Las gallegas más nacionales
Los gallegos van a tener la contienda electoral más nacional que nunca
En estos días de elecciones, Galicia es más España que nunca. Los gallegos van a tener la contienda electoral más nacional que nunca. La batalla del Congreso se ha trasladado hasta el Atlántico y lo que vaya a pasar será muy interesante. Un termómetro sobre si esta legislatura tiene recorrido o no.
Las cosas en La Moncloa no están demasiado bien. La política del disimulo funciona siempre, pero tiene una caducidad corta. Y eso es lo que está ocurriendo. El rostro de Pedro Sánchez a la salida del hemiciclo el día en que la ley de amnistía no tiró adelante lo explica todo. Y ahí sigue, aunque declare en el Parlamento de la UE que los independentistas no son terroristas y reciba el beneplácito de la dirección de JxCat.
Así que el estado electoral de la nación lo descubriremos en Galicia, donde el PP tiene una implantación qué ya le gustaría en el resto de España. Y más si Feijóo sigue haciendo una campaña de traslado del debate nacional. Por otro lado, una estrategia está vez sí inteligente, por varias razones. Una de ellas porque tiene todas las de ganar.
Tres visiones de España
Las dos formaciones, PP y PSOE, se la juegan en Galicia. Y también España. Por ejemplo: Feijóo ha declarado que Pedro Sánchez quiere trasladar un perfil a lo Puigdemont a Galicia. El símil es bueno. Así, existen tres posibilidades de voto. El voto a José Ramón Gómez Besteiro (PSOE), que es apostar por el mismo que está impulsando amnistiar a los que le pegaron un puñetazo a la legalidad.
El voto a Ana Pontón (BNG), que es impulsar un perfil bastante parecido a Carles Puigdemont, el político capaz de liderar desde el propio Estado una revuelta de sonrisas a la vez que callejera. Y, por último, el voto de Alfonso Rueda (PP), heredero de Feijóo en la Galicia autonomista, y de momento sin el traicionero síndrome de la moqueta de Madrid que ya sufre el jefe de la oposición.
Así que, repito, los resultados de estas elecciones son importantes para Galicia, pero también para España. Tres propuestas sobre la mesa. La nacionalista con tintes de ruptura, la que baila al son del primero y la autonomista convencida. Tres visiones de España.
PP gallego
Lo curioso del PP gallego es que se diferencia mucho de los otros peperos regionales. Son los más transversales. Mucho más que los populares catalanes que no pueden, ni pudieron en el pasado, expresarse con todas las propuestas sobre la mesa ante la fuerza, ya antigua, de Convergència.
Así, Alberto Núñez Feijóo se la juega, de la misma forma que se la juega Pedro Sánchez. El resultado puede ser extrapolado a toda España, sobre todo porque es Galicia. Será la apuesta por la que está pasando España. ¿Un país centralizado en autonomías, un país con nacionalidades que siempre tienden a desentenderse del proyecto común o un país dispuesto a jugar en una continua cuerda floja, cuando se precise?
Hay mucho en juego. No lo duden.