Las previsiones y los imprevistos para el 2025 en la política española

La conclusión es que todas las previsiones conducen a señalar que España se sitúa en un escenario de inestabilidad estable sin que nadie pueda provocar su caída y, por lo tanto, un adelanto electoral

La mayoría de las previsiones que se realizan para establecer hacia dónde avanzará la situación política en España durante el próximo año son más producto de la inercia informativa que de la capacidad de ponderar el impacto que tienen los imprevistos, lo que uno no espera que suceda.

La propuesta  de Junts de pedir al Gobierno que se someta a una moción de confianza entra dentro de lo previsto, como es previsible también que no se aprobarán a corto plazo los presupuestos generales del Estado, ni habrá moción de confianza.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto: Jesús Hellín / Europa Press

Está previsto el desgaste mediático y político que acarrean los presuntos casos de corrupción, así como el cada vez más intenso señalamiento del Gobierno a Vox como factor desestabilizador de la democracia hasta el extremo de situarlo como enemigo y no como adversario político.

Todos estos hechos y las tendencias políticas que los provocaron  entran dentro de lo posible e incluso en algunos casos se ha llegado a anticipar en la opinión pública. Se puede prever que el PP seguirá alimentando la idea de la descomposición en la que se encuentra sumido el Gobierno sin muchas esperanzas de que se vea obligado a adelantar las elecciones.

Lo mismo podemos decir del Gobierno, que lleva meses gestionando su debilidad parlamentaria al mismo tiempo que va cultivando y preparando el campo de batalla  para acudir, cuando toque, a las urnas habiendo creado el relato de que la democracia está en peligro si no gana la izquierda y alertando que se impone la estética y  política franquista en la derecha española.

También se prevé que España pierda fuerza política en Europa, al irse consolidando la agenda de la derecha y el centro derecha europeo que les permitirá mostrase como la vía socialdemócrata para Europa.

Inestabilidad estable

Se prevé que la situación económica española siga siendo favorable, mientras se erosiona el poder adquisitivo de los españoles y  las tensiones sociales se acrecientan como consecuencia de las restricciones europeas en sectores como la agricultura, la pesca y la ganadería.

Nadie espera una crisis de gobierno aunque el gobierno esté en crisis, como tampoco se espera que Junts deje caer al gobierno, ni tampoco ERC, Bildu, PNV, BNG, Podemos o Sumar.

La conclusión es que todas las previsiones conducen a señalar que España se sitúa en un escenario de inestabilidad estable sin que nadie pueda provocar su caída y, por lo tanto, un adelanto electoral. La fiabilidad de las previsiones se basa en que se cumplan, pues los actores políticos nunca dejan de actuar a favor de sus intereses partidistas o electorales.

«Habiendo creado el relato de que la democracia está en peligro si no gana la izquierda y alertando que se impone la estética y  política franquista en la derecha española»

El factor clave para que casi siempre se cumplan las previsiones es que todos quieren ganar tiempo; un tiempo que les permita adaptarse a los cambios en la mentalidad de los ciudadanos, cada vez más a la derecha de las formaciones a las que habían votado.

Mientras todas las previsiones conducen a que las elecciones generales se celebrarán en 2027, a finales de la legislatura, los imprevistos poco pueden hacer para cambiar la actual inercia política.

Ni los imprevistos en las causas judiciales, ni los liderazgos de los partidos independentistas, ni la acentuación de la agenda de derechas para Europa o la aparición de nuevos casos de corrupción pueden tener fuerza suficiente para que las cosas cambien el próximo año, aunque a todas luces muchos consideren, como ya ocurrió en el 2024, que tanta inestabilidad acabará provocando la caída del gobierno.