Es la Española una Izquierda como ninguna
La izquierda reaccionaria no admite en sus trincheras a nadie que piense en la reconciliación, el acuerdo y un posible entendimiento con el otro bando. Y ese espacio puede ser aprovechado por Izquierda Española
Que Izquierda Española haya nacido con las bendiciones de la derecha y el rechazo de la izquierda da que pensar. No tanto en lo que respecta a las propuestas ideológicas que plantea, recogidas de manera clara en su manifiesto fundacional El Jacobino, como a la oportunidad de su irrupción en la escena política de nuestro país.
Tan malo como llegar tarde a un sitio es anticiparse más de lo debido. Y podría ser que el nacimiento de esta nueva fuerza se haya adelantado a su tiempo. Que existe un espacio político vacío donde deambulan los desencantados de la izquierda reaccionaria parece claro. Hay quien habla de cerca de un millón de votantes socialistas que se sienten traicionados y que buscan refugio lejos del sanchismo. Electoralmente hablando Izquierda Española nace con ese objetivo; sus fundadores han comprobado que hay agua en la piscina y están dispuestos a tirarse de cabeza.
¿Nace una nueva estrella política?
Presentarse de entrada y como primer test a las elecciones europeas de junio no parece del todo descabellado. Si los resultados son buenos habrá nacido una nueva estrella, y si son malos siempre se puede achacar a la bisoñez del proyecto y esperar que con el tiempo llegue a la madurez deseada.
Pero para bien o para mal la política en España vive a un ritmo tan acelerado que quien no esté bien sujeto puede salir despedido en la primera curva. El PSOE de Pedro Sánchez y su cóctel populista harán todo lo posible para que IE acabe en el fondo del barranco. Saben que la división del voto de izquierdas beneficiará claramente a la derecha y que por eso muchos medios afines al centro derecha y combativos con los nacionalismos excluyentes han acogido a Guillermo del Valle con los brazos abiertos en entrevistas, tertulias y debates.
Los conceptos que aúna Izquierda Española
Izquierda Española aúna dos conceptos que no son antagónicos pero que el aparato gubernamental y todas sus ramificaciones van a insistir en que sí lo son. Enfrascada en un combate ficticio para vencer definitivamente en su particular Guerra Civil, la izquierda reaccionaria no admite en sus trincheras a nadie que piense en la reconciliación, el acuerdo y un posible entendimiento con el otro bando.
Dicho de otra forma: mientras el PSOE y sus socios sigan en clave de enfrentamiento y en el todo vale con tal de que la derecha no gobierne, el margen de Izquierda Española será muy limitado. Una izquierda como la que ahora nace viene al mundo como el españolito de Antonio Machado: una de las dos Españas ha de helarte el corazón. Y será la España del votante que se llama a sí mismo progresista. La del votante al que le han hecho creer que pactar con los nacionalismos excluyentes y golpistas es siempre mejor que hacerlo con el otro gran partido de España. Y que pensar lo contrario es ser un facha.
El PSOE de Pedro Sánchez y su cóctel populista harán todo lo posible para que Izquierda Española acabe en el fondo del barranco
Los ataques que vendrán desde el PSOE
Y ese va a ser a partir de ahora el mensaje que se va a lanzar de manera inmisericorde desde el denominado “equipo olímpico de opinión sincronizada” que con tanta eficacia se maneja desde La Moncloa. La centralización del Estado en los aspectos que defiende Izquierda Española se verá como algo reaccionario. Renunciar a los pactos con los nacionalismos, pedir la supresión de los privilegios forales y abogar por la igualdad de los españoles en derechos, deberes y libertades será ultra.
Se recordará el pasado militante en Ciudadanos, IU y UPyD de algunos de los integrantes de IE para dar por zanjado cualquier debate sobre el papel de la izquierda. Convertido en una agencia de colocación y de reparto de cargos, carguitos y prebendas, el PSOE no tiene rival electoral en una Izquierda Española que quiere convencer con ideas tan de izquierda que los incondicionales de Sánchez, acostumbrados a trampantojos, no van a saber reconocer.
Del debate al insulto fácil
Me temo que hace tiempo que a los españoles nos han sustraído el debate ideológico y la confrontación de ideas y han sido sustituidos por el insulto fácil y la descalificación, cuando no por la frivolidad de discursos vacuos e ininteligibles.
Ya adelanto que a los de Izquierda Española les arrebatarán de un tirón el concepto de “Izquierda” y les restregarán por la cara el de “Española”. Les sugiero que sigan el modelo de éxito de EH-Bildu, que ahora sin ETA son como una aceituna, pero sin hueso: guarda las mismas propiedades y son más fáciles de tragar.
Solo cuando el PSOE se “vacíe” de Sánchez la izquierda en España podrá tener un proyecto verdaderamente progresista. Izquierda Española deberá esperar hasta entonces. De momento y hablando de aceitunas, les sugiero un eslogan: “Es la Española una Izquierda como ninguna”.