Fórmate sin rodeos y sal a trabajar de lo que te encanta
El Grupo Parlamentario Socialista del Congreso ha registrado una proposición no de ley para promover programas para ampliar la información del personal dedicado a la orientación profesional del alumnado de ESO con el objetivo de eliminar el sesgo de género
Publicita el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes: “Estudia FP. Fórmate sin rodeos y sal a trabajar de lo que te encanta”. Un buen eslogan para fomentar los estudios de Formación Profesional entre los jóvenes y las jóvenes. La cosa parece funcionar bien si tenemos en cuenta que el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales cuenta con un total de 881 cualificaciones ordenadas en 26 familias profesionales y que el alumnado de grados de Formación Profesional crece -32,6% en los cinco últimos cursos- de año en año. Pero, algo falla.
Él elige Mantenimiento de Vehículos y ella Imagen Personal
Resulta que la elección de especialidad por parte del alumnado no satisface al gobierno progresista. En concreto, la elección “sin rodeos” de la especialidad “que te encanta” no cuadra con el programa de ingeniería social deliberada del socialismo. ¿Qué ocurre aquí?
En los grados de Imagen Personal, Sanidad o Confección predominan las mujeres y en los de Ciencia y Tecnología predominan los hombres. Con un par de excepciones: en los grados de Química e Industrias Alimentarias predominan las mujeres. La brecha de género, dicen. No gusta. Suena a reaccionario, a discriminación de la mujer, a machismo, a heteropatriarcado. Hay que cambiar la tendencia.
La manipulación de la conciencia de los menores de edad
¿Cambiar cómo? El Grupo Parlamentario Socialista del Congreso ha registrado una proposición no de ley para promover, junto a las demás administraciones competentes, programas para ampliar la información y formación del personal dedicado a la orientación profesional del alumnado de ESO con el objetivo de eliminar el sesgo y los estereotipos de género en los procesos de orientación laboral que realizan los y las jóvenes.
«La elección de especialidad por parte del alumnado no satisface al gobierno progresista»
¿Ampliar la información y la formación? ¿Orientación profesional”? ¿Eliminar el sesgo y el estereotipo de género? ¿Orientación laboral?
Se les entiende muy bien: hay que hacer todo lo que se pueda y más para que los jóvenes se matriculen en Imagen Personal y las jóvenes en Mantenimiento de Vehículos. A eso se llama manipulación de la conciencia de los menores de edad. A eso se llama programa de ingeniería social deliberada.
Del estereotipo de sexo al cupo de sexo
Hay más: el Grupo Socialista propone tomar medidas en el proceso de matriculación para incentivar la representación equilibrada de ambos sexos en todas las familias profesionales del sistema de FP y estudiar los motivos por los que la matriculación de alumnado femenino en los cursos de especialización, grado E –unos cursos superiores que abren el camino al Máster de Formación Profesional-, es inferior.
¿Unas nuevas medidas de matriculación para lograr el equilibrio de sexos en todas las especialidades? ¿Averiguar por qué la mujer no se decide por la obtención del Máster?
Se les entiende todo y no quieren aceptar la realidad. Las nuevas medidas de matriculación se traducen en el establecimiento de un cupo de sexo. Por ejemplo: el 50 por ciento de matrículas de Mantenimiento de Vehículos ha de ser masculino y el otro 50 por ciento femenino; el 50 por ciento de matrículas de Imagen Personal ha de ser femenino y el otro 50 por ciento masculino. No quieren aceptar que unos y otras, o unas y otros, eligen la especialización que prefieren por las razones que sean.
Lo que pretende el socialismo
La nota de exposición de motivos del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso, que justifica el registro de la proposición de ley, es muy explícita: hay que superar el desequilibrio de profesiones masculinas versus profesiones femeninas que se traslada al mercado de trabajo, produciendo la feminización y masculinización de ciertas profesiones. Unas profesiones masculinizadas que suelen estar mejor pagadas –también, mejores condiciones laborales- que las feminizadas.
Por ello –concluye el Grupo Socialista-, hay que romper el sesgo de género a favor de las mujeres en las familias profesionales actualmente masculinizadas. Una ruptura indispensable para reducir el predominio de las mujeres en la tasa de paro y en las ocupaciones con niveles salariales más bajos.
La cuestión: las mujeres, pese a la demanda creciente, pese al éxito de muchas mujeres en el campo tecnológico, no apuestan mayoritariamente por las profesiones técnicas. ¿Y qué? ¿Acaso las profesiones feminizadas son de segunda división y condenan a la subalternidad a las mujeres? Falso.
Los valores de conducta femeninos –intuición, cooperación, sensibilidad- son fundamentales para triunfar en el seno de una sociedad que está viviendo una nueva revolución científica, económica y artística que no gira alrededor de la vieja fábrica, sino del laboratorio, la educación y la empresa de servicios. ¿Por qué la mujer no ha de aceptar y asumir estos valores? ¿Por qué la mujer no ha de reivindicar la dignidad de lo femenino? Y no existe ningún complot masculino que condena a la mujer a una existencia subalterna.
El PSOE insiste y persiste en coartar la libertad de las mujeres cuando se trata de elegir una u otra profesión
Pese a ello, el PSOE insiste y persiste en coartar la libertad de las mujeres cuando se trata de elegir una u otra profesión. El PSOE se empeña en decir/obligar al alumnado femenino que se ha equivocado, que ha de matricularse en el grado de Mantenimiento de Vehículos.
El PSOE se pasa por el forro la libertad de elección de la mujer
La exigencia de imponer unas determinadas profesiones no proviene de la proposición no de ley ya citada registrada en 2024 –el dichoso sesgo de género-, sino que ya se encuentra en la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional cuando en el artículo 25.2 dice que “se promoverá la participación equilibrada de mujeres y hombres en todas las ofertas formativas para la eliminación de sesgos y estereotipos de género, con pleno respeto a la libertad de elección formativa de los estudiantes y de las familias. Con el fin de aumentar la presencia de alumnado en determinadas especialidades, y de corregir las situaciones de sobrerrepresentación de uno u otro sexo, las administraciones competentes podrán establecer acciones positivas específicas que las corrijan”.
¿Pleno respeto a la libertad de elección? ¿Quién es el Gobierno para “establecer acciones positivas” que en realidad son imposiciones? ¿No habíamos quedado en que las mujeres deben formarse sin rodeos y trabajar en lo que les encanta? Otra mentira a sumar en la cuenta.