El increíble Imanol Pradales y la política vicaria del PNV 

La identidad del candidato del PNV a la lehendakaritza para las inminentes elecciones autonómicas vascas del 21 de abril, tiene demasiados componentes españoles, y concretamente castellanos, como para que su identidad sea solamente vasca, que es de la única que se reclama el propio Imanol Pradales

Imanol Pradales Gil no es creíble como nacionalista vasco. Es un tipo cuyos orígenes están en Burgos, como él mismo ha reconocido: tiene abuelos en Las Merindades, que es la comarca que abarca el norte de Burgos, lindante con Bizkaia y Cantabria, que fue cuna del reino de Castilla y también de la aparición del castellano, cuyos primeros vestigios se encuentran en los cartularios de Valpuesta, que da nombre al valle burgalés del mismo nombre pegado a Álava por Valdegobía.

Su apellido además es topónimo segoviano, ya que Pradales es una pedanía que hasta 2016 daba nombre a todo el municipio sito en esa provincia, pero que, al quedar deshabitada, ha sido sustituida por la denominación de otra de las pedanías del mismo municipio, que mantiene una población estable, que es Carabias, situada junto a la nacional I.

Pradales es, asimismo, un término del castellano antiguo, que se utilizaba en lugar de prados y que aparece singularmente en los libros de caballerías, el género que dominó la literatura española del siglo XVI y que inspiró, como sabemos, a Cervantes, gran aficionado a él, para escribir el Quijote.

Imanol Pedrales. Foto: EFE/Luis Tejido

Quiere decirse, en definitiva, que la identidad del candidato del PNV a la lehendakaritza para las inminentes elecciones autonómicas vascas del 21 de abril, tiene demasiados componentes españoles, y concretamente castellanos, como para que su identidad sea solamente vasca, que es de la única que se reclama el propio Imanol Pradales, apelando al lema del PNV de que la única patria de los vascos es Euskadi. 

Pero que sean sociológicamente como Imanol Pradales y que al mismo tiempo piensen así hay cientos de miles de personas en el País Vasco actual, producto de una aculturación intensiva practicada sobre la inmigración procedente del resto de España por un nacionalismo que dominó las calles por efecto del terror de ETA y que dominó la educación de la mano de un PNV hegemónico en las instituciones desde los inicios mismos del periodo constitucional abierto en 1978.

En el caso de Imanol Pradales tenemos además la prueba de su tesis doctoral, realizada en 2004 y que le habilitó tras cursar el grado de Ciencias Políticas y Sociología. Cuando Pradales defendió su tesis, el País Vasco estaba bajo el gobierno de Juan José Ibarretxe, en el que se presentó un plan que incluía referéndum de autodeterminación, como una especie de procés vasco adelantado, para que Euskadi fuera un estado libre asociado a España, como Puerto Rico lo es a Estados Unidos.

«La identidad del candidato del PNV a la lehendakaritza para las inminentes elecciones autonómicas vascas del 21 de abril tiene demasiados componentes españoles, y concretamente castellanos»

Y es en aquella época cuando el ahora candidato Pradales hizo su tesis sobre el empleo en la Comunidad Autónoma Vasca. No tenía ni 30 años entonces, que es la edad en la que cualquiera manifiesta su ideología de manera más descarnada y sin tapujos y sin las prevenciones que luego dan la edad y los compromisos.

Pues bien, Pradales se manifiesta en esa tesis cien por cien autonomista. Nunca habla en ella de la Euskal Herria que tiene una parte en España y otra en Francia, como haría cualquier nacionalista mínimamente ideologizado. No se refiere ni siquiera a Navarra ni utiliza el término Euskadi. Y, por supuesto, Iparralde, o sea el País Vasco francés, ni se menciona. Y por todas partes se refiere a España, cuando un nacionalista vasco habría dicho siempre Estado español. 

Autonomista y extremadamente moderado

Imanol Pradales Gil es, por tanto, un autonomista convencido. Mucho más que Iñigo Urkullu. Y además es conservador en las formas, extremadamente moderado, capaz de ir con pantalón planchado a raya cuando todos a su alrededor y de su misma edad van con vaqueros.

Entonces, ¿por qué el PNV le ha elegido candidato a lehendakari para las próximas autonómicas vascas? Pues porque en el principal partido vasco han decidido practicar lo que llamo política vicaria, según la cual, sin perder las esencias, salvaguardadas por la cúpula supremacista del partido, presentan un candidato que abarca todo el espectro político vasco no independentista, que en el País Vasco actual se cifra en el 80% de la población.

Es una población vasca total que además presenta un origen procedente de la inmigración en más del 50% de sus habitantes, el mismo de Imanol Pradales Gil, quedando el otro 50% compuesto en sus dos terceras partes por personas con apellidos mixtos, producto del mestizaje secular consecuencia de esa inmigración española al País Vasco que abarcó casi un siglo, entre finales del XIX y finales de los años 70 del XX. Eso es lo verdaderamente decisivo en la elección de Imanol Pradales como candidato del PNV. 

Imanol Pradales Gil no ha conquistado con sus adictos el poder interno de su partido ni ha impuesto su impronta ideológica, logros ambos de Iñigo Urkullu cuando optó al mismo puesto hace doce años. A Imanol Pradales le han elegido y él se ha dejado querer. Con el añadido de que no hay nada, sociológicamente hablando, que diferencie a Imanol Pradales Gil de cualquier candidato que pudiera presentar tanto el PSE como el PP.

El candidato ideal del PNV

Es más, un perfil como el suyo no desentonaría en absoluto en dichos partidos. La diferencia es que Imanol Pradales Gil ha sido formado desde su juventud como un cuadro dirigente del PNV, ha aprendido euskera y tiene un título superior, condiciones de base que en los partidos constitucionalistas no se cuidan tanto para sus cargos. 

En el caso de Imanol Pradales Gil, su autonomismo y su moderación le permiten al PNV, actuando en clave de política vicaria, presentarlo como candidato de amplio espectro. Es política vicaria porque al PNV no le importa en absoluto que Pradales no represente las esencias del partido. Es más, lo prefieren así. Podrían haber elegido cualquier otro candidato, de las varias docenas de candidatos similares a Pradales, incluso mucho más ideologizados que él, con las que cuentan.

Pero le han preferido a él porque con él van a llegar a donde no llegaría ningún otro en nombre del PNV. Como podría ser por ejemplo Pello Otxandiano en EH-Bildu, con un perfil marcadamente nacionalista. Con Pradales el PNV, en cambio, llega a todo el mundo, tanto a los propios, que esos se dan por supuestos, como sobre todo a quienes votan habitualmente al PSE y al PP, que van a ver en Pradales a uno de los suyos pero que optó por el camino más satisfactorio y altamente recompensado que proporciona el nacionalismo en el País Vasco. A cambio, eso sí, de renunciar a su propia identidad de origen.