Que nos traerá la nueva Europa
Una gran victoria del nacional populismo, junto al proporcional retroceso de la derecha conservadora y democristiana, va a implicar más tensión política, prepotencia del poder y aumento del nacionalismo
Cuando todo el mundo va asumiendo que Europa se inclina hacia la derecha, como única forma de detener el avance del futuro, los ciudadanos europeos no alcanzan a ver las consecuencias que implica la derechización de la política europea, considerando que una Unión Europea gobernada por democristianos, nacional populistas y liberales, en principio, no debería ser negativa para ellos.
Los ciudadanos comprobarán que un frente de derecha cada vez más radical supondrá acelerar la expulsión en caliente de inmigrantes y refugiados, legislar para restringir el acceso de empresas extranjeras, por ejemplo, a la hora de optar a ser proveedores del Estado francés, como exige Jordan Barbell del partido lepenista Reagrupamiento Nacional, o relajar las medidas para afrontar y adaptar la economía al cambio climático.
Estas tres medidas, en principio, deberían dar más seguridad a los ciudadanos y, consecuentemente, ser algo positivo para ellos. La cuestión en la que debemos poner el foco es porqué unas medidas tan positivas para los ciudadanos generan tanta polémica y temor desde la óptica de partidos como Reagrupación Nacional en Francia, Fratelli en Italia o Vox en España.
La respuesta la encontramos cuando nos fijamos más detenidamente en las consecuencias que generan este tipo de iniciativas políticas. Para expulsar a los inmigrantes ilegales hay que tomar atajos jurídicos, para volver a una economía de corte identitario se debe alterar la competencia o acabar con la libertad de mercado, y dejar de actuar contra el cambio climático tiene consecuencias a corto y medio plazo en la salud de las personas.
“A nadie se le puede escapar que el precio que se deberá pagar tras abrazar las soluciones nacional populistas es la división y la restricción de las libertades”
Nadie cuestiona que deba afrontarse el problema que genera la inmigración ilegal o que algunas medidas para abordar el cambio climático no van a solucionar el problema; sin embargo, todos sabemos que no es lo mismo afrontar estos problemas desde la tradición política sería y sensata de la derecha europea que hacerlo desde la derecha tosca y demagógica del nacional populismo europeo.
Pensamos, intuimos y constatamos que una gran victoria del nacional populismo, junto al proporcional retroceso de la derecha conservadora y democristiana, va a implicar más tensión política, prepotencia del poder y aumento del nacionalismo. A nadie se le puede escapar que el precio que se deberá pagar tras abrazar las soluciones nacional populistas es la división y la restricción de las libertades.