Por qué Koldo se llama Koldo o el origen corrupto del nacionalismo vasco 

Cuatro investigadores revelan la verdad sobre Luis Arana Goiri, el primer Koldo de la historia, hermano de Sabino Arana. Un matrimonio secreto deja en duda el surgimiento del nacionalismo vasco

El Koldo corrupto que conocemos ahora, ese que gracias a Santos Cerdán y José Luis Ábalos, los últimos secretarios de organización del PSOE, se lucró con contratos fraudulentos en plena pandemia, enfangando en sus actividades a la actual número tres del escalafón institucional del Estado, nada menos, como es Francina Armengol, la actual presidenta del Congreso de los Diputados, y a más gente de la que todo el mundo ya tiene noticia, se llama Koldo porque Sabino Arana, el fundador del nacionalismo vasco, quiso inopinadamente inventarse un nombre pretendidamente eusquérico que sustituyera al español Luis, y lo hizo utilizando la misma raíz que tienen los nombres de Clodoveo o Ludovico.  

Hoy existen en España, según el INE, 1664 Koldos y 499 Koldobikas. Koldo es la apócope de Koldobika, pero no por eso este último ha dejado de existir. La mayoría están en el País Vasco, particularmente en Bizkaia, pero, como ocurre con el resto de nombres de pila eusquéricos y sabinianos (que no siempre coinciden), también están repartidos por el resto de España, en mayor o menor proporción. Y resulta que el primero que se llamó Koldo fue el propio hermano del fundador del nacionalismo vasco, Luis Arana Goiri, que firmaba todos los escritos internos del partido como Koldobika Arana Goiri. Este fue el primer Koldo de la historia en España y ya es casual que haya tenido que salir el pufo de este Koldo García Izaguirre para que podamos recordar a quién fue el primer Koldo y además también, ya es mala casualidad, corrupto de la historia vasca y española. 

¿Y por qué decimos que aquel primer Koldo también fue corrupto? Pues ahora es cuando les tengo que contar lo que hemos descubierto entre cuatro investigadores de la historia del nacionalismo y que va a cambiar por completo la explicación del origen del nacionalismo vasco que teníamos hasta ahora. Se trata de un tema de particular trascendencia por las implicaciones políticas actuales que necesariamente tendrá, a nada, que la gente empiece a conocer la verdadera historia. 

Y se puede decir que, paradójicamente, ha sido una gran suerte que hayamos tenido este caso ahora del Koldo García Izaguirre, porque nos ofrece una ocasión inigualable para sacar a relucir un tema que, de otro modo, se habría quedado limitado a un círculo reducido de especialistas. Así que espero que me disculpen el atrevimiento, pero que a la vez lo comprendan, por lo que supone de darle la vuelta a lo que sabíamos hasta ahora sobre el origen del nacionalismo vasco. 

Todo el mundo considera que el nacionalismo vasco surgió con Sabino Arana y la explicación que este nos da es que su hermano Luis (o sea, Koldo) fue el que le transmitió la idea en una conversación privada de 1882, que es el acontecimiento nimio en el que a la postre se basa la celebración del Aberri Eguna o día de la patria vasca que todos los años se celebra coincidiendo con el Domingo de Resurrección y que este año toca precisamente el próximo 31 de marzo.

Sabino decía que en 1882 su hermano Luis ya era nacionalista. A partir de aquí es cuando intervenimos cuatro historiadores del nacionalismo vasco. El primero es Gorka Pérez de la Peña Oleaga, adicto al nacionalismo, que consigue que le publiquen un libro de factura colosal en cuanto a calidad de papel y fotografías, sobre el Luis Arana Goiri arquitecto. En dicho libro dice que Luis Arana, después de haberse casado con Josefa Alejandra Englada Hernández en Barcelona y de haber tenido un hijo con ella, los envía a los dos, madre e hijo, al pueblo de origen de ella, Urrea de Jalón (Zaragoza) y él se va (estamos en abril de 1893) a Bilbao con su hermano Sabino a fundar el partido nacionalista.

El siguiente historiador es Armando Besga Marroquín, que entonces estaba escribiendo su libro sobre Sabino Arana, recientemente publicado, y que me comentó el dato de que cuando Luis Arana participó de la herencia de su madre doña Pascuala, figuraba como soltero, puesto que de otra manera no habría podido participar en el reparto, como les ocurrió a sus dos hermanas mayores, Lucila y Francisca, que estando casadas quedaron fuera de la herencia. En dicha herencia solo participaron los teóricamente tres hermanos solteros, Luis, Sabino y Paulina. Entonces aquí había algo que no encajaba. Porque el documento de la herencia tiene fecha de 6 de septiembre de 1899.

Entonces entro yo mismo en liza, porque después de publicar muchos artículos y un libro sobre Sabino Arana, empiezo a atar cabos y recurro al cuarto investigador que es Jean-Claude Larronde, también nacionalista o adicto al partido, como Gorka Pérez, y que publicó en 2010, gracias a la Fundación Sabino Arana, la que se considera biografía oficial de Koldo Arana Goiri. Tenía contacto con Jean-Claude, que ya está muy mayor, desde hace años y resulta que este señor me traslada entonces el único documento que no estaba en su biografía del interfecto, de 600 páginas, pero que resulta a la postre fundamental para entender toda la vida y milagros de Koldo Arana Goiri: el certificado de su matrimonio. Y hete aquí que el hermano del fundador del nacionalismo vasco se había casado en realidad el 3 de diciembre de 1898, en secreto, en una parroquia perdida en un pueblo cerca de Vitoria, Foronda, conocido porque allí ha hecho el PNV la mayoría de sus fiestas del partido. 

El hermano del fundador del nacionalismo vasco, se había casado en realidad el 3 de diciembre de 1898, en secreto

La verdad es que todavía me estoy preguntando cómo fue posible que Jean-Claude no incluyera este documento en su biografía y, sobre todo, cómo se le ocurrió enviármelo, puesto que cambia por completo toda la comprensión del origen del nacionalismo vasco. Porque si este movimiento se basó en el racialismo (o supremacismo vasco sobre España) y en la ultraortodoxia religiosa, Koldo Arana, con su actuación, rompió las dos premisas: no se casó hasta pasados cinco años de que tuvo su hijo, infringiendo uno de los sacramentos mayores del catolicismo, como es el del matrimonio, y además lo hizo con una maketa completa, sin ningún apellido vasco, lo que le hubiera supuesto quedar en los márgenes del partido, ya que en los estatutos quedaba bien claro que al socio se le tenían en cuenta, si era casado, los apellidos de su mujer tanto como los suyos propios, como dice el artículo 49: “estas condiciones exigidas se atenderán en ambos consortes, confiriéndosele el grado según las del que las reúna más inferiores”, con lo que está claro, en el lenguaje sabiniano, cuáles eran los apellidos “más inferiores” aquí.

Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos, a la salida de la Audiencia Nacional este jueves. EFE/Sergio Pérez

Koldo Arana no podría haber sido ni siquiera miembro de la junta directiva del nuevo partido, mucho menos vicepresidente, como le nombró su hermano. Es decir, Koldo Arana rompió los dos presupuestos fundamentales del origen del nacionalismo vasco, con lo cual es imposible que le hubiera inculcado a su hermano esa teoría, puesto que él mismo, Luis, nuestro Koldo, la desmentía por completo. ¿Cómo iba a ser posible que Koldo hubiera sido ya nacionalista (es decir, ultracatólico y racista) en 1882 –cuando se supone que le transmitió la idea a su hermano– si en 1893 no tuvo ningún problema en hacerle un hijo fuera del matrimonio a su criada maketa? Aparte lo de la falsificación documental, que lo convierte en el primer Koldo corrupto, por acudir a la suculenta herencia de su madre (en la que entraba por ejemplo la casa que estaba en el solar que hoy ocupa la sede central del PNV en Bilbao) como soltero, es decir, cuando llevaba casi un año casado. 

Lo dicho, el primer Koldo de la historia le deja chiquito a este último Koldo que acabamos de conocer y con unas consecuencias enormes, porque le da la vuelta por completo a lo que sabíamos del origen del nacionalismo vasco hasta ahora. Estamos ante lo que, aplicado a la investigación histórica, es sin duda un descubrimiento de alcance.