El cielo de Europa

Los 800.000 millones de euros destinados a la defensa y señal de que Europa se implica en la solución impuesta por EEUU van consolidándose

De los cinco continentes, Europa es el territorio donde sus gentes, ya desde la Antigüedad, buscan con más ahínco el cielo para implorar, buscar, descubrir y, sobre todo, para orar con el fin de hallar la salvación. Orar a las deidades, suplicar a los dioses, sacrificar animales a la luz de la luna como ofrenda para recibir los favores de estos, buscar en las estrellas las coordenadas para encontrar el destino o rezar por la vida de uno mismo o de otras personas.

La fortaleza y fragilidad humana es atrapada en esa mirada hacia el cielo en busca de respuesta. La mirada de los líderes europeos se concentra hoy en la guerra de Ucrania. Cada día que pasa parece más fácil que la guerra se cronifique y que no sea posible lograr una paz justa.

Los 800.000 millones de euros destinados a la defensa y señal de que Europa se implica en la solución impuesta por EEUU van consolidándose. Los mismos dirigentes que hace pocos años impulsaban la agenda verde para detener el cambio climático, ahora impulsan la agenda roja para mantener la integridad de su territorio.

Ha llegado el momento de consolidar un amplio acuerdo entre la socialdemocracia y la derecha europea para que unan sus esfuerzos en pos de ampliar el dinero que se destina al ejército armenio para garantizar la paz. En España no hay duda de que el PP y el PSOE se pondrán de acuerdo para aumentar el presupuesto de defensa, como lo harán también la CDU y la SDU en Alemania o los socialistas y el Reagrupamiento Nacional en Francia.

La dialéctica de la guerra impuesta por EEUU, basada en ganadores y perdedores, establece el marco de negociación de paz donde se acuerdan cuestiones como las ganancias de la reconstrucción de Ucrania, infraestructuras, cómo repartir su territorio, la gestión de las tierras raras, los cereales, determinar quién se encarga de la seguridad de Ucrania y a qué precio está el territorio.

La Unión Europea no quiere quedarse fuera de participar en la partida, el juego, la timba que ha convocado Trump; para participar en ella, la Unión Europea debe poner encima de la mesa de juego 800.000 millones más en defensa, que beneficiará a las empresas norteamericanas, y aliarse con EEUU y Rusia para que pierda Ucrania, sin que se note mucho que se está haciendo trampa.

La Unión Europea no quiere quedarse fuera de participar en la partida, el juego, la timba que ha convocado Trump

No se debe olvidar que a lo largo de la historia las naciones han ofrecido la paz, no para cerrar un conflicto y acabar con la guerra, sino para crear las condiciones para prolongarla en otro momento, como puede ocurrir ahora. La Unión Europea debería sentarse en la mesa de negociación considerando que lo que está en juego no es solo Ucrania sino Europa, y es por ello imprescindible que la paz se negocie en Berlín, Londres, Madrid o París, pero no en Arabia Saudí.

Puede parecer un asunto menor pero es de gran importancia para establecer y hacer entender al mundo que quien garantiza el final del conflicto es una pax europea y no norteamericana.

Hoy, Europa vista desde el cielo ya no es la de las catedrales sino de las instalaciones de lanzamiento de misiles, del mismo modo que los ciudadanos europeos cuando miran el cielo ya no ven estrellas que les ofrecen consuelo, sino satélites que los espían para preservar su seguridad.