Mazón debe irse por lo mismo que Sánchez debe seguir
Cesar a Mazón sería lo más lógico en otras circunstancias. Porque se lo merece. Pero en la política que se viene practicando en nuestro país de un tiempo a esta parte cesarle sería un triunfo del PSOE que Feijóo no puede permitirse.
Lo siento por muchos de mis excompañeros de RTVE, pero la animadversión que la gente muestra últimamente en la calle contra cualquiera que empuñe el micrófono de esta empresa tiene su razón de ser. Lo estamos viendo con especial intensidad en las localidades de Valencia afectadas por la DANA.
No es fácil aparecer con el logo de la radiotelevisión pública en medio de una catástrofe que fue dejada de lado por el Gobierno porque precisamente tenía más urgencia en aprobar el nuevo Consejo de Administración de RTVE. Ha sido un asalto en toda regla para controlar, entre otras cosas, que los mensajes de los informativos no sean contrarios a los intereses de Pedro Sánchez. Y la gente lo sabe.
Así que cuando la población afectada por la DANA ve a los periodistas y reporteros de una televisión que representa los intereses de quien no ha sido capaz de mover un dedo, al menos en los trágicos momentos iniciales, se indigna y alcanza en su enfado niveles de insulto e incluso agresión que no deberían producirse.
A RTVE le está pasando en Valencia, afortunadamente en menor medida, lo que le pasó a Pedro Sánchez cuando decidió visitar Paiporta. Que la tensión, la indignación y el malestar encontraron un rostro, una institución o una empresa a las que reprochar y cargar las culpas por la ausencia de ayuda cuando más falta hacía.
Una coordinación ideal
Lógicamente es irracional culpar a RTVE de la falta de reacción del Gobierno de la nación en esta catástrofe. Tan irracional como achacar a un complot de la extrema derecha los insultos e intentos de agresión contra Pedro Sánchez. La Guardia Civil ya les ha dicho que se equivocan, que busquen fascistas en otro sitio.
Lo malo es que RTVE se hace eco de todo cuanto dicen desde la Moncloa con una precisión en la comunicación que ojalá se diera entre las distintas administraciones del Estado. Una coordinación así sería lo deseable para que las diferentes instituciones pusieran sus competencias al servicio de la eficacia y el interés común y no del partido político que representan.
Para la mayor parte de la ciudadanía española, y en especial para los afectados por las riadas, los medios que como RTVE repiten el guion elaborado en la Moncloa han dejado la marca de dependencia del Gobierno a una altura récord: hasta aquí llegó el fango en 2024.
«A RTVE le está pasando en Valencia, afortunadamente en menor medida, lo que le pasó a Pedro Sánchez cuando decidió visitar Paiporta»
Porque lejos de poner a RTVE al servicio del interés común, se utiliza su potencial para volcar toda la culpa de lo ocurrido en la persona del Presidente de la Generalitat de Valencia y descargarla del Presidente del Gobierno de la nación. Lo hemos dicho ya antes en este mismo espacio: Carlos Mazón tiene un nivel de responsabilidad que deberá aclararse en la instancia que corresponda. De la misma manera que Pedro Sánchez tiene el suyo e igualmente deberá explicarse llegado el momento.
Pero si lo que se quiere es la cabeza de un político para exhibirla en bandeja en todos los informativos de España, el Partido Popular haría mal en cortársela a Carlos Mazón. Hace años que Pedro Sánchez ha abolido la responsabilidad política en nuestro país. Nadie dimite ni es cesado (como mucho se le aparta, como a Ábalos) por ningún escándalo.
Ni por corrupción, negligencia, gestión irresponsable ni por meter la pata hasta el fondo. Todos siguen en sus puestos. Sabe Sánchez que cesar a uno de los suyos por las presiones de la oposición sería el primer signo de debilidad. Y cuenta con todo el aparato mediático para acusar a la extrema derecha de confabularse contra los intereses de un “gobierno progresista”.
Sería un triunfo del PSOE
Cesar a Mazón sería lo más lógico en otras circunstancias. Porque se lo merece. Pero en la política que se viene practicando en nuestro país de un tiempo a esta parte cesarle sería un triunfo del PSOE que Feijóo no puede permitirse. Actuar con ética, moralidad y contundencia con quien no ha estado a la altura de sus responsabilidades sería lo deseable.
Pero desgraciadamente esas virtudes y forma de proceder pasaron a la historia de nuestra política desde que nos gobierna “Frankenstein”. Todos los medios “sanchistas”, que son muchos, se empeñan en hacernos creer que el Presidente aguanta en el cargo y es resiliente por responsabilidad, mientras que Mazón se tiene que ir mañana mismo precisamente por su irresponsabilidad.
Ya saben, todo depende del color de la televisión con que se mira.