El nacionalismo xenófobo en Cataluña
En el bazar del nacionalismo catalán, ERC, Junts y Aliança Catalana se estimulan mutuamente con el objetivo de ofrecer la mejor mercancía posible
Los partidos nacionalistas catalanes con mando en plaza –ERC y Junts– andan muy preocupados. Resulta que Aliança Catalana –un nuevo partido nacionalista catalán de orientación xenófoba- les estaría invadiendo el terreno electoral. Cosa que les inquieta si tenemos en cuenta que las elecciones autonómicas catalanas podrían celebrarse, no en febrero de 2025, cuando expira la legislatura, sino en los últimos meses de este 2024.
Tanto monta, monta tanto
Lo que debe inquietar a los catalanes, no es que Aliança Catalana entre en el Parlament en detrimento de ERC y Junts –tanto monta, monta tanto-, sino que los ciudadanos de Cataluña se la tengan que ver con el nuevo partido que encabeza Sílvia Orriols, alcaldesa de la ciudad de Ripoll y personaje menos desabrido que los líderes del nacionalismo catalán clásico que hoy nos desgobiernan. Lo que también debe inquietar a la ciudadanía es que ERC y Junts –especialmente, Junts- se radicalicen.
ERC, Junts y Aliança Catalana o la mínima diferencia
La diferencia –en líneas generales- entre ERC/Junts y Aliança Catalana es mínima. Si consultan el proyecto de Aliança Catalana encontrarán un partido que entiende la nación –siguiendo a ese clásico del nacionalismo que es Renan– como un “plebiscito diario” y sostiene –aparece otro clásico como Fichte- que “el pueblo es de hecho y de derecho el poder supremo sobre el cual no hay ningún otro”.
Conclusión: “Por el solo hecho de existir, una nación tiene no solo el derecho sino también el deber de regirse libremente sin la intromisión de otros”. Más: “Nuestra soberanía nacional pertenece únicamente al Pueblo de Cataluña”. Un calco de ERC y Junts.
Expulsar el Estado español de Cataluña
Aliança Catalana proclama que, como “Cataluña es una nación” que “ha refrendado en repetidas ocasiones” convertirse en un “Estado independiente dentro del concierto internacional”, tiene derecho a “declarar unilateralmente la independencia y defenderla hasta expulsar definitivamente el Estado español de Cataluña”. Un calco de ERC y Junts –recuerden, por ejemplo, el 1-O de 2017– ahora reprimido tras la implosión del “proceso”.
El calco existe también cuando Aliança Catalana afirma que la independencia es una “obligación ética” para no liquidar la “noción de democracia”. ¿Cuántas veces hemos escuchado la cancioncilla de ERC y Junts según la cual la autodeterminación o, en su caso la unilateralidad, era un asunto democrático?
La diferencia está en que, mientras Aliança Catalana recurre al imperativo kantiano –“nuestro imperativo categórico es liberar la nación”-, ERC y Junts mienten cuando aseguran que la autodeterminación de Cataluña está contemplada por la ONU y el Derecho Internacional.
Eliminar la presencia del Estado español en Cataluña
El calco sigue con el tic victimista de Aliança Catalana. Por ejemplo: hay que liberar el “país” para que sobreviva nuestra lengua, nuestra economía y nuestro bienestar. A lo que hay que añadir el “expolio” de un Estado español que se llevaría el 40 % de nuestros –siempre todo es “nuestro”- impuestos.
Aliança Catalana no tiene complejos
Para salvar nuestra economía y nuestra industria hay que “eliminar toda presencia del Estado español en Cataluña”. Por eso, hay que “construir el Estado de todos los catalanes”. A todo ello, ERC y Junts lo llaman la construcción o reconstrucción nacional de Cataluña.
El independentismo xenófobo y el ‘moderado’
Aliança Catalana se compromete –como ERC y Junts- en “la defensa de los valores que han construido Cataluña a lo largo de los siglos”. Eso y algo más.
En primer lugar, hay que recuperar/conservar aquello que los herederos de la Renaixença denominaron la psicología colectiva catalana: democracia, amor al país y su legado cultural y natural, identidad, familia, respeto a los mayores, educación, mercado, trabajo, propiedad, oportunidades, esfuerzo, emprendimiento o ahorro. Si los herederos de la Renaixença –de Carles Pi i Sunyer a Josep Trueta, por ejemplo- buscaban las diferencias entre lo catalán y lo español, lo mismo hace Aliança Catalana. Una diferencia –los catalanes son un compendio de virtudes- que también buscan y encuentran ERC y Junts.
En segundo lugar, hay que exigir una Cataluña en que el catalán sea, no solamente la única lengua oficial, sino también la lengua necesaria para vivir. Ahí están ERC y Junts con la coactiva inmersión lingüística. En tercer lugar, finalmente, aparece la “tolerancia cero con la inseguridad, el radicalismo islámico y el terrorismo” que conlleva la modernización de los cuerpos policiales y los “cambios legislativos necesarios para poder hacer frente” a todo ello.
Aliança Catalana no tiene complejos: “promoción de aquellas políticas inmigratorias que beneficien a los ciudadanos de Cataluña, no a los extranjeros”. Lo mismo ocurre con “las ayudas y servicios públicos”. Para esto, “se promoverá una política inmigratoria restrictiva hasta que el nivel de desocupación baje y los salarios aumenten a niveles europeos”.
ERC y Junts no llegan a tanto –especialmente la ERC multicultural de las puertas abiertas-, aunque sí reivindican competencias en inmigración e, incluso, los “cambios legislativos necesarios” para proceder a la expulsión de los irregulares: “Tenemos que mirar en qué condiciones nosotros a estas personas se las puede echar” (Junts). De la xenofobia de alta intensidad a la de intensidad media.
Prosigamos con la comparación
Aliança Catalana: “Se aplicará la Ley de Extranjería, deportando a los inmigrantes violentos y repatriando a los inmigrantes ilegales” para así poner fin al “fenómeno de los MENA”. Alcaldes de Junts: “Pedimos que desde el Parlament y el Congreso se legisle para hacer una ley que haga que estas personas no puedan estar en la calle… las personas que han venido a nuestra casa, de otro país, a delinquir… no pueden estar en nuestra casa”.
Aliança Catalana: “Se promoverá la integración de los inmigrantes en la lengua y cultura catalanas, porque tanto ellos como sus hijos puedan devenir catalanes”. Generalitat de Cataluña (tripartito PSC, ERC e Iniciativa): “el servicio de primera acogida ha de ofrecer la formación y los medios necesarios para adquirir las competencias básicas en lengua catalana… el catalán, como lengua propia de Cataluña, es la lengua común para la gestión de políticas de acogida y de integración. También es la lengua vehicular de formación e información, instrumento básico para la plena integración en el país” (Ley de acogida de las personas inmigradas y las retornadas a Cataluña, 10/2010).
Si los herederos de la Renaixença –de Carles Pi i Sunyer a Josep Trueta, por ejemplo- buscaban las diferencias entre lo catalán y lo español, lo mismo hace Aliança Catalana
Aliança Catalana: “Cataluña ha recibido centenares de miles de inmigrantes los últimos 20 años y tiene uno de los índices de población extranjera más elevados de Europa”. Junts: “en Cataluña se concentra el 23% de la población inmigrante de todo el Estado”.
Y unos y otros suelen incumplir la legislación que obliga a empadronar en el municipio a los inmigrantes recién llegados durante los tres primeros meses de estancia.
El Triángulo de las Bermudas
En el bazar del nacionalismo catalán, ERC, Junts y Aliança Catalana se estimulan mutuamente con el objetivo de ofrecer la mejor mercancía posible –para ellos- en el terreno político y electoral. De ahí, la inquietud que genera el Triángulo de las Bermudas nacionalista.