El error de Feijóo

Comprar el marco mental de tus adversarios en materia laboral, desarma al PP y le hace bailar al son de la música que marcan desde el PSOE y Sumar

Un post en redes de hace pocos días tituló: “Feijóo se aleja de Vox y se lanza ahora a capitalizar banderas sociales de la izquierda”, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, respondió de forma lacónica y clara al tweet: “Error”. Y tiene razón. 

Días más tarde Feijóo hizo público que estaba abierto a negociar la semana de 4 días y, como gesto de buena voluntad, al parecer, llamo a la CEOE antes de hacer publica su predisposición a ceder ante Yolanda Díaz.  

El error de Feijóo es múltiple. Económicamente hablando, uno de los grandes problemas de España es su baja productividad. Según BBVA Research, la productividad en nuestro país ha retrocedido un 7,3% en lo que va de siglo. Reducir la jornada laboral no parece que sea una solución para este problema, todo lo contrario. Y no lo olvidemos: menos productividad es menor oferta que trae consigo menos ventas y, por lo tanto, menos ingresos para las empresas y menos ingresos fiscales para el estado.   

Más allá de la cuestión económica está la estrategia política. El manual de comunicación política establece como una de las máximas más evidentes que gana las elecciones aquel que consigue que el debate social y político se centre en los temas que él propone. Desde esta perspectiva Alberto Núñez Feijóo acaba de darle un incomprensible balón de oxígeno a Yolanda Díaz. No sé qué opinaría de esto pedro Arriola, el añorado gurú sociológico del PP.   

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. EFE/David Fernández.

La vicepresidenta lleva tiempo insistiendo en reducir la jornada laboral y los sindicatos la acompañan frente a las reticencias de una patronal que alega que el recorte del tiempo de trabajo cobrando lo mismo afecta a los costes, incrementándolos, es inviable en la industria donde se trabaja por turnos, no hay oferta en el mercado laboral para cubrir las vacantes que se generarían y para la población en general generaría inflación al tener que repercutir al cliente final el incremento del coste de producción.  

Los tiempos de Dickens han pasado, no todos los trabajadores son de izquierdas ni todos los empresarios de derechas, es más, en ocasiones la proporción es inversa, solo falta ver como en Sant Cugat ha gobernado la CUP y en Badalona gobierna el PP, pero si es verdad que la derecha suele ser más realista, tocar con los pies en la tierra y no tiene tendencia a proponer utopías que en la práctica no llevan a ninguna parte.

Pifia estratégica

Feijóo, al abrirse a negociar, como si él fuera un agente social, la jornada de 4 días semanales, hace un flaco favor a los millones de votantes de su partido que son autónomos o pequeños empresarios, demuestra una desconexión de la realidad asombrosa y comete mucho más que un fallo táctico para caer en una pifia estratégica: ahora que se aviene a negociar debilita a una de las partes del diálogo social, deja perplejos a muchos de sus votantes, da aire a Yolanda Díaz y contribuye a que se aplique una medida que no aportará nada bueno ni a la economía ni al empleo. 

Comprar el marco mental de tus adversarios en materia laboral, abriéndote a negociar con los independentistas de Junts o sumándote a la criminalización de VOX, desarma al PP, le deja sin argumentos y le hace bailar al son de la música que marcan desde el PSOE y Sumar.  

En definitiva, Esperanza Aguirre tiene razón: un error.