Otra narración es posible
Los partidos que han dado su apoyo a la investidura de Salvador Illa creen que la agenda social y la mejora de la financiación de Cataluña son prioritarias
Salvador Illa, presidente número 133 de la Generalitat de Cataluña, ha logrado su objetivo de iniciar el camino para pasar página, dejar atrás el procés en Cataluña, y conseguir generar el máximo consenso en la sociedad catalana. Los que consideran que su gobierno nace mermado por el hecho de necesitar una compleja aritmética parlamentaria para poder impulsar sus políticas tienen razón, pues su agenda política va a ser la suma del programa del PSC y de los acuerdos firmados con los Comunes y ERC.
Sin embargo, todos los partidos que han dado su apoyo a la investidura de Salvador Illa, ERC, Comunes y PSC, lo han hecho porque coinciden en la interpretación política basada en entender que los ciudadanos necesitan mejorar sus condiciones de vida y que Cataluña necesita un nuevo modelo de financiación singular.
Los tres partidos consideran necesario dejar atrás la apelación constante al pueblo y hacerla a los ciudadanos. Los tres partidos creen que la agenda social y la mejora de la financiación de Cataluña son prioritarias. Ninguno de ellos cuestiona el fortalecimiento de la cultura catalana y, tanto el PSC como los Comunes tienen en sus filas a destacados políticos catalanistas. Coinciden en que ha llegado el momento de impulsar un camino político donde debe ser tan determinante el ser catalán como el querer estar en Cataluña.
Los tres partidos de izquierda han llegado a la conclusión de que no es posible gobernar Cataluña desde posiciones independentistas, cuando los cuatro partidos, ERC, la Cup, Junts y Alianza Catalana, ya no coinciden en cuál debe ser el mejor camino para llegar a la independencia de Cataluña.
ERC es el partido independentista que mejor ha sabido comprender que la vía política de la unidad independentista se ha vuelto demasiado compleja para poder gobernar el país. Han concluido, ahora que tiene influencia parlamentaria en España, que hay que explorar otros caminos políticos para conformar una mayoría parlamentaria y así lograr mejores condiciones para el autogobierno de Cataluña, hasta que estén en condiciones de conseguir impulsar un referéndum legal de autodeterminación.
La razón de fondo de ERC
Lo que debemos preguntarnos, ahora que arrecian las críticas al PSC por haberse apoyado en los votos de ERC, es cuál es la razón de fondo, más allá de los acuerdos logrados por los republicanos, por la que la formación independentista ha facilitado la investidura de Salvador Illa.
La razón de fondo es que ERC ha detectado desde hace tiempo que Salvador Illa no solo es votado por simpatizantes de izquierdas, sino también por votantes que, no hace mucho, lo hacían a favor del independentismo. ERC ha constatado que el PSC está siendo apoyado desde el seny catalanista, que ha ido alejándose del independentismo.
Pero, sobre todo, ha advertido que la sociedad catalana quiere otra narración sobre su realidad; una narración que no esté basada en el pleito, la impotencia política y el desencanto. La sociedad catalana quiere el retorno a la política de tensiones entre partidos; una política alejada de la doctrina basada en que los únicos partidos que pueden gobernar Cataluña son aquellos que subordinan la realidad a la “obediencia catalana”.