Culpabilizar al propietario del problema de la vivienda es infame
El resultado de señalar a los propietarios de pisos y de limitar su derecho a la propiedad ha tenido como consecuencia el encarecimiento de la vivienda
Los datos oficiales señalan que el coste del alquiler se ha incrementado casi un 30% desde que Sánchez habita en La Moncloa. Desde 2018 la política de vivienda en España se ha caracterizado por tres factores: el primero ha sido culpabilizar a los propietarios del incremento del precio del alquiler o la compra. El segundo introducir todo tipo de regulaciones que han restringido el mercado y han creado inseguridad jurídica y el tercero una incompetente gestión administrativa y normativa que ha llevado a que el proceso de construcción de una vivienda se prolongue a lo largo de más de ocho años.
El resultado de señalar a los propietarios de pisos y de limitar su derecho a la propiedad ha tenido como consecuencia el encarecimiento de la vivienda. Uno de los mantras habituales del gobierno es que los “fondos buitres” hacen negocio con la vivienda, pero esta semana el Banco de España, qué según su nuevo gobernador no está para censurar si no para aconsejar el gobierno, ha publicado la cifra de que solo el 8% de los inmuebles en España pertenecen a un fondo de inversión.
Uno de los motivos por los que la vivienda sube de precio sin parar lo señala el Banco de España en su último informe al indicar que en España faltan medio millón de viviendas. Cuando falta cualquier producto siempre sube de precio, es la ley de la oferta y la demanda. Regular el precio o señalar a los que producen el producto en carestía, en este caso viviendas, solo provoca una mayor caída de la producción y un incremento aún más acelerado de los precios.
Uso turístico de la vivienda
El gobierno ha reaccionado ante la demanda social de viviendas prohibiendo su uso para ciertas actividades como el alquiler estacional o turístico, creando indicadores incomprensibles para intentar limitar el precio y prometiendo ayudas directas. La confianza en las medidas gubernamentales es tan limitada que ni tan siquiera las comunidades autónomas gobernadas por socialistas como Asturias, Navarra o Castilla – La Mancha se han avenido a aplicar la legislación emanada del consejo de ministros. Solo Cataluña, que en otros temas siempre busca su hecho diferencial, se ha alineado con La Moncloa.
Precisamente fue Salvador Illa, presidente de la Generalitat y socialista, el que puso el dedo en la llaga sobre uno de los principales motivos por los cuales falta vivienda en nuestro país. Durante el reciente debate de política general en el parlamento catalán Illa se comprometió a reducir de 100 a 50 el número de meses que se tarda desde que un solar se quiere urbanizar hasta que se entrega un piso. En resumen, Illa nos ha contado que la complejidad de las normas urbanísticas que deben pasar por aprobaciones locales y autonómicas y la lentitud en la concesión de licencias, en definitiva, la administración por palabra, obra y omisión, es la responsable de la falta de vivienda en España y no los propietarios.
La vivienda no va a abaratarse en los próximos tiempos
Culpabilizar a un propietario de la falta de vivienda en España es como responsabilizar a un automovilista de la falta de aparcamiento o a una familia de la escasez de un producto en el super.
Agilidad en la planificación, celeridad en la concesión de licencias, ampliación de oferta de suelo para abaratar el mismo y contención fiscal son reformas que no puede hacer un propietario si no que debe hacer la administración. Si las llevara a cabo la falta de oferta de vivienda que lleva a la escalada de precios empezaría a remitir dentro de 5 años. Pero pierda amigo lector toda esperanza, tal cosa no sucederá porque muchos miembros del actual gobierno, como Yolanda Díaz, aunque leyeran este artículo 1.500 veces no lo comprenderían.
La vivienda no va a abaratarse en los próximos tiempos, por de pronto, el gobierno con la excusa de transponer una normativa europea, el próximo año va a incrementar el coste de la tasa de basuras… y es que el problema de cualquiera ya no es solo acceder a una vivienda si no también mantenerse en ella.