El PNV está en deuda con la democracia en Venezuela
Venezuela fue de nuevo una tierra de acogida para muchos nacionalistas y republicanos vascos derrotados en la guerra
El PNV no puede dar la espalda a la Venezuela democrática que tantos lazos históricos ha tenido y tiene con los vascos. Podríamos remontarnos históricamente a la propia creación de la nación, a la figura de Simón Bolívar, descendiente criollo de una familia vasca que, como muchas otras de distintas partes de España, contribuyó a la construcción de un país que ha acogido a lo largo de los siglos a millones de españoles emigrados a aquellas tierras. Allí se forjaron iniciativas comerciales pioneras en su tiempo, como la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, que entre 1728 y 1785 fue la sociedad mercantil más importante de su época. Consiguió desplazar a los holandeses del comercio del cacao venezolano y propició que muchos vascos se instalaran en diferentes zonas de la actual Venezuela.
La última ola de emigración vasca a aquel país se produjo al finalizar la Guerra Civil española. Miles de exiliados se embarcaron hacia el Caribe huyendo de la dictadura y la represión franquista. Venezuela fue de nuevo una tierra de acogida para muchos nacionalistas y republicanos vascos derrotados en la guerra. Desde aquella orilla del Atlántico se miraba con nostalgia hacia este lado anhelando la vuelta de la democracia a nuestro país. Allí han nacido muchos políticos cuyas familias luego regresaron a España. Desde el nacionalista Iñaki Anasagasti, el socialista Txiki Benegas o el popular Gregorio Ordóñez.
La colonia vasca en Venezuela ha sido siempre numerosa y ha estado perfectamente instalada en todas las capas de la sociedad. Deportistas, profesionales liberales y empresarios de éxito que en muchos casos se vieron obligados a salir del país y a tratar de salvar sus haciendas cuando Hugo Chavez llegó al poder al grito de ¡”exprópiese”! Fue entonces cuando muchos descendientes de vascos decidieron instalarse en España para iniciar una nueva vida gracias fundamentalmente a la ayuda de sus familias de origen.
España debe liderar la voz en Europa
Lo que con Hugo Chavez podía parecer un mal sueño, se ha convertido con Nicolás Maduro en una larga pesadilla. Con la ayuda de Cuba, Rusia y otros países de la órbita comunista, el dictador se ha hecho con el control absoluto del país y nos muestra una Venezuela que parece ya irrecuperable para la democracia. La tibieza del Gobierno de Pedro Sánchez, que por razones históricas, culturales y humanitarias debería liderar en Europa la recuperación de la voz del pueblo en ese país, condena con su actitud a un desdichado futuro a todos los venezolanos.
El PNV tiene una deuda con la democracia en Venezuela, pero ha estado incomprensiblemente callado en esta crisis. El apoyo que presta a Pedro Sánchez para que siga en la Moncloa parecía incompatible con darle a la razón al PP en cualquier cuestión. Pero son muchas las voces que han exigido internamente al PNV posicionarse del lado del pueblo venezolano y de la recuperación de su democracia. Por eso sus diputados votarán a favor de la proposición no de ley presentada por el Partido Popular para instar al Gobierno a que reconozca a Edmundo González Urrutia como presidente electo y legítimo de Venezuela.
Por historia, por tradición y por ideología, el PNV no puede compartir ni el planteamiento ni la estrategia que lleva a este Gobierno “progresista” a ser tan condescendiente con la dictadura venezolana. Los suyos no se lo perdonarían. Y en el PNV saben que la diferencia de criterio con Pedro Sánchez es tan abismal que cuanto menos se hable del tema, mejor. Así que el diputado nacionalista Aitor Esteban se ha apresurado a decirle al PP que tendrá su voto, pero que saque la cuestión venezolana de la política nacional. No quieren verse entre la espada y la pared. Pero va a ser difícil. Son muchas las cosas que nos unen políticamente a Venezuela. Y últimamente gracias a Zapatero.