En 2018, Pedro Sánchez echó en cara a Mariano Rajoy que prorrogara los presupuestos, ante las dificultades de éste para conseguir el apoyo de otras fuerzas parlamentarias a las cuentas. Prorrogar los presupuestos, es prorrogar los problemas de los españoles, vino a decirle.
También le advirtió de que un Gobierno que no consigue aprobar los presupuestos debe convocar elecciones anticipadas o presentarse a una moción de confianza. En 2024, el Gobierno no sólo se dispone a prorrogar los presupuestos del 2023.
Por supuesto, no parece dispuesto a someterse a una moción de confianza ni a disolver las Cortes. Por no hacer no va ni a someterlos a la consideración de los diputados, para evitarse una posible derrota.