¿Dónde vas, Cataluña?

Para acercarnos a comprender cuál es la razón por la que, aunque Salvador Illa haya ganado las elecciones catalanas, solo se habla de Carles Puigdemont, debemos plantearnos la misma pregunta que se hizo el escritor Italo Calvino: ¿De quién son los ojos que miran?

Si los ojos que miran y analizan la situación política son los de un analista externo a la realidad política catalana y española, dirá que ha ganado ampliamente las elecciones catalanas el partido socialista y que ha perdido el independentismo, al no lograr una mayoría política necesaria para imponer la doctrina de la obediencia catalana a los partidos del bloque independentista.

Por el contrario, si miramos los resultados desde la óptica independentista, la interpretación que se hace es que Puigdemont puede lograr articular una mayoría parlamentaria y que no ha acabado el pulso iniciado con el Estado español.

Resulta interesante observar que buena parte de los análisis políticos se centran en destacar las opciones que tiene Puigdemont y, en cambio, las dificultades que tiene Illa para lograr la Presidencia de la Generalitat de Cataluña.

Los ojos con los que se sigue mirando la política catalana tienen la propiedad de alterar la realidad que los rodea y los colores de aquello que miran.

Al interpretar cualquier resultado desde la concepción y percepción independentista, fracasa cualquier intento de realizar un análisis objetivo porque la prioridad establecida es evitar que la realidad se imponga a la estrategia independentista.

La gran fortaleza del independentismo no solo estriba en la cantidad de ciudadanos que apoyan su causa, sino haber convertido cualquier acontecimiento político, por nimio que sea, en expresión de la voluntad del pueblo catalán para emanciparse de la estética, la moral, la educación y la cultura española.

El filósofo Slavoj Zizek observaba que “una mirada suspicaz siempre encuentra lo que busca: las “pruebas” están por todas partes, incluso si la mitad de ellas son falsas”.

«Desde la óptica independentista, la interpretación que se hace es que Puigdemont puede lograr articular una mayoría parlamentaria

Para entender a dónde va Cataluña se debe señalar que la victoria de Illa, del PSC, no es coyuntural como la que consiguió Ciudadanos con Inés Arrimadas, sino estructural.

La victoria del PSC es el resultado de haber mantenido durante años una posición crítica con el independentismo, con Pere Navarro, Miguel Iceta y Salvador Illa como secretarios generales del PSC. Su triunfo es más social que político, más de fondo que oportunista.

La única cuestión que queda pendiente es ver cuánto tiempo pasará para que los resultados electorales se interpreten y analicen en relación a lo que ha ocurrido y no en base a la visión independentista.

El propietario de los ojos que miran e interpretan la realidad política catalana sigue siendo independentista; por esta razón, se considera a Puigdemont como el legítimo vencedor del bloque del independentismo en las elecciones catalanas, aunque las haya perdido.