¿Hacia dónde oscilará el péndulo socialista?

La manera de actuar del PSOE es lo más parecido a un péndulo, como exhibe un repaso histórico de las relaciones entre el socialismo y el independentismo

Según parece, podría perderse la oportunidad histórica de un pacto constitucionalista entre el PSOE, el PP y Ciudadanos.

Pedro Sánchez, el político sin escrúpulos más escrupuloso, en horas 24 o menos –no hay que descartar que la decisión estuviera tomada hace semanas o meses–, ha cambiado de opinión y, ahora sí, firma un preacuerdo de gobierno de coalición –fruto de la ambición y debilidad de ambos– con Unidas Podemos.

Reparen en lo que acaban de leer: Sánchez ha cambiado de opinión en horas 24 o menos. Una frase que condensa la ideología y el quehacer del presidente en funciones. Probablemente, el presidente más versátil de las democracias occidentales.

Si nos detenemos en una de las cuestiones fundamentales de la investidura –tema al que deberá hacer frente el posible futuro gobierno de PSOE y Podemos–, conviene formular la siguiente pregunta: ¿hasta dónde llegará la versatilidad de Sánchez ante el desafío independentista catalán? Muy probablemente, su partido recuperará el método socialista del péndulo. Me explico.

Quien repase la historia de las relaciones existentes entre el socialismo español y el nacionalismo catalán llegará a la conclusión de que el PSOE –su manera de actuar– es lo más parecido a un péndulo.

En efecto, el PSOE oscila en función de la coyuntura, los intereses y las expectativas del partido. El PSOE, a lo largo de su historia, ha frecuentado el confederalismo, el estatismo, el reconocimiento del derecho de autodeterminación, el autonomismo y el federalismo.  

La política pragmática, oportunista, electoralista, acomodaticia y contingente del PSOE se explica en función de la coyuntura

Como un péndulo, el PSOE apuesta primero por el confederalismo –finales del XIX y principios del XX– para congraciarse con la clase obrera que lucha contra el Estado burgúes.

Cuando la Restauración se afianza, el PSOE se incopora al sistema de partidos y se transforma en una fuerza de orden que colabora –Largo Caballero se integra en el Consejo de Estado y la Asamblea Nacional Consultiva– con la dictadura de Primo de Rivera. “Con y contra”, ya decían entonces.

Tras la Segunda República –el PSOE amnistió a los golspistas del 6 de octubre de 1934 con Lluís Companys a la cabeza-, en plena dictadura del general Franco, el PSOE se mostró partidario de la autodeterminación de Cataluña: una manera de confraternizar con el nacionalismo catalán.

Con la Constitución de 1978, el PSOE aceptó el autonomismo. Y, finalmente, llegó el federalismo para desmarcarse de la derecha. Una política pragmática, oportunista, electoralista, acomodaticia y contingente que se explica en función de la coyuntura, es decir, de la táctica y la estrategia de cada momento.

Y en eso estamos. ¿Cuál puede ser hoy la política del PSOE frente al “proceso”?  Sánchez tiene un amplio abanico de posibilidades –la versatilidad, se decía antes– aprobadas por el partido o propuestas por él mismo. Veamos. 

1. El documento La España Plural: La España Constitucional, La España Unida, La España en Positivo (2003) que “favorece sentimientos, actitudes… un país plural, dinámico, cimentado en identidades compartidas y no conflictivas entre sí, donde la idea de lo común que funda nuestra convivencia no pueda ser arrogada patrimonio privativo de nadie en particular”. El péndulo está en el centro antes del triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero.

El péndulo vuelve al centro para conseguir algunos de los apoyos necesarios para la investidura de Sánchez

2. El documento no oficial Mucho PSOE por hacer (2011) que afirma que “nuestra visión de España plural y unida merece ser defendida con pasión porque es la visión que comparte la inmensa mayoría de los españoles frente a las tensiones de los separatistas y los separadores”. El péndulo oscila hacia el centroderecha después de la derrota de 2011.

3. Los documentos Hacia una estructura federal del Estado y Un nuevo pacto territorial: la España de todos (ambos de 2013) que hablan de “modelo federal, cooperativo y pluralista”, de “garantizar el respeto a la diversidad y dar respuesta a las demandas de autogobierno de las entidades que lo componen [el Estado]”. También, habla territorializar la Justicia. El péndulo oscila hacia la izquierda en pleno mandato de Mariano Rajoy.    

4. El documento Por el catalanismo y la España federal (2017) con sus “cauces de diálogo y negociación” y de “reforma federal de la Constitución” para el “mejor reconocimiento de la realidad plurinacional”. Anuncia “la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial” que incorpora el “Consejo de Justicia de Cataluña como instancia desconcentrada del Consejo General del Poder Judicial”. El péndulo oscila hacia la izquierda para distanciarse de la derecha –mandato de Rajoy– y acercarse al nacionalismo.    

5. El programa electoral Ahora, progreso (2019) que quiere una “España fuerte y cohesionada” que haga “frente al conflicto de convivencia en Cataluña desde la Constitución y el diálogo”. Y que garantice la “diversidad, la unidad y la solidaridad, actuando todas las instituciones con lealtad institucional”. El péndulo oscila hacia la derecha ante la repetición electoral de 2019.  

6. El documento sonoro de Sánchez en el debate entre los candidatos a las elecciones del 10-N de 2019: “Vamos a incorporar en el Código Penal un nuevo delito para prohibir de una vez por todas la celebración de referéndum ilegales en Cataluña, como ha ocurrido cuando gobernaba el PP”. El péndulo sigue oscilando hacia la derecha para competir con el PP y Ciudadanos. 

7. El preacuerdo de gobierno de coalición PSOE/Unidas Podemos (2019): “Garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política… Se fomentará el diálogo, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro siempre dentro de la Constitución… Se fortalecerá el Estado de las autonomías… Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles”. El péndulo vuelve al centro para conseguir algunos de los apoyos necesarios para la investidura de Sánchez.

El trilero es pródigo en juramentos

En la presente coyuntura, ¿hacia dónde oscilará el péndulo socialista si llega a buen puerto el gobierno de coalición PSOE y Unidas Podemos? A tenor de la versatilidad de Sánchez, ¿se olvidará el PSOE del tacticismo de coste/beneficio que le caracteriza? ¿Hasta dónde llegará el sentido de Estado y la responsabilidad del PSOE?

¿El PSOE se enmendará a sí mismo –primeras enmiendas: adiós a la prometida reforma del Código Penal y del “problema de convivencia” al “conflicto político”– con alguna propuesta creativa que favorezca el voto afirmativo, o la abstención, de ERC y otros en la sesión de investidura?

Parafraseando al dramaturgo Pierre Corneille, el trilero es pródigo en juramentos.   

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