Cómo descubrir los propósitos del Equipo de Opinión Sincronizada
Ahí tienen ustedes –una expresión o locución popular ya generalizada- el Equipo de Opinión Sincronizada que retuerce la realidad adecuándola y adaptándola a los intereses del poder sanchista
Sevilla, Palacio de Congresos y Exposiciones, 41º Congreso Federal Ordinario del PSOE, 1 de diciembre de 2024. Mientras Pedro Sánchez y sus adláteres –puño en alto- cantan “¡Arriba, parias de la Tierra!/ ¡En pie, famélica legión!/ Atruena la razón en marcha:/es el fin de la opresión”, una cohorte de informadores y articulistas escriben sobre el evento.
Una mayoría, a su manera y en su estilo, transcriben, de facto, el penúltimo párrafo de la Carta de Pedro Sánchez a la militancia, un paso al frente: “No nos vamos a detener. Nadie conseguirá frenarnos. Ahora toca consolidar los avances y seguir gobernando para la gente. Es el momento de dar un paso al frente para seguir construyendo una España mejor. Y cuento con todos vosotros y vosotras para dar ese paso a mi lado”. Posteriormente –en plena sintonía con el argumentario socialista que se transmite diariamente-, vuelven al trabajo diario: el bulo y el fango de la derecha, los jueces que se empeñan en gobernar España, el lawfare, la judicialización de la política, las cartas marcadas con las que juega la oposición y un largo etcétera.
Doctrina y marketing
Ahí tienen ustedes –una expresión o locución popular ya generalizada- el Equipo de Opinión Sincronizada que retuerce la realidad adecuándola y adaptándola a los intereses del poder sanchista. Un Equipo que canoniza a la izquierda sanchista y condena a la oposición de derechas. El guion: el argumentario gubernamental como referencia; el aplauso a la colonización sanchista de las instituciones; la crítica sistemática de cualquier juez que lesione los intereses de Pedro Sánchez y familia; la demonización de la oposición; el visto bueno a un poder obtenido a cambio de la impunidad de sediciosos y malversadores; el encubrimiento de un gobierno cuyo único objetivo conocido es la conservación del poder a cualquier precio.
Su especialidad: arrogarse la potestad de discernir lo que es o no es un bulo y un medio o un pseudomedio. La consigna ante la corrupción que podría padecer el PSOE: “No hay prueba. No hay causa”. El objetivo máximo: no se puede incriminar ni a Pedro Sánchez, ni a su familia, ni al PSOE. Un Equipo bunquerizado, uniforme y uniformado. A sus órdenes. Obediencia y marketing.
Propagandistas y agitadores
El Equipo de Opinión Sincronizada, por decirlo a la manera de los clásicos, está secuestrando el “arte del bien decir” cuyo objeto era orientar al auditorio por la vía de la reflexión. No es una casualidad que en la Grecia clásica surgiera la retórica judicial que distingue lo justo de lo injusto, la retórica deliberativa que diferencia lo útil de lo nocivo y la retórica demostrativa que distingue lo bueno de lo malo. Una retórica que recrimina, defiende, exhorta, disuade, elogia o reprueba con el razonamiento por bandera.
No es una casualidad que con Pedro Sánchez se consolide el periodismo/retórica de parte. El periodismo crítico se está evaporando. Un periodismo de parte cargado de intereses. Un periodismo de Régimen. Palmeros, coloquialmente hablando. Un Equipo de Opinión Sincronizada que deviene portavoz de Pedro Sánchez. El periodismo se transforma en el arte de la persuasión y la publicidad por encima de todo argumento. El periodismo o un relato que recitar y un discurso que interpretar. El arte de la representación. Un storytelling que remueve emociones y sentimientos. Un periodismo, un Equipo de Opinión Sincronizada -un club de periodistas convertidos en juristas- de propagandistas y agitadores.
No se dejen engañar ni manipular
Clément Vicktorovitch es un politólogo, columnista, youtuber y streamer francés empeñado en educar a la ciudadanía en el asunto de descifrar las claves de la retórica publicitara política. Entre sus trabajos, cabe destacar el título Le pouvoir rhétorique. Aprendre à convaincre et à décrypter les discours (2021).
Nuestro autor señala que los ciudadanos son capaces de descifrar y desenmascarar –descubrir el propósito- el discurso del poder para así llegar a ser verdaderamente libres y así poder formar su propio juicio político. No hay que dejarse engañar. No hay que tolerar la manipulación de la consciencia a través del lenguaje. No hay que sucumbir –dice- a ese karate o aikido que es la retórica del político. O del Equipo de Opinión Sincronizada que busca persuadirnos en beneficio del poder.
El ensayo de Clément Vicktorovitch es un manual de retórica –con ejemplos incluidos- que nos educa en el arte de descifrar las malas artes de los políticos y sus terminales mediáticas.
Se trata de superar los límites que nos impone el poder sanchista. Se trata, en definitiva, de defender la democracia
Hay que ser conscientes de que el lenguaje –frecuentemente se corrompe adrede el léxico en beneficio propio- busca agradar, conmover, mistificar, engañar o inducirnos al error y a la movilización. Esto es, hay que aprender a detectar las trampas del discurso. Hay que disponer de información y de estrategias de ataque que permitan desplegar nuestros argumentos y refutar la credibilidad de nuestro interlocutor. No se dejen interrumpir e impidan que el debate se desvíe para así neutralizarlo. Hay que saber de antemano los engaños, bromas y tonterías que nos tiene reservados el adversario. No debatan sin tener algunas preguntas y respuestas preparadas. Manejen imágenes y emociones. Y no se olviden –concluye- que el arte de convencer requiere tacto, elegancia y a veces incluso belleza.
No se trata de una variante de la autoayuda. Se trata de librarse de la rutina de una propaganda que ofusca la realidad. Se trata de superar el engaño/autoengaño que nos paraliza. Se trata de superar los límites que nos impone el poder sanchista. Se trata, en definitiva, de defender la democracia. Para ello, hay que reunir argumentos y saberlos utilizar debidamente frente a los profesionales de la retórica gubernamental. Ese es el atinado consejo de Clément Vicktorovitch.
Albert Camus
Albert Camus nos recuerda que el periodista debe ser “crítico, defensor del ciudadano frente al poder, al iluminar las zonas oscuras y ocultadoras de una realidad y de una clase política que con frecuencia cree poco en los ciudadanos y que, en los casos más extremos, se constituye en `castas´” (El periodista crítico, 1944).
La Internacional
Este artículo empieza en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla -donde se celebró el 41º Congreso Federal Ordinario del PSOE el 1 de diciembre de 2024- con Pedro Sánchez y sus adláteres, puño en alto, cantando la primera estrofa de La Internacional.
El artículo acaba con la transcripción –sin el puño alzado- de la penúltima estrofa también de La Internacional: “Basta ya de tutela odiosa,/ que la igualdad de la ley ha de ser,/ no más deberes sin derechos,/ ningún derecho sin deber”. Y, como dice la última estrofa, “agrupémonos todos,/ en la lucha final”. No lo digo yo, sino La Internacional.