Tras la investidura de Sánchez, la independencia
"La fecha de la independencia ya solo depende de lo que decida Puigdemont o Junqueras ¿Qué puede salir mal?"
El título de este artículo no es una exageración pensada para atraer clics, ni tan siquiera una predicción propia del tarot, es una certeza a la que se llega analizando el proceder de los líderes independentistas a lo largo de las últimas décadas.
Pedro Sánchez, durante su visita a NY para participar en la asamblea de la ONU, rompió la regla no escrita que dice que durante los viajes al extranjero los presidentes no hablan de política interior. El primer ministro en funciones explico en rueda de prensa que “el conflicto político catalán de 2017 jamás debería haberse judicializado”.
El primer ministro en funciones explico en rueda de prensa que “el conflicto político catalán de 2017 jamás debería haberse judicializado”.
Luego afirmo que “mis próximas actuaciones serán coherentes con lo que he hecho a lo largo de la anterior legislatura”. Esto último es una de las pocas verdades, quizás la única, que han salido de la boca de Pedro Sánchez en mucho tiempo.
Efectivamente, aprobar un indulto, una rebaja de las penas de malversación o derogar el delito de sedición no son más que pasos preliminares sobre los que sustentar dos grandes y definitivas decisiones: la amnistía y el referéndum de autodeterminación, aunque intente disimularse la trascendencia del mismo presentándolo como no vinculante.
A Rajoy se le criticó, y con razón, que en 2014 no actuará y que en 2017 aplicará tarde el artículo 155 de la constitución. Muchos son los que consideran que el senado debería haberse reunido para aplicar dicha medida tras los ignominiosos plenos del parlamento catalán del 6 y 7 de septiembre de 2017, en los que se derogó la vigencia del estatuto de autonomía y la constitución y se dio paso a unas leyes de transitoriedad a la nueva república catalana.
También se ha criticado que el contenido del decreto de aplicación del 155, tanto por su alcance limitado como por su duración en el tiempo, fue light y eso no permitió aprovechar la oportunidad para convertir a la Generalitat catalana en lo que debería ser: una genuina institución del Estado leal al mismo.
Pero nada de eso cuenta ya, lo importante es que, aunque fuera tarde, mal y de forma tímida, el gobierno y el Estado contaban con un andamiaje legal que le permitía defenderse a sí mismo, y lo que es más importante, a casi 8 millones de españoles residentes en Cataluña, de las arbitrariedades de corte claramente totalitarias que el gobierno autonómico y el parlamento catalán adoptaban.
Junqueras viajo a inicios de esta semana a Madrid y dijo a los medios de comunicación que “la amnistía estaba pactada hacía mucho tiempo y que por su parte – en referencia a los hechos de septiembre y octubre de 2017- no había arrepentimiento alguno”. Puigdemont, por su parte, lo ha dejado claro: “el objetivo no es otro que la liberación de Cataluña”.
El pacto para la investidura de Sánchez está cerrado, todo lo que estamos viendo es mera escenificación. Tras la investidura, con unas elecciones europeas a seis meses vista y unas autonómicas a un año, que tomaran aire de constituyentes y definitivas como las que Cataluña ya vivió en 2015 y 2017, todo se acelerará… ¡Y de qué manera!
El ex y futuro presidente de la Generalitat, ya rehabilitado, querrá recuperar el tiempo perdido durante su huida.
Puigdemont volverá, vencedor. Es cierto que no habrá millones a recibirle, solo unos pocos miles, pero que más da. El ex y futuro presidente de la Generalitat, ya rehabilitado, querrá recuperar el tiempo perdido durante su huida.
Ni ERC ni Junts se pueden permitir llegar a las elecciones autonómicas de inicios de 2025 sin fecha de referéndum, sin RENFE, sin 72.000 millones de FLA ni sin otro montonazo de cosas. Todo se acelerará y ni España como nación, ni los catalanes -separatistas o no- tendrán sistema alguno para protegerse de fanáticos, con poder y con ánimo de venganza.
Tras la investidura, España y 8 millones de personas residentes en Cataluña quedarán indefensas al albur de las decisiones de quienes en 2014 y 2017 desafiaron al Estado y no tuvieron reparo alguno en intentar convertir a millones de personas nacidas en Cataluña extranjeras en su propia casa.
El 8 y el 29 de octubre de 2017 el PSC se manifestó por las calles de Barcelona contra la asonada separatista, seis años más tarde ha desbrozado el camino al independentismo para que no les quede obstáculo alguno hasta su objetivo final: la independencia.
La fecha de la independencia ya solo depende de lo que decida Puigdemont o Junqueras ¿Qué puede salir mal?
Un comentario en “Tras la investidura de Sánchez, la independencia ”
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¿HASTA CUÁNDO , PEDRO SÁNCHEZ, VAS A SEGUIR ABUSANDO DE NUESTRA PACIENCIA?¿QUÉ TE HABRÁ PROMETIDO SOROS , P.SÁNCHEZ?
«ROMA NO PAGA A TRAIDORES».
Bismarck: “Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido”
LOS SEPARATISTAS CATALANES TIENEN UN 26% DEL CENSO (UNA PERSONA UN VOTO)EN LAS «PLEBISCITARIAS» DEL 14-F 2021 (700 mil votos menos ) Y UN 17% EN LAS E. GENERALES.
LO QUE DEBERIAIS HACER ES RECUPERAR EL ROSELLON (UN TERCIO DE CATALUÑA)PERDIDO POR MOSSEN PAU CLARIS.
RECUERDO QUE LA CONSTITUCION FUE VOTADA POR EL 90% EN TODAS LAS PROVINCIAS DE CATALUÑA.
LOS EMPRESARIOS ALEMANES LE DIJERON A TORRENT:»SI NOS TOCAN LAS NARICES CON LA CONSTITUCION, NOS VAMOS».
PERDIDA LA INFLUENCIA EN EL ROSELLON FRANCES, LA DESCOLONIZACION CATALANA EN BALEARES Y VALENCIA JUNTO CON EL RECHAZO EN LA FRANJA DE PONIENTE,SOLO QUEDA LO QUE ES CATALUÑA ,QUE POR CIERTO, SE HA PASADO AL ROJO DEL PSC .EN LAS AUTONOMICAS DEL 21 EL SEPARATISMO FUE UN 26%. Y UN 20% EN LAS MUNICIPALES Y GENERALES DEL 2023.