Menos “Aberri Eguna” y más viviendas 

Los problemas de la sociedad vasca, lejos de solucionarse, se agravan

Como manda la tradición católica del nacionalismo vasco, incluido el radical de EH Bildu, este Domingo de Resurrección se ha celebrado el “Aberri Eguna”, Día de la Patria Vasca. Es decir, una jornada en la que el PNV, con el lehendakari al frente, vuelve a reclamar más transferencias al Gobierno, el reconocimiento de la nación vasca y un “marco de bilateralidad efectiva”.

Cuestiones todas ellas que están lejos de las preocupaciones que atenazan a los vascos, todos, tanto a los nacionalistas como a quienes no lo son, que ven con preocupación cómo el deterioro económico, el aumento de la inseguridad y la falta de vivienda lastran cualquier proyecto de futuro. 

Como si la ansiada “nación vasca”, que seguiría estando gobernada por quienes mandan aquí desde hace lustros, les fuera a dar la inspiración de la que ahora carecen para gestionar con un poco más de eficacia. La sanidad pública va peor, los índices escolares no auguran nada bueno, la seguridad en las calles preocupa cada vez más y el precio de la vivienda es prohibitivo, así que ni siquiera la llegada de inmigrantes, con ganas de trabajar e instalarse entre nosotros, frena el continuo envejecimiento de la población vasca. 

La política de vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez, materializada en la Ley de Vivienda de 2023, ha sido objeto de duras críticas por su incapacidad para resolver la crisis de acceso a la vivienda, especialmente en el País Vasco y Cataluña.

(Foto de ARCHIVO) Varias ikurriñas en apoyo a EH Bildu durante el seguimiento de la jornada electoral de los comicios generales en sede de EH Bildu, a 23 de julio de 2023, en San Sebastián, Guipúzcoa, País Vasco (España). Todos los españoles han sido llamados hoy, 23 de julio de 2023, para elegir a sus representantes para los próximos cuatro años. Están en juego 350 escaños en el Congreso y 208 en el Senado (ya que 57 de los 265 senadores lo son por designación autonómica), que tendrán que elegir al próximo Gobierno. Unanue / Europa Press 23 JULIO 2023;23J;ELECCIONES;RESULTADOS;JULIO;GENERALES;PRESIDENTE 23/7/2023
Varias ikurriñas. Foto: Unanue / Europa Press.

La normativa, lejos de abaratar los alquileres, ha disparado los precios, reducido la oferta y generado incertidumbre entre los propietarios. Impulsada por PSOE-Unidas Podemos con el respaldo de EH Bildu y ERC, la Ley de Vivienda buscaba garantizar el derecho a la vivienda mediante topes a los alquileres en «zonas de mercado residencial tensionado» y regulaciones para grandes tenedores (propietarios con más de cinco viviendas). 

Los resultados, sin embargo, han sido catastróficos. En Cataluña, donde 140 municipios aplicaron estas medidas, los alquileres cayeron un 5 % en el segundo trimestre de 2024, pero los contratos disminuyeron, evidenciando una contracción de la oferta. Los alquileres en San Sebastián (1.300 euros por 70 m²) y Bilbao (1.080 euros) están en máximos históricos. La regulación ha empujado a propietarios a retirar pisos del mercado o a optar por alquileres temporales, que en San Sebastián pasaron del 25-30 % al 55 % de la oferta tras la ley. 

La normativa, lejos de abaratar los alquileres, ha disparado los precios, reducido la oferta y generado incertidumbre entre los propietarios

La dificultad para acceder a la vivienda está teniendo un impacto directo en la demografía vasca. El País Vasco es una de las regiones más envejecidas de España, con una edad media de 45,7 años en 2024, según Eustat, y un índice de envejecimiento del 165 % (165 mayores de 64 años por cada 100 menores de 20). La falta de vivienda asequible dificulta que los jóvenes, especialmente en ciudades como San Sebastián o Bilbao, adquieran una casa o formen una familia. 

En 2023, la tasa de natalidad en Euskadi cayó a 6,7 nacimientos por 1.000 habitantes, una de las más bajas de España. Este problema, agravado por los altos precios (el metro cuadrado en San Sebastián supera los 4.500 euros), retrasa la emancipación y perpetúa el declive demográfico, amenazando la sostenibilidad de una Euskadi en la que sus dirigentes se sacuden la responsabilidad acusando al “centralismo jacobino” de Madrid de ser el culpable de todos los males. 

Desde la oposición, el PP vasco critica la ineficacia de las políticas del Gobierno Vasco (PNV-PSE-EE) y central. Entiende que las medidas intervencionistas han reducido la oferta y disparado los precios, y sugiere liberalizar suelo no protegido, bonificar el 100 % del impuesto de transmisiones patrimoniales para compras de hasta 300.000 euros y aumentar la construcción de viviendas de protección oficial (VPO). En Euskadi, la construcción de VPO ha caído de 15.000 a 6.000 unidades anuales, contribuyendo a un encarecimiento del 8,5 % en 2024, el mayor desde 2007. 

El de este domingo fue el primer “Aberri Eguna” de Aitor Esteban como presidente del PNV. Se renueva el liderazgo, pero no el discurso. Los problemas de la sociedad vasca, lejos de solucionarse, se agravan. Y, a pesar de todas las herramientas económicas que concede el Concierto Vasco y el alto grado de autogobierno de que dispone Ajuria Enea, se repite el viejo raca-raca de “esto se soluciona siendo una nación y con menos centralismo madrileño”. Hay cosas que nunca cambiarán. Y, mientras, los pocos pisos disponibles tienen los precios por las nubes. 

Deja una respuesta