Las elecciones catalanas para detener el tiempo

Con la fragmentación política en juego, las elecciones de Cataluña plantean más interrogantes que respuestas, mientras ERC busca prolongar su influencia en Madrid y mantener el poder en Cataluña

Desde que Pere Aragonés, Presidente de la Generalitat de Cataluña, convocó las elecciones para el domingo 12 de mayo, la mayoría de las valoraciones sobre lo que ocurrirá el día después han sido negativas. Se ha planteado que es probable que deban repetirse las elecciones debido a la fuerte fragmentación de la oferta política en Cataluña, se ha objetado que la división del independentismo, ya es posible que se presenten cinco formaciones políticas independentistas, hace imposible la gobernabilidad tras las elecciones; se ha asociado la posible derrota de Salvador Illa como preámbulo a la caída de Pedro Sánchez.

Las valoraciones y predicciones políticas sobre lo que significan y lo que pueden acarrear los resultados electorales se centran bajo un enfoque pesimista. Esta visión pesimista se sostiene no solo con argumentos, sino que se basa en las actuaciones políticas realizadas hasta la fecha y, por lo tanto, resulta más creíble su análisis  que aquellos que consideran que tras las elecciones se abre una nueva etapa política positiva para Cataluña y España.  

Pedro Sánchez saludando a Pere Aragonès (ERC) minutos antes de la primera reunión de la mesa del "conflicto catalán" en el Palacio de la Moncloa, el 26 de febrero de 2020 | EFE/Archivo
Pedro Sánchez saludando a Pere Aragonès (ERC) minutos antes de la primera reunión de la mesa del «conflicto catalán» en el Palacio de la Moncloa, el 26 de febrero de 2020 | EFE/Archivo

La realidad es que las elecciones convocadas para el 12 de mayo pretenden medir la fuerza que ERC tiene para prolongar la influencia en Madrid y el poder en Cataluña, más que resolver asuntos que afectan a los ciudadanos. Lo que persigue ERC es prolongar la actual legislatura por medio de una convocatoria electoral que le permita ganar tiempo, si logra un resultado parecido al de las anteriores elecciones.

Lo que persigue ERC es prolongar la actual legislatura por medio de una convocatoria electoral que le permita ganar tiempo

Las elecciones se convocan cuando la ley de amnistía ha sido aprobada, y el futuro que se abre  en Cataluña es ver quién saca más beneficio político para iniciar la nueva etapa política y social. El planteamiento político busca situar a Carles Puigdemont en una posición parecida a la que tuvo la pasada campaña, donde podía prometer volver a Cataluña, pero sin poder asegurar que lo pudiera hacer.

Las elecciones catalanas deben entenderse como una segunda vuelta de las anteriores elecciones, donde Salvador Illa ganó, pero no puedo gobernar, y no como un cambio de ciclo político en Cataluña. Se dirimirá si Salvador Illa logra los 42 escaños que le augura la última encuesta del CEO y si ERC logra ganar a Junts para conseguir la aritmética parlamentaria necesaria para prolongar la base política de la anterior legislatura. Lo que persigue ERC es detener el tiempo, no abrir un nuevo periodo político, ni en Cataluña ni en Madrid. 

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