers alcanzarían un consumo eléctrico equivalente a la demanda eléctrica total de Japón, la cuarta mayor economía del planeta.   

La presión de los accionistas y las regulaciones relacionadas con la transición energética están impulsando a los proveedores a buscar alternativas de energía limpia para alimentar sus centros de datos. La disponibilidad de estos grandes volúmenes de electricidad a menudo se asegura a través de la suscripción de contratos de compraventa a largo plazo. 

Irlanda, uno de los países líderes del sector, ya ha constatado la necesidad de una red eléctrica robusta al triplicar el uso de electricidad por parte de los centros de datos (el 14% del consumo del país en 2022). Dinamarca prevé que la utilización de energía por parte del sector se triplique para 2025 y que represente aproximadamente un 7% del total. 

Aragón, nuevo enclave tecnológico

España tiene todos los factores clave para la ubicación de centros de datos. El suministro eléctrico y el acceso a fuentes de energía solar fotovoltaica y eólica, junto con las grandes parcelas de suelo disponible, su buena conectividad y la colaboración con las administraciones están convirtiendo a regiones como Aragón en el nuevo enclave tecnológico para el desarrollo de data hubs.   

En términos agregados, Aragón ha instalado entre 2019 y 2023 3.268 MW de energía eólica y 2.245 MW de energía fotovoltaica, lo que supone casi una quinta parte de toda la nueva potencia añadida en España. Cataluña, por ejemplo, con poco más de 159 MW instalados, sólo representa el 0,6%. 

Una red eléctrica estable y con una alta penetración de fuentes renovables facilita la presencia de grandes centros de datos y la consolidación de un ecosistema de empresas tecnológicas intensivas en conocimiento y empleo cualificado. Un ciclo virtuoso que no deberíamos desaprovechar. 

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