Santiago de Compostela, capital de España
Los populares y socialistas gallegos enfrentan desafíos inesperados que complican sus perspectivas electorales, mientras el BNG se perfila como un actor clave en la contienda
A pocas horas de abrir las urnas en Galicia es imposible hacer un pronóstico de quien será el que saldrá peor parado de la noche electoral que hoy vamos a vivir. Tanto el PP como el PSOE se han empeñado en no ganar estas elecciones. Los populares se han enredado en lo de la amnistía que es un tema del que sus electores no quieren ni oír hablar y los socialistas han renunciado a apoyar a su candidato y de forma indisimulada piden el voto para otro partido… el BNG.
Los socialistas se han especializado en embarrar las campañas electorales, en algunos casos sin éxito, como cuando Pablo Iglesias y Marlaska recibieron balas de dudosa procedencia durante la campaña electoral en la que Díaz Ayuso barrio a Pablo Iglesias en abril de 2021, en otros casos con mayor fortuna como en las generales sacando a relucir el espantajo de VOX. En la campaña gallega fracasaron en su primer intento con los pellets, pero es una incertidumbre saber si con lo de la amnistía han hecho diana.
El PSOE no tiene nada que perder … Porque en Galicia no pinta nada. Quizás por eso Félix Bolaños no tuvo reparo en desvelar a cinco días de las elecciones que darán a Junts todo lo que pidan en el articulado de la ley de amnistía con tal de que la legislatura siga adelante. De Bolaños no puede decirse que no vaya de sobrado por la vida, aprovechar la visita a Barcelona como ministro de guardia acompañando al Rey a una entrega de despachos judiciales para anunciar una nueva cesión a Junts en forma de ley a medida es de un nivel máximo de desahogo.
Sin nada que perder Sánchez hoy solo puede ganar. Si su candidata real, la independentista gallega Ana Pontón, puede acceder a la presidencia de la mano del PSdG siguiendo el modelo de lo que el PSOE ha hecho con Bildu en la alcaldía de Pamplona el inquilino de la Moncloa verá avalada su política de pactos y cesiones al separatismo radical. Si no lo logra no pasa nada, en mayo ya vimos como Sánchez sacrificaba, sin pestañear, en el altar de sus intereses a sus barones locales y autonómicos.
Sin nada que perder Sánchez hoy solo puede ganar
Para los socialistas si el resultado les permite alojar al BNG en la Xunta la lectura de la noche electoral será nacional si, por el contrario, el PP retiene la mayoría absoluta la lectura de los resultados que hará Ferraz será de índole local.
Para el PP esta noche es a cara o cruz. Una victoria sin mayoría absoluta expulsaría a los populares del Pazo de Raxoi, sede de la presidencia de la Xunta, y dejaría al Feijóo muy tocado. Para los populares, si los resultados no les acompañan, no hay opción de hacer una lectura local. Feijóo es gallego y se ha implicado al 100% en la campaña, el posible éxito es suyo… y la derrota también.
La única buena noticia previa al recuento de Feijóo es que ninguno de los varones del PP quiere su silla, todos temen a Sánchez, un killer político sin escrúpulos, excepto Díaz Ayuso, pero en el entorno de la presidenta insisten en su lealtad al actual inquilino de Génova 13 y en que “este no es el momento de que la presidenta del salto”.
En definitiva, Galicia no es un antes y un después para el presidente del gobierno, es solo un punto y seguido, pero para Feijóo si es un final de etapa, con victoria, o descalabro.