Las pymes bajo la lupa
Casi el 100% de las empresas catalanas son pymes, y a pesar de los efectos de la crisis, el sector ha mejorado sustancialmente
Ahora mismo, la pyme continúa siendo determinante en la economía productiva catalana. Representa el 99,8% de las empresas, el 62% del VAB catalán exceptuando la administración pública, seguridad social y defensa; y el 70,1% del total de ocupación. El último año analizado, el 2015, fue un buen año para la pyme catalana en términos de actividad y de resultados, y en términos de ocupación y de productividad; a pesar de que por el camino la crisis ha dejado muchos cadáveres.
La estructura de balance de las pymes y sus ratios financieras del 2000 a 2015 indica que ha habido mejoras sustanciales, aunque pasando por varias fases: la etapa de expansión (2000-07), la etapa de crisis (2008-12) y la de recuperación (2013-15).
Estos son algunas de los datos del Anuario de la Pyme Catalana (2017) presentado esta semana por el Observatorio de la Pimec formado por Modest Guinjoan, Moisès Bonal y Roger Romagosa, que año tras año pasa la lupa al comportamiento coyuntural, pero también estructural y tendencial de la mediana, pequeña y microempresa.
El valor medio del activo a la pyme catalana no ha parado de crecer
Este anuario da un detalle muy amplio de los datos económicos y financieras, los cuales se elaboran a partir de los estados contables de 77.704 pequeñas y medianas empresas correspondientes al último año disponible, que es el 2015.
Este año el capítulo monográfico se dedica a la estructura de balance y a las ratios financieras de las pymes durante el periodo 2000-2015 segmentando por dimensión: microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas.
He subrayado algunas informaciones que me han interesado. El valor medio del activo a la pyme catalana no ha parado de crecer a lo largo del periodo considerado. A lo largo de este lapso los plazos de cobro de las pymes han mejorado de 100 a 80 días; dato que se podría mejorar más sin las leyes españolas que preservan la impunidad de la morosidad de las grandes empresas. El patrimonio limpio neto al final del periodo es de 840,5 miles de euros por empresa, un 44,5% más que en el periodo expansivo (2000-07). La deuda a corto plazo se redujo mucho con la crisis y también ha quedado en niveles bajos una vez iniciada la recuperación.
Los plazos de cobro de las pymes han mejorado de 100 a 80 días
Por otra parte, se apunta a una mejora sostenida de la ratio de solvencia. Mejora sostenida de la ratio de tesorería, mejora de la ratio de liquidez hasta el 2012 y posterior estancamiento, reducción sostenida de la ratio de endeudamiento y gran estabilidad del fondo de maniobra.
El anuario también hace un repaso al comportamiento macroeconómico de Cataluña y la contribución que han hecho las pymes. Desde el 2014, la economía catalana ha acelerado el ritmo de crecimiento. Este buen comportamiento responde principalmente a la demanda interna, con unas tasas de crecimiento de la inversión por encima del consumo. La demanda externa ha dejado de tener una contribución claramente positiva, pero no responde a una caída de las exportaciones, que han seguido registrando máximos históricos, sino porque la recuperación económica ha provocado también una recuperación de las importaciones.
En este marco según las estimaciones del Anuario, la contribución de la micro, pequeña y mediana empresa al valor añadido bruto (VAB) catalán en 2015 fue del 59,1%, un punto y medio por encima de la contribución del 2014. Esta mejora se explica por el retroceso relativo de la gran empresa, que registra el 36,3% del VAB catalán el 2015.
Por otro lado, los servicios de la Administración Pública representan un 4,6% del VAB, porcentaje idéntico al del 2014. Por eso, las pymes crecen en peso dentro de la economía favorecidas por el buen comportamiento de la demanda interna, que tiene una mayor incidencia sobre las pequeñas y medianas empresas. Si se descarta la Administración pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria, las pymes representan, como ya hemos dicho, el 62% del VAB y las grandes empresas el 38% restante.
Los ocupados en pymes representaban, el 2015, el 70,1% del total catalán.
En el 2015 el 26,5% de las pymes con asalariados son exportadoras. La proporción de pymes exportadoras es claramente inferior a la de las grandes empresas (84,0%). Aquí hay terreno para explorar si se diera más apoyo a las start ups y a la transferencia tecnológica que generan pymes que nacen globales de entrada. En todo caso, en cuanto a los sectores exportadores, se observan diferencias relevantes: la pyme del sector químico es la que exporta en más casos (52,8% de las pymes), seguida del material de transporte (43,0%) y la industria textil, cuero y confección (31,2%).
En el 2015 Cataluña disponía de un tejido productivo de 498.114 empresas. De estas, el 99,8% eran pymes, que a su vez se dividían en 282.305 empresas sin asalariados y 214.959 con asalariados. Los ocupados en pymes representaban, el 2015, el 70,1% del total catalán.
Así pues, la economía catalana muestra una vez más una gran fortaleza a la que contribuyen las pymes y las grandes empresas industriales exportadoras y las nuevas inversiones tecnológicas y logísticas, que no han dejado de crecer en pleno periodo de crisis económica y turbulencia política. Por eso, la amenaza económica colectiva del frente españolista contra las catalanes por el proceso autodeterminista ha sido un rotundo fracaso. Debido a ello, como ya hacía la Inquisición Española, ya sólo les resta promover la confiscación de bienes privados patrimoniales por razones ideológicas a los conversos del siglo XXI, que no muestren una lealtad canina al modelo jacobino y oligárquico de Estado. Pero en el siglo XVI no había tribunales internacionales para recurrir, ahora sí.