Cuba necesita a Maduro para seguir viviendo de Venezuela

No es de extrañar que los venezolanos se hayan echado a la calle para reclamar un cambio de Gobierno pues, a diferencia del cubano, el pueblo venezolano no se ha convertido todavía en un zombi

El régimen cubano es un parásito de Venezuela. Por eso hará todo lo posible para que Nicolás Maduro siga tiranizando el país otorgándole el triunfo en unas elecciones que todo el mundo sabe que ha perdido. Cuba necesita seguir chupando de la ubre venezolana porque, de lo contrario, los “revolucionarios” de Díaz-Canel podrían verse definitivamente superados por la miseria que ahoga la isla. 

Detrás de Cuba, no lo olvidemos, están otros países, movimientos, grupos y foros dispuestos a sacrificar a millones de venezolanos (antes lo hicieron con millones de cubanos) para que la “izquierda revolucionaria” siga jugando a liberar el mundo del cruel capitalismo en el que tan buenos negocios hacen algunos de ellos: oportunistas, fracasados, residuos contaminantes de una ideología achatarrada que ni el populismo europeo quiere ya reciclar como zapateros o monederos.

Cuba es un país que siempre ha necesitado de otro para vivir. Durante décadas (1960-1990) dependió económicamente de la URSS, que le compraba el azúcar diez veces por encima de su precio y le vendía petróleo por la mitad de lo que costaba en el mercado internacional. La isla nunca fue capaz de desarrollar una estructura económica y terminó el siglo XX con una caída del 35% de su PIB y el consiguiente deterioro de todos los indicadores sociales. A partir del año 2000 y con la Unión Soviética disuelta, Cuba necesitaba otro náufrago al que agarrarse y pasó a depender de Venezuela.

La llegada al poder de Hugo Chávez favoreció las relaciones entre Caracas y La Habana y en octubre de 2000 el líder venezolano se comprometió con Fidel Castro a suministrar a la isla 53.000 barriles diarios de petróleo, que luego serían 93.000. Según datos del Real Instituto Elcano, en esta época Caracas garantizaba el 20% del PIB de Cuba. A cambio, Fidel Castro mandó médicos, maestros y profesionales de todo tipo que la “revolución” bolivariana necesitaba para afianzar su proyecto totalitario en Venezuela. Entre 2000 y 2019 llegaron a Venezuela más de 200.000 “técnicos” cubanos con experiencia acreditada en muchos campos, también en el de silenciar a la oposición de su país.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Foto: EFE/CH
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Foto: EFE/CH

Con las primeras nacionalizaciones y después, con la crisis de 2019, la peor de la historia reciente de Venezuela, se calcula que cerca de siete millones de venezolanos se vieron obligados a abandonar su país, en muchos casos en condiciones inhumanas, y se generó un fenómeno migratorio sin precedentes en la zona. A pesar de ser uno de los países más ricos de la región y disponer de grandes reservas de petróleo, la desastrosa política económica y la represión política de Nicolás Maduro han llevado a la sociedad venezolana a unos niveles de pobreza difíciles de asumir en un país con tantos recursos.

Según un informe de la ONU de 2019, siete millones de personas necesitaban ayuda urgente en Venezuela y no se ha prestado. El sistema de salud ha colapsado, proliferan las enfermedades infecciosas, un millón de niños ha dejado de asistir a la escuela y la desnutrición afecta a amplias capas de la sociedad. Se pasa hambre.

Los venezolanos reclaman un cambio de Gobierno

No es de extrañar pues que los venezolanos se hayan echado a la calle para reclamar un cambio de Gobierno y, especialmente, la salida del principal responsable de esta situación. A diferencia del cubano, el pueblo venezolano no se ha convertido todavía en un zombi. Pero si finalmente Maduro consigue perpetuarse en el poder gracias a la ayuda exterior y al empeño de quienes le deben negocios y favores, podremos decir que Venezuela será ya irrecuperable. Será un muerto viviente en manos de quienes la vienen parasitando desde hace años.

Ningún observador de los comicios mínimamente independiente reconoce el triunfo de Maduro

Pedir transparencia a Maduro y sus sicarios, y que faciliten unas actas electorales limpias y democráticas, es jugar con el futuro de un pueblo que ha dicho basta. Ningún observador de los comicios mínimamente independiente reconoce el triunfo de Maduro. Bien al contrario, entienden que la mayoría ha mostrado su apoyo al opositor Edmundo González Urrutia. Dejar que la represión se extienda por el país, que los muertos a manos de los aparatos del Estado se amontonen en las calles y en los centros de detención, será responsabilidad no solo del régimen chavista y de quienes le apoyan, lo será también de la comunidad internacional si permanece impasible ante lo que está sucediendo.

Que el Gobierno de Pedro Sánchez haya mostrado tanta voluntad por mediar en el conflicto palestino y tan poca en lo que atañe a Venezuela alimenta la sospecha de que el interés político del ala más izquierdista del Ejecutivo está por encima de la crisis humanitaria. O lo que es peor, se puede pensar que hay temor a que con la posible caída de Maduro se acaben descubriendo asuntos que puedan comprometer gravemente al Gobierno.

Lo que le faltaba a Pedro Sánchez.

2 comentarios en “Cuba necesita a Maduro para seguir viviendo de Venezuela

  1. Yo ya no soy corresponsal de TVE, y me temo que ahora tampoco podría serlo. A quien no se muestra aliado de la izquierda le tachan rápidamente de serlo de la derecha, como hace usted. Menos mal que nos quedan medios como este donde todavía podemos expresarnos con libertad. Saludos.

  2. Debe de quedar poco del corresponsal de TVE, por sus artículos, es aliado de la derecha en culpabilizar al presidente del gobierno, como buen periodista de derechas, hasta de la muerte de Manolete, una lástima, otro afín al grupo de «los que pueden hacer que hagan»