Sin lo que Sánchez considera chiringuitos, Cataluña no hubiera sido jamás “rica i plena”  

Sánchez, abonado a la polarización sin fin, señala ahora a las universidades privadas

Dice el himno de Cataluña que “Catalunya triomfant tornarà a ser rica i plena” (Cataluña triunfante volverá a ser rica y plena”. Tengo mis dudas sobre sí lo que dice la letra del himno regional es viable a día de hoy, pero lo que es seguro es que si Sánchez hubiera gobernado en lugar de Franco, cosa de la que no tengo dudas que le hubiera gustado mucho, hoy Cataluña sería hoy un lugar peor dado que ni el IESE, ni ESADE, jamás se hubieran fundado dado que se les hubiera tachado de chiringuitos debido a que ni tenían, al nacer, 4.500 alumnos ni una residencia universitaria adscrita. Posiblemente, también hubiera cerrado el IQS fundado a inicios del siglo XX.  

El IESE y ESADE nacieron en 1958, el Químico de Sarriá, hoy dentro de la Universidad Ramon Llull, otro chiringuito, según Sánchez, dado que es una universidad privada, data de 1905. Por aquel entonces en España reinaba Alfonso XIII y el gobierno tuvo en un solo año, nada más y nada menos, que tres presidentes: Raimundo Fernández Villaverde, Eugenio Montero y Segismundo Moret.         

Sánchez, abonado a la polarización sin fin, señala ahora a las universidades privadas. Veremos como responden sus socios independentistas, que en el pasado, cuando gobernaban, concedieron el título de Universidad a la Internacional de Cataluña, que antes fue el Fert, a la Ramón Llull o al Abad Oliba, un centro universitario vinculado a la universidad de Barcelona fundado en 1973.    

Hoy Cataluña tiene nueve universidades públicas y trece privadas. Entre las privadas, algunas de ellas, como el Tecnocampus de Mataró han sido impulsadas por gobiernos municipales de su propio partido. Entre las mismísimas filas socialistas la estupefacción es máxima.  

En la fundación, del según Sánchez chiringuito, de ESADE participaron personas del nivel de Ramón Mas Bagá, Francesc Torras o los hermanos Pérez Portabella. En la del IESE el irrepetible Antonio Valero, en la de EADA la familia Vázquez. 

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Decreto contra la universidad privada

Los considerados por Sánchez chiringuitos han hecho de Barcelona un lugar mejor, ESADE e IESE están entre las 10 mejores escuelas de negocios del Mundo y gracias a ellas Barcelona se ha proyectado como una ciudad única para formarse, trabajar y vivir. Los criterios de Sánchez, para frenar iniciativas sociales, como es el impulso de una universidad, solo responden a criterios políticos y algo más que mezquinos, pero sus consecuencias, si se llegará a aprobar el decreto que pretende frenar la creación de universidades privadas, significaría perdida de talento, desplazamiento de inversiones y descapitalización social.  

Hay que esperar que el decreto contra la universidad privada no se apruebe. A Sánchez en realidad la universidad le da igual, su objetivo, que no es otro que tensionar la sociedad y gobernar contra la mitad de la población, ya lo ha logrado. Ahora, más que preocuparse de que el decreto vea la luz, dedica sus esfuerzos en pensar cuál es su próxima fechoría.  

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