Sánchez adelanta por la izquierda en raya continua 

Los de la derecha se quedan atrás, haciendo aspavientos y reclamando orden y respeto

Lo dice el eslogan socialista: “Con el PSOE, España adelanta por la izquierda”. Lo malo es que lo hace en raya continua, y ya sabemos el riesgo que entraña eso, no solo para quien comete la ilegal imprudencia, sino también para quien se ve envuelto en la posible colisión.

Porque no se trata solo de que los socialistas hayan decidido quedarse en el Peugeot de Pedro Sánchez, ese en el que viajaban Koldo, Ábalos y Cerdán, estrellados ya con su trama. El problema es que nos meten en el ajo al conjunto de la sociedad española. Seamos sinceros: que hagan con su partido lo que les salga de la urna de detrás de la cortina, pero que nos dejen en paz a los demás. 

Puso mucho empeño el presidente del Gobierno en tratar de convencernos de que no había nada irregular en el proceder de su mujer, Begoña, ni en el de su hermano, ni en el de Ábalos, por lo menos al principio. “Noticias sin fundamento de pseudomedios”, decía, cuando los casos de corrupción comenzaban a asomar. Pero le llamaron a declarar y optó, optaron, también Begoña Gómez, por el silencio. No su hermano, por cierto, a quien alguien aconsejó erróneamente que hablara.

Así que, lejos de colaborar con la justicia para esclarecer cuanto se ha publicado y ahora se investiga, el líder de los socialistas ha decidido poner fin, mediante una proposición de ley con carácter retroactivo, a las acusaciones populares basadas en informaciones periodísticas que han motivado las investigaciones contra su mujer y su hermano. 

Si Belén Esteban es capaz de matar por su hija, Pedro Sánchez es capaz de cargarse el Estado de derecho en nuestro país para someter a jueces y periodistas al criterio de su personalísima persona y salvar así a la “famiglia”, o sea, a él. Porque la familia no se toca, oiga, y menos con acusaciones populares sacadas de recortes de prensa sin fundamento que solo buscan hacer daño. Salvo que sea la del rey y el acusado Iñaki Urdangarín. Entonces se da por bueno el proceder. 

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la reunión de la nueva Ejecutiva del PSOE tras el 41º Congreso Federal. Foto: Eduardo Parra / Europa Press
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la reunión de la nueva Ejecutiva del PSOE tras el 41º Congreso Federal. Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Es lo que tiene adelantar por la izquierda en raya continua, que como no ves venir a nadie de frente, te emocionas y aceleras. Los de la derecha se quedan atrás, haciendo aspavientos y reclamando orden y respeto. Pero los demás, los que disfrutan viendo cómo Sánchez y España se la juegan en cada curva, se frotan las manos con la esperanza de que todo salte por los aires.

Son los que se manifiestan en el País Vasco reclamando la salida de los presos etarras a la calle sin arrepentimiento ni cumplimiento de las condenas pendientes. Un insulto más a las víctimas del terrorismo, que se verán ahora directamente perjudicadas por la “ley Begoña”, ya que no podrán presentarse como acusación popular en muchas causas y asesinatos aún por resolver. 

«En España el poder judicial, a pesar de los ataques que recibe de un tiempo a esta parte, sigue manteniendo su independencia y ejerciendo más allá de las presiones políticas»

Pero eso a Pedro Sánchez le da lo mismo. En su alocada carrera está dispuesto a jugarse el todo por el todo. Eliminar derechos y libertades si es necesario, con tal de garantizarse la continuidad al frente del Gobierno, con tal de seguir ostentando el poder. A imagen y semejanza de lo que ha hecho Nicolás Maduro en Venezuela, saltándose también la raya continua que debería impedir que quien no ha ganado las elecciones acabe siendo investido. 

Afortunadamente, en España el poder judicial, a pesar de los ataques que recibe de un tiempo a esta parte, sigue manteniendo su independencia y ejerciendo más allá de las presiones políticas. Lo acaba de demostrar el juez de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, que ha citado a declarar, el próximo día 29, al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, como sospechoso de haber revelado una información reservada del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Es más, en la misma resolución se precisa que, desde Presidencia del Gobierno, se quiso hacer un uso político del mensaje para perjudicar a una adversaria de manera absolutamente ilegal. 

Parece que un juez espera a Sánchez a la salida de la próxima curva. Y se ha plantado en mitad de la carretera para darle el alto y obligarle a parar. En condiciones normales se le debería detener y retirar el carné al conductor. Pero estamos en un momento en el que todo es posible, incluso que el coche no pare y se lleve al juez por delante. Viajamos dentro de la España que adelanta por la izquierda, con raya continua.