La espera

Hoy una parte del independentismo se concentra en lograr que no gobierne ninguna fuerza política que no sea independentista

La gobernabilidad de Cataluña depende en gran medida de dejar transcurrir el tiempo y, a la vez, durante los dos próximos meses, hasta el 26 de agosto, lograr acuerdos políticos  para evitar repetir las elecciones.

El PSC espera que sea posible, con paciencia, generar un amplio acuerdo de izquierdas con ERC y Comunes, para situar a Cataluña en la senda de un progreso social y económico. Junts, por su parte, utilizará la espera para hacer la suficiente presión a ERC para que se vea en la necesidad de asumir la estrategia de la unidad del independentismo político y social, como demanda la ANC, para volver a poner en marcha el proceso histórico iniciado con el referéndum ilegal del 1 de octubre.

Mientras que el PSC utilizará el tiempo para demostrar que aún es posible poner en marcha un gobierno de progreso, Junts hará lo propio para  crear un frente común con ERC que conduzca a la repetición electoral. La espera se utilizará como tiempo político para conseguir establecer acuerdos para evitar o provocar que se repitan las elecciones y conducir a Cataluña hacia  una nueva etapa  política.

Si hasta ahora el independentismo político se centraba en determinar quién gobernaría Cataluña, si Junts o ERC, hoy, una parte del independentismo se concentra en lograr que no gobierne ninguna fuerza política que no sea independentista. La estrategia de una parte del independentismo para lograr la independencia de Cataluña parte de propiciar que fracasen los acuerdos entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa y así ganar tiempo para generar un frente político cada vez más homogéneo que permita situar al PSC fuera del proceso histórico que desean culminar en Cataluña.

El pleno del Parlament. Foto: David Zorrakino / Europa Press
El pleno del Parlament. Foto: David Zorrakino / Europa Press

La estrategia pretende dividir definitivamente el frente independentista y el no independentista, siguiendo una hoja de ruta basada en ahondar en la idea de que es posible una independencia visible en Cataluña, un gobierno independentista o el bloqueo, al mismo tiempo que se pacta una independencia invisible en España que permita al independentismo actuar en Cataluña.

Si las elecciones de mayo eran importantes para el futuro de Cataluña, el periodo de espera que ahora se abre hasta el 26 de agosto va a determinar si se toma la vía amplía del independentismo, que suma a otras fuerzas no independentistas o, por el contrario, se toma la vía de la unidad independentista, que excluye a toda fuerza política que no sea de obediencia catalana.