El Estado es suyo
La propuesta de Miguel Ángel Oliver al frente de EFE difícilmente podrá garantizar un modelo de independencia periodística
Hubo un tiempo en el que el PSOE, allá por el año 2018 cuando todavía estaba en la oposición, propuso que la dirección de la agencia EFE fuera nombrada por una mayoría cualificada del Congreso (3/5) y que compareciera todos los meses para dar cuenta en el Parlamento. Hablaban los socialistas de entonces de defender un modelo de independencia y sostenibilidad de la corporación que sirviera como “referente” para los servicios públicos audiovisuales.
Pero Pedro Sánchez, el ‘virtuoso por necesidad’ está en apuros para gobernar sobre el alambre de esta legislatura monitoreada por el prófugo Puigdemont. Y ha decidido tirar por la calle de en medio. Sin miramientos. Con ceses y nombramientos que nos van alejando de una democracia plena. La propuesta de Miguel Ángel Oliver al frente de EFE difícilmente podrá garantizar un modelo de independencia periodística.
Pero a Sánchez eso no le importa, al contrario. Necesita sometimiento a su alrededor. Sin escuchar las críticas de propios y extraños. Porque la soga de Waterloo le aprieta cada vez más. Y está topando con el obstáculo de la incomprensión sobre sus concesiones. No sólo en la oposición. También se ha detectado grandes reparos en el segmento electoral socialista con la amnistía.
Los últimos sondeos no le dan buenas noticias: más del 60% de los ciudadanos españoles consultados se muestran contrarios a que los delincuentes del ‘procés’ se vayan de rositas. Que entienden que los secesionistas hicieron algo mucho más grave que “jugársela en el 2017”. Desafiaron al Estado vulnerando la Constitución y el Estatut rompiendo el marco de convivencia desde el propio parlamento de Cataluña.
Por eso Sánchez se encuentra inmerso en plena gira por varios medios de comunicación para intentar explicar lo inexplicable con falsos titulares. Y proponiendo a Feijóo comisiones para blanquear las mesas con Junts y ERC, que no han colado en el PP. Querer gobernar con la extrema izquierda y los secesionistas y, además, neutralizar a la oposición es una pretensión de cuadratura del círculo. Tarea imposible.
Una legislatura de choque
Ésta va a ser una legislatura de choque. Con el muro que el propio Sánchez anunció que iba a erigir entre los suyos y los que le critican. Por eso necesita rodearse de una guardia pretoriana. Prietas las filas. Con fieles hasta la muerte. Su currículum es lo de menos. Lo que le importa es la lealtad. Del “Estado soy yo” de Luis XIV hemos pasado al ‘Estado es mío’ que parece ser la máxima que mueve a Pedro Sánchez en su afán de colonizar las instituciones.
Sánchez nos confunde cuando lo mezcla todo
En este ‘estado de necesidad’ se enmarcan sus movimientos a la desesperada. Con purgas hacia los críticos como el cese del jurista Fernandez Fontecha, que tuvo sus reparos con los pactos entre el PSOE y Junts por considerar que “modifican de facto la Carta Magna”. Cero a la izquierda.
Con nombramientos tan descarados como la propuesta de Miguel Ángel Oliver, ex Secretario de Estado de Comunicación de la Moncloa, como presidente de la agencia EFE. Que es una agencia de noticias y no de comunicación. Que Sánchez nos confunde cuando lo mezcla todo.
Otro asalto a una institución de servicio público, como la agencia EFE, que tiene que garantizar la neutralidad de la información. Un cometido incompatible con Miguel Ángel Oliver. Un profesional de dilatada trayectoria que malogró en sus últimos años de carrera al cambiar su carné de periodista por el de “un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo” de Pedro Sánchez.
En el más puro estilo del personaje que encarnaba Jose Luis Lopez Vázquez en la comedia de los sesenta “Atracó a las tres”. Y que tan fielmente está representando ya el letrado mayor del Congreso, Fernando Galindo, trabajando a las órdenes de la presidente de la Cámara Baja, Francina Armengol.
Contra la libertad de expresión
Los colegas de la agencia EFE están preocupados. Resulta comprensible. No necesitan un comisario sino un profesional del periodismo que sepa gestionar bien el coloso de la información española. Ni más ni menos. Pero los intereses de Sánchez van en dirección contraria a los de la libertad de expresión.
El problema no es que el Gobierno quiera nombrar a un periodista afín. Todos más o menos lo han hecho. El problema se produce cuando se trata de un ex Secretario de Estado de comunicación cuyo papel dejó mucho que desear a la hora de permitir ejercer el periodismo libre en las comparecencias de Pedro Sánchez durante la pandemia.
La designación de este periodista, que también fue candidato del PSOE en las elecciones autonómicas de 2019 tiene la única finalidad de justificar las acciones de este presidente de gobierno. El Estado es él. El Estado es suyo.
2 comentarios en “El Estado es suyo”
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En efecto. El futuro del país dependerá de la fuerza de los que no quieran verse sometidos. Y,desde luego, de la capacidad de rebelarse de los votantes socialistas. Todo lo demás, no existe. Gracias por leer.
Pues sí, Sra. Etxarri. Todo se la sopla y, como tiene muy claro que el fin justifica los medios, es capaz de todo.
Aquí ya no hablamos de izquierda o derecha ni de conservadores o progresistas, sino de que este feligrés está pisoteando el estado de derecho y la democracia y si le dejamos hacer nos podemos encontrar más temprano que tarde inmersos un engendro bolivariano del que nos será muy difícil librarnos.
Y no, no vendrá cruzando los Pirineos al galope el séptimo de caballería para salvarnos. Estamos solos y depende de nosotros plantar cara a la que nos viene.