¡Felices vigilias!
Hay tres cosas seguras, mañana Sánchez volverá, no será su última bravuconada y su afán por conservar el poder nos permite concluir que lo peor para nuestro país aún está por llegar
Estamos a 24 horas que termine nuestra angustia, llevamos 4 días huérfanos de liderazgo, la incógnita nos consume. ¿Nos dejará Sánchez por amor al igual que Eduardo VIII renuncio al trono británico por Wallis Simpson? Nada apunta a que eso vaya a suceder.
Quizás el presidente, en suspenso temporal del ejercicio del cargo, cuatro días después de su carta haya llegado a la conclusión que se ha pasado de frenada y ahora este pensando cómo sacarle provecho al lío que ha montado.
Sin duda su autoestima saldrá fortalecida por las toneladas de almidón que le cubren a esta hora y amenazan con asfixiarle, pero de eso Sánchez no iba necesitado.
Las hipótesis de su falsa espantada son conocidas: ataque de orgullo, defensa preventiva ante nuevas noticias sobre su esposa, datos salidos de Pegasus como venganza de Israel -la tesis más increíble – o estrategia electoral cara a las elecciones catalanas y europeas.
La respuesta más posible es una mezcla de todo lo anterior a la vez, pero lo que es cierto es que nada será igual tras este vacío gubernamental. En su despedida, Rajoy dijo que gracias a su esposa, Viri, muchas veces se llevó los problemas de la oficina a casa, pero jamás los problemas de casa a la oficina.
En el caso de Sánchez, siguiendo la estela de Pablo Iglesias, ha sido al contrario. Pero eso no importa, la clave es qué podría haber sucedido, incluso qué puede suceder aún hasta el lunes y qué pasará a partir de entonces.
El grado de irresponsabilidad, inmadurez y demostración de que Sánchez no es una persona habilitada para ser presidente se hubiera puesto de reflejo de forma evidente si entre el miércoles y el lunes hubiera sucedido algo excepcional que hubiera requerido de un liderazgo claro.
¿Qué hubiera pasado si en España se comete un atentado durante los días que Sánchez se ha borrado del ejercicio de sus responsabilidades? ¿Y si hubiera habido una crisis con Marruecos? ¿Y si Rusia hubiera bombardeado algún país de la UE? ¿Y si Puigdemont hubiera pisado España? ¿De verdad nuestro presidente, a tiempo parcial, hubiera seguido de vacaciones?
Balduino, rey de Bélgica, abdicó por un día para no firmar la ley del aborto. Lo suyo fue más breve y con los motivos expuestos con claridad. Sánchez no puede volver como si tal cosa. ¿Qué hará a continuación?
Las hipótesis de su falsa espantada son conocidas: ataque de orgullo, defensa preventiva ante nuevas noticias sobre su esposa, datos salidos de Pegasus
Muchos analistas indican que su falsa dimisión es el paso previo a una ofensiva contra el poder judicial y la prensa no afín. Polonia y Hungría han sufrido sanciones de la UE por su deriva totalitaria. España, si Sánchez se abraza al populismo bolivariano no será menos.
El ausente presidente del gobierno ha conseguido crear una aurea de personaje mítico que siempre logra sus objetivos, pero debería ser consciente qué a cada pasada de frenada, a cada carcajada en el congreso, a cada abucheo en la calle, a cada recepción al Rey con las manos en los bolsillos, a cada cesión a los independentistas, pierde algo de su sobrevalorada audacia para ser percibido poco a poco como un ser arrogante, displicente y chulesco.
Hay tres cosas seguras, mañana Sánchez volverá, no será su última bravuconada y su afán por conservar el poder nos permite concluir que lo peor para nuestro país aún está por llegar.