Cuando seguir en el poder supone no gobernar 

El lema del Gobierno en esta cuestión, como en otras muchas, es que la culpa es del PP, con quien no se puede llegar a ningún acuerdo

Hay que reconocer que Pedro Sánchez tiene una habilidad no observada hasta ahora en ningún otro político: Por un lado, deja claro que no va a pactar nada con el PP, pero, por otro, hace que parezca que es el partido de Núñez Feijóo el que no quiere llegar a acuerdos con los socialistas. Y son muchos los asuntos en los que no hay consenso. Se trata de cuestiones que afectan al funcionamiento del Estado en su conjunto y en los que la ciudadanía espera una respuesta única de los principales partidos políticos. La inmigración, por ejemplo, es uno de estos temas que está huérfano de pacto. Todo apunta a que hay que tomar medidas de urgencia tanto por el drama que supone para quienes se suben a un cayuco como por las consecuencias que genera la llegada descontrolada de estas personas a nuestro país. Pero no. 

Vemos que el Gobierno ha cambiado su discurso y se plantea cuestiones, como las repatriaciones, que antes descartaba y criticaba porque formaban parte del discurso tanto del PP como de Vox. Sin embargo, este cambio de percepción del problema, lejos de acercar a Pedro Sánchez a la oposición, le aleja. El lema del Gobierno en esta cuestión, como en otras muchas, es que la culpa es del PP, con quien no se puede llegar a ningún acuerdo. Parece que ha sido el propio Partido Popular el que se ha rodeado a sí mismo y voluntariamente con un cordón sanitario que le aísla y no deja que se pueda llegar a acuerdos con él. “El discurso de la derecha y la ultraderecha impide cualquier acercamiento”, viene a decir Sánchez. Lo que traducido del “politiqués” significa que el PP nunca tendrá razón, porque aunque la tenga, yo (Sánchez) siempre se la voy a negar. 

Nuevo gobernador del Banco de España

Algo parecido ha sucedido con el nombramiento del ministro José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España. Dos son los requisitos que se piden a alguien que va a ocupar un cargo así: el primero de ellos está relacionado con la capacidad y conocimiento profesional del puesto, requisito que parece cumplir; pero el segundo, que hace referencia a la autonomía e independencia en las decisiones, se antoja complicado que lo cumpla a tenor de nombramientos similares en otros estamentos del Estado que Sánchez ha puesto a su servicio sin ningún rubor. La lista es larga: CIS, RTVE, Agencia Efe, Correos, Fiscalía General, Tribunal Constitucional… Por no hablar de que será el Escrivá presidente del BdE quien tenga que evaluar ahora medidas que ha puesto en marcha antes el Escrivá ministro. Todo en orden. 

Colonizar las instituciones del Estado poniendo personas afines para que trabajen en el  apuntalamiento del Gobierno que les ha nombrado no tiene un pase

Las dudas del PP sobre el dedazo para nombrar a Escrivá son lógicas. Entre otras cosas porque el Gobierno ha puesto su nombre encima de la mesa como quien pone un plato de lentejas: si quieres las tomas y si no las dejas. Y los de Feijóo se han levantado y se han ido. No quieren participar de un menú impuesto, así que han renunciado a discutir el nombramiento del subgobernador del BdE. Es el cordón sanitario invisible que le ha puesto Sánchez al PP. Ese que parece que la cerrazón es de los populares y que, por lo tanto, no deja otra opción a nuestro Presidente que decidir por su cuenta y hacer valer su voluntad. Así que dadas las circunstancias nombrará también al subgobernador. 

Hay que reconocerles a Pedro Sánchez y a los suyos la habilidad de hacer lo que les da la gana y que parezca, sin embargo, que lo hacen forzados por la intransigencia del PP. En otras circunstancias, en otro momento político, esta situación sería insostenible. Colonizar las instituciones del Estado poniendo personas afines para que trabajen en el apuntalamiento del Gobierno que les ha nombrado no tiene un pase. Si pueden seguir haciéndolo es porque al resto de fuerzas políticas que les apoyan no les importa lo más mínimo el futuro de España. Les importa únicamente el suyo. Y saben que si Sánchez pacta algo con el PP se les cae el chiringuito a todos. Por eso no habrá ningún pacto. Desengáñense.