La Generalitat, contra la FP online
La FP es una herramienta vital para reducir la tasa de desempleo juvenil y satisfacer las necesidades del mercado laboral, y cualquier intento de restringir su acceso es un paso en la dirección equivocada
El Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña está trabajando en una nueva normativa para restringir la Formación Profesional (FP) privada a distancia. La propuesta emula las restricciones y requisitos que el Gobierno ya intentó aplicar hace tres años, en octubre de 2021, en la Orden EDU/193/2021, pero sin éxito, al quedar anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por defecto de forma.
En un país donde la tasa de desempleo juvenil ronda el 30%, la necesidad de una formación flexible y accesible es más urgente que nunca. La FP es una herramienta crucial para reducir la brecha entre la oferta y la demanda de empleo, y cualquier intento de restringir su acceso parece contraproducente.
La FP a distancia ha demostrado ser una opción viable y efectiva para miles de estudiantes. Según datos del Departamento de Educación, el número de alumnos en la FP privada a distancia ha crecido de cero en 2012 a 66,270 en el curso 2022-2023.
Esta modalidad no solo triplica las cifras de la FP privada presencial, sino que también responde a una necesidad real de flexibilidad en la formación. En un mundo donde la tecnología y las demandas laborales cambian rápidamente, la educación a distancia ofrece la posibilidad de adaptarse a estos cambios de manera ágil.
El sector privado ha sido capaz de reaccionar con rapidez a las necesidades del mercado, algo que el sector público, con sus largos tiempos de implementación, no puede igualar. La FP privada a distancia ha florecido porque ofrece una solución inmediata a la falta de plazas en la red pública y a la rigidez del calendario de matriculación.
Control contraproducente
La normativa propuesta por la Generalitat introduce una serie de restricciones que parecen más enfocadas en controlar la oferta que en mejorar la calidad de la educación. Limitar el número de grupos virtuales en ciertas titulaciones y establecer ratios de alumnos por profesor puede tener un impacto negativo en la accesibilidad y la flexibilidad que caracterizan a la FP a distancia.
Además, el proceso burocrático para implementar estas normativas es excesivamente complicado. Este enfoque burocrático no solo restringe la competencia, sino que también impide la adaptación rápida a las innovaciones tecnológicas y organizativas que están transformando el ámbito educativo a nivel global.
«La FP es una herramienta crucial para reducir la brecha entre la oferta y la demanda de empleo»
La FP privada a distancia representa una innovación importante en el campo de la educación. Permite afrontar tanto los cambios cuantitativos (mayor demanda) como cualitativos (diferenciación y aprendizaje a lo largo de la vida), facilitando el acceso a una mayor variedad de oferta a un menor coste.
Muchos países están adaptando sus regulaciones para fomentar la competencia y la innovación en la educación superior. Sin embargo, en España, la normativa sigue encontrando múltiples obstáculos que no responden a los principios de una regulación económica eficiente. La competencia en el sector de la educación sigue altamente restringida porque se sustrae a los centros la capacidad de elegir su organización y oferta docente, así como la selección de alumnos.
Promover la competencia y la innovación
Las instituciones educativas, al enfrentar demandas interdependientes de estudiantes, profesores, empleadores y entidades financiadoras, tienen incentivos naturales para mantener altos estándares de calidad, incluso mediante la autorregulación de los centros a través de sellos de calidad validados por las instituciones públicas. Restringir su capacidad para hacerlo solo puede perjudicar la calidad de la educación que ofrecen.
La nueva normativa para restringir la FP privada a distancia parece una medida regresiva en un momento en que la flexibilidad y la accesibilidad en la educación son más cruciales que nunca. En lugar de limitar la oferta, la Generalitat debería enfocarse en fomentar la competencia y la innovación en el sector educativo.
La FP es una herramienta vital para reducir la tasa de desempleo juvenil y satisfacer las necesidades del mercado laboral, y cualquier intento de restringir su acceso es un paso en la dirección equivocada. La regulación eficiente debe ser la que facilite el acceso a una mayor variedad de ofertas educativas, permitiendo así una mejor adaptación a las cambiantes demandas del mercado laboral.