Los peligros de las políticas económicas de Trump: aranceles, inflación y deuda masiva 

La mayor amenaza radica en su irresponsabilidad fiscal y en su capacidad para socavar la independencia de la Reserva Federal

Recientemente, veintitrés economistas galardonados con el Premio Nobel firmaron una carta que subraya los posibles peligros de las políticas económicas de Donald Trump.

Según estos expertos, entre ellos los recién premiados Daron Acemoglu y Simon Johnson, el enfoque del candidato republicano podría tener efectos perjudiciales en varios aspectos de la economía norteamericana, incluyendo la salud económica, las oportunidades de inversión, la sostenibilidad, las oportunidades laborales y la equidad. En contraste, presentaron una visión más favorable de la agenda económica de Kamala Harris. 

Donald Trump
Foto: Europa Press

Aunque seguramente sea prudente mostrar escepticismo con las propuestas económicas de la candidata demócrata, especialmente con su impacto en la deuda pública, coincido en su análisis sobre las amenazas que representan las políticas de Trump para el futuro de la economía global.  

En primer lugar, las deportaciones masivas de inmigrantes dañarán la economía al dificultar la contratación en sectores como la construcción.

Algunas empresas podrían incluso caer en quiebra y cerrar si pierden repentinamente a su fuerza laboral. Entre las investigaciones económicas recientes sobre este asunto, East et al (2023) describieron que un programa de la era Obama que deportó a 400,000 inmigrantes ilegales redujo los salarios y el empleo de los estadounidenses nativos.  

Más aranceles, los peligros de una guerra comercial 

La segunda gran propuesta de Trump en el ámbito económico es aplicar un arancel universal de entre el 10% y el 20% sobre todos los productos importados del extranjero. “Quitando amor y religión, arancel es palabra más hermosa que existe”, declaraba el candidato el mes pasado en un mitin en Carolina del Norte. 

Un arancel es un impuesto que el consumidor ha de pagar al importar un producto extranjero. Como todos los impuestos, el sujeto que está legalmente obligado a abonar un tributo no tiene por qué ser el que realmente cargue con su coste efectivo. Dependerá del poder de negociación de cada parte o, en términos más técnicos, de la elasticidad de la oferta y de la demanda.  

El impacto negativo de los aranceles se puede mitigar hasta cierto punto mediante ajustes en el tipo de cambio. Cuando un país impone aranceles elevados, su moneda tiende a apreciarse debido a la disminución en la demanda de monedas extranjeras. Esto abarata las importaciones, compensando parcialmente los efectos del arancel. 

Sin embargo, en términos generales, los aranceles afectarán negativamente a la manufactura estadounidense al privar a los productores nacionales de insumos intermedios (materiales, piezas, etc.), incrementando así sus costes.

La investigación económica muestra consistentemente que los aranceles elevan los precios para los consumidores. El programa de Trump también podría desencadenar aranceles de represalia sobre exportaciones estadounidenses, perjudicando aún más a las empresas nacionales. 

Aranceles nocivos

En un trabajo reciente, Amiti et al (2019) identificaron que, hasta el momento, la totalidad del incremento de los aranceles estadounidenses a los productos chinos ha sido traspasada en forma de mayores precios a sus propios ciudadanos.

Los exportadores siguen recibiendo hoy lo mismo por producto que antes del rearme arancelario y es el importador quien paga todo el impuesto exterior. Si Trump cumple con su amenaza de multiplicar los aranceles, el destrozo será obviamente muy superior. 

Además, los aranceles nos perjudicarán especialmente a los ciudadanos europeos. La UE es la más beneficiada por el comercio de bienes, con un superávit de 156.000 millones solo en 2023, frente a un déficit en servicios de 104.000 millones.

«Los aranceles afectarán negativamente a la manufactura estadounidense al privar a los productores nacionales de insumos intermedios»

Según estimaciones de la Comisión Europea, el comercio y la inversión transatlánticos mantienen directamente unos 9,4 millones de puestos de trabajo tanto en la UE como en EEUU.

Algunos trabajos estiman que, en el peor de los casos, un arancel del 10% podría hacer decrecer el PIB alemán hasta un 1,6%, mientras que el impacto en la economía española, sería considerablemente inferior, del 0,5% (IW, 2024). 

El comercio nos induce a especializarnos en aquello en lo que somos relativamente mejores, y por ende, nos vuelve interdependientes. Una guerra comercial a gran escala es un expolio para los importadores a corto plazo y una forma de destruir las cadenas de producción globales a largo plazo. 

El programa de Trump: un camino hacia la irresponsabilidad fiscal 

Los recortes de impuestos propuestos por Trump representan aún una amenaza incluso mayor que los aranceles o las deportaciones. La magnitud de estos recortes, sin reducciones correspondientes en el gasto, es muy significativa.

El Penn Wharton Budget Model proyecta que la agenda política de Harris aumentaría la deuda actual en $1.2 mil millones en diez años. En contraste, los recortes de impuestos de Trump incrementarían la deuda en $5.8 mil millones para 2035.  

Este nivel de acumulación de deuda es alarmante. Indica que la política estadounidense actualmente no puede producir presupuestos equilibrados incluso en una economía próspera. Las promesas de Trump son particularmente extravagantes, haciendo de Harris el menor de los males en términos de responsabilidad fiscal. 

Influir en la FED

Una elevada deuda gubernamental podría conducir a un colapso hiperinflacionario. Los enormes déficits de Trump exacerbarían la prima de riesgo del gobierno. La única forma de sostener tal nivel de endeudamiento es reducir las tasas de interés, pero es la Reserva Federal (FED) quien controla su fijación. Trump ha manifestado abiertamente su deseo de influir en las decisiones de la FED, indicando una disposición a socavar su independencia

Las tasas de interés bajas podrían disminuir el coste fiscal inmediato de la deuda de Trump, pero si empresarios e inversores perciben que la FED ya no es independiente, podría desencadenarse una espiral inflacionaria impulsada por expectativas crecientes de inflación. 

En resumen, aunque las políticas económicas de Harris no están exentas de riesgos, el enfoque de Trump presenta un gran peligro, ya no solo para la calidad institucional, la salud de la democracia liberal o la geopolítica internacional, sino para la economía global.

Sus políticas podrían causar daños económicos a través de deportaciones masivas y aranceles, pero la mayor amenaza radica en su irresponsabilidad fiscal y en su capacidad para socavar la independencia de la Reserva Federal. Estas acciones podrían situar a los Estados Unidos en una peligrosa senda hacia la hiperinflación y la inestabilidad económica. 

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