Concierto catalán, quiebra del Estado español y mercados financieros

¿Cómo reaccionarán los mercados financieros de todo el mundo al ‘concierto’ catalán, a la quiebra fiscal del Estado español y a la desintegración de España?

El concierto catalán precipitará la descomposición de la democracia española y la desintegración de España. Lo que empezara con el procés de los separatistas golpistas catalanes, ha venido a transformarse en un proceso 2.0 que afecta a toda España. 

El procés 1.0 concluyó tras el mensaje de S.M. el Rey a los catalanes (“No estáis solos”, noche del 3 de octubre de 2017) y con la aplicación a la Generalitat de Catalunya del artículo 155 de la Constitución Española. Desde entonces, todo el pescado independentista está vendido. Las falaces pretensiones de los nacionalistas catalanes se han esfumado: la ’independencia’ ya no atrae.  

El proceso 2.0 es el precio del presidente Sánchez: demolición de la democracia y desintegración de España

No obstante, las presidencias de Pedro Sánchez han alterado la tendencia del separatismo a la irrelevancia. Efectivamente, para la moción de censura contra el presidente Mariano Rajoy, y para ser investido como presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez aunó el 1 de junio de 2018 a las minorías socialista, comunista, separatista catalana, nacionalista gallega y vasca, Bildu-etarra y otras en una mayoría que le diera el gobierno de España. Este ardid de la ‘mayoría de las minorías lo repitió Sánchez tras las elecciones de 2020 (dos elecciones generales) y de 2023.

El precio de este presidente de gobierno ha sido simplemente inaudito: indultos a los golpistas separatistas, despenalización de los delitos de sedición y desórdenes públicos, amnistía y ‘financiación singular’ o ‘concierto’ fiscal para Cataluña. Amén de tantísimos otros desafueros ‘menores’ ¿verdad? y para los cuales carecemos aquí de espacio y paciencia para mencionar. El precio del presidente Pedro Sánchez ha sido la descomposición del Estado de derecho, de la democracia española y de España. 

España ha pagado, está pagando y pagará un alto precio: 

– Primero, por permitir el procés 1.0 con el largo y profundo desafío de los separatistas catalanes y de una administración pública llamada Generalitat de Catalunya contra el Estado de derecho español y la democracia. 

– Segundo, por desarrollar el gravísimo proceso 2.0 debido a las investiduras como presidente del gobierno de España de Pedro Sánchez. 

Cupo catalán: quiebra del Estado español y descomposición de España

El procés 1.0 catalán fue, pues, relevado por el proceso 2.0 español. El procés 1.0 era contra España y su gobierno. El proceso 2.0 es del gobierno español contra la democracia y la integridad de España. Las consecuencias de las medidas adoptadas en virtud del proceso 2.0 son tremendas para la estabilidad política, la seguridad jurídica y la calidad de las instituciones democráticas, elementos clave para la competitividad del país y el bienestar de los ciudadanos. 

El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont. Foto: David Zorrakino / Europa Press
El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont. Foto: David Zorrakino / Europa Press

La última de las medidas adoptadas en este proceso 2.0, el concierto catalán, tiene, evidentemente, un origen político. Pero además tiene una vertiente económica, financiera, fisca, social práctica y duradera. De realizarse, el cupo llevaría al Estado español a la quiebra. Haría imposible la financiación de las Comunidades Autónomas y de la Administración general del Estado. En suma, el concierto catalán realmente rompe/romperá/rompería las cuadernas del Estado español, el sistema democrático y descentralizado español y la integridad misma de España. 

¿Cómo reaccionarán los mercados financieros al concierto catalán y a la quiebra de España?

Puede decirse en otros términos. Hasta aquí las medidas debidas al proceso 2.0 han sido gravísimas. Vaya, son las más increíbles para un Estado de derecho: corroyeron la justicia, la legalidad, los valores y los principios de la democracia española. Ahora bien, aún más allá de este precio político pagado por causa de los procesos 1.0 y 2.0, el concierto catalán, participando de todos los males anteriores, tiene/tendría/tendrá además efectos fulminantes en cuanto socava/socavaría/socavará el funcionamiento inmediato del Estado, la base material o de recursos del Estado de derecho democrático y social español. 

Por consiguiente, las consecuencias económicas del cupo catalán, medida política disparatada y debida al modo surrealista en el que Pedro Sánchez alcanzó y mantuvo la presidencia del gobierno de España, son/serán/serían desastrosas para España, para su integridad, para su democracia, para su funcionamiento, para su pueblo. 

En este punto, y ante la profunda gravedad del impacto económico de un concierto catalán, aparecen dos cuestiones: 

A. ¿Cómo reaccionarán los mercados financieros españoles, europeos y globales ante la quiebra del Estado español? Naturalmente, reaccionarán muy mal y muy fuertemente. No es nada habitual que quiebre un país europeo y encima grande. Por tanto, la prima de riesgo de los valores privados y públicos españoles estará por las nubes, la demanda de títulos y de deuda española por los suelos, el rating de las empresas residentes en España bajo mínimos, los capitales huyendo a raudales… Mientras llega este crack habrá habido antes incrementos sucesivos en los indicadores recién citados, que así descontarán el riesgo futuro. 

El cupo catalán abreviará el camino de España a ser un Estado fallido y un país desintegrado

De ahí, se desprende la segunda cuestión: el concierto catalán ¿llegará jamás a aplicarse? Si fuéramos creyentes en alguna teoría de la conspiración, con alivio diríamos que jamás se aplicará. Un cupo catalán se evitaría como fuese. Pero, por desgracia, la dinámica de Cataluña y de España en las últimas décadas nos dice que aquí no hay elite conspiradora, al menos no conspiradora para el bien. De modo, que debemos anticipar lo peor: la efectiva aplicación del concierto catalán, la quiebra fiscal del Estado español, el fin de la democracia española y la desintegración de España. 

Tras el procés 1.0, en el proceso 2.0 (indultos, despenalizaciones, amnistía…) el concierto catalán habrá hecho muchísimo para abreviar la ruta que lleva España a ser un Estado fallido y un país desintegrado. 

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un acto de precampaña en apoyo al actual alcalde de Sevilla y candidato a los próximos comicios municipales, Antonio Muñoz, celebrado en Sevilla, este sábado. EFE/ Jose Manuel Vidal
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE/ Jose Manuel Vidal

PS. Ante tamaño desaguisado, un rescate de ‘España’ por parte de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional no ocurrirá, puesto que ello sería el suicidio de toda la zona euro. En consecuencia, de esta quiebra y caída de España se derivará/derivaría el corralito financiero y la vuelta a la peseta, ¡qué digo!, la instauración a lo grande de 17+2 corralitos y de 17+2 pujoletes, pesetillas, pecetetes, pesitiñas, pesitás, pesetogoñiurkaisteguis… 

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