Criteria, La Caixa, Sabadell… Por qué vuelven las grandes a Cataluña y las pymes se siguen fugando

Los mismos que afirmaban, contundentemente, que la fuga de empresas no tenía ninguna importancia porque las operaciones y el personal se mantenían Barcelona ahora celebran cual victoria en la Champions el regreso a Cataluña de la Fundación La Caixa y de Criteria.  

Los mismos que criticaban el decreto Rajoy para simplificar el cambio de sede olvidan, ahora, que es esa misma herramienta legal es la que permite volver por el mismo método expresé que facilitó la huida.  

Fundación La Caixa, cuya sede estaba en Baleares, es el tenedor de las acciones no cotizadas de Caixa Bank excepto el 18% que está en manos del Estado, o sea del gobierno Sánchez. Es evidente que con un 18% de acciones, el FROB tiene capacidad de influir sobre el conglomerado La Caixa y también es una obviedad que a los directivos de CaixaBank no les gusto nada que Junts mantuviera el recargo sobre la banca para castigarlos por su salida de Cataluña en 2017 así que desde finales del año pasado las conversaciones para normalizar la relación entre Junts, hoy de forma increíble un actor fundamental de la gobernación en España, y La Caixa se han multiplicado.  

Illa ha estado informado en todo momento de los acercamientos y el gobierno central ha influido todo lo que ha podido para que Fainé tomara esta decisión. Angel Simón, tal como hizo Oliu con el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha cuidado las formas con la presidenta del gobierno balear, Marga Prohens, garantizándole que La Caixa no dejará de lado a las Islas, que tan bien les han acogido durante siete años.  

Mientras las grandes empresas vuelven y desde el Govern y la patronal ya se anuncian nuevos regresos, quizás de las empresas más cercanas al entramado Criteria como Abertis, las pymes siguen marchándose de Cataluña. 2024 fue el peor año en saldo de fugas empresariales de Cataluña desde 2018. 

Las pequeñas empresas no tienen la capacidad de interlocución, ni de intercambio de favores con el gobierno que tienen las grandes empresas, ni Isidre Fainé, sin duda el hombre más decisivo en la historia reciente de Cataluña y al que esta comunidad y el país entero tanto debe. Las pymes solo pueden obedecer y cumplir con las leyes y la realidad catalana para ellas es poco favorable.  

Cataluña es la comunidad que más recauda por impuestos propios, en 2022 fueron más de 922 millones, casí el doble de la segunda comunidad que más ingresos genero por impuestos propios. Cataluña es la comunidad que más grava las rentas de hasta 45.000 euros anuales.  

Ahora con los de Puigdemont y Junqueras al mando de la política española, las otras 16 comunidades han dejado de ser el refugio que fueron

Las empresas de pequeño tamaño no vuelven a Cataluña porque dicha comunidad cuenta con 11 impuestos de su creación frente a los 0 de la Comunidad de Madrid. Además de la fiscalidad estas empresas tienen que hacer frente a una gran inseguridad jurídica en algunos campos clave de la economía como es la construcción. Las leyes de suelo, restrictivas del mercado, calificando a los propietarios de más de cinco inmuebles como grandes tenedores o la lentitud, de hasta 24 meses, en conceder una licencia de obras son una invitación a las empresas e inversores a buscar sede en territorios menos hostiles hacia su actividad.  

Paradójicamente lo que más puede facilitar la vuelta de las empresas es que las que huyeron a otros lugares de España en 2017 y 2018 no solo lo hicieron por motivos tributarios y burocráticos si no también buscando un refugio para escapar del sinsentido de la declaración unilateral de la independencia impulsada por ERC y Junts. Ahora con los de Puigdemont y Junqueras al mando de la política española, sentados en el consejo de administración de AENA, RTVE, el Banco de España y dictando la política económica de España, las otras 16 comunidades han dejado de ser el refugio que fueron, con lo cual es casi lo mismo tener la sede en Alcobendas, Valencia, Málaga o Barcelona.