El acuerdo de minerales: clave para negociar con Rusia la paz en Ucrania

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ofreció en septiembre a EE UU compartir parte de los minerales y Tierras Raras de su país.

Se ha pactado la creación de un fondo de inversión gestionado a partes iguales por Washington y Kiev. Ucrania depositaría en él el 50% de los ingresos derivados de su venta. Así se financiarían proyectos para garantizar la seguridad y prosperidad de Ucrania.

La reunión de la pasada semana entre Donald Trump y Zelenski en el Despacho Oval, que supuestamente serviría para cerrar dicho acuerdo, terminó siendo un fracaso. Pero es previsible que las posiciones se reconduzcan.

Esta misma semana el presidente de Estados Unidos ha contado haber recibido una carta de Zelenski en el que se decía dispuesto a negociar la paz con Rusia y firmar el acuerdo minero.

El pacto de los minerales y las Tierras Raras es clave para negociar la paz con Rusia en una posición más ventajosa, para Estados Unidos, la UE y Ucrania.

A Putin también le interesa negociar: el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos calcula que han muerto 172.000 soldados rusos y otros 611.000 han sido heridos. Está sacrificando muchísimos soldados en avances mínimos.

Putin no ha tocado un centímetro cuadrado de territorio de la OTAN. Si se alcanza un acuerdo habrá logrado su objetivo de controlar las ex repúblicas soviéticas mediante fieles dictadores o creando conflictos internos para que no puedan acceder a la UE y OTAN.

Minerales esenciales en el siglo XXI

Minerales como litio, grafito, germanio, titanio, uranio, zirconio, manganeso, cesio y tantalio son esenciales para la tecnología del siglo XXI.

Ucrania dispone de ellos y los medios con los que cuenta la UE o EE UU son imprescindibles para extraer, procesar y comercializar este amplio potencial.

El litio y el grafito son componentes de las baterías eléctricas de vehículos, portátiles, móviles y otros dispositivos electrónicos.

Ucrania cuenta con una de las mayores reservas de grafito del mundo, pero en 2020 sólo producía un 0,5% del total

El germanio se usa en fibra óptica e infrarrojos; el titanio en el sector aeroespacial y médico; y el uranio y zirconio en el sector energético y centrales nucleares.

El cesio se emplea en mecanismos cronológicos avanzados como los GPS, en la perforación petrolera y radioterapia para el cáncer.

El tantalio es fundamental para manufacturar materiales de alto rendimiento, como los empleados en turbinas, motores de aviación y componentes de cohetes.

Las 500.000 toneladas de litio de Ucrania constituyen el 3% de las reservas mundiales y una tercera parte de las europeas. Pero requieren cientos de millones para su explotación, y el 25% están localizados en territorio ocupado.

Ucrania cuenta con una de las mayores reservas de grafito del mundo, pero en 2020 sólo producía un 0,5% del total mundial. Está entre los diez mayores países en reservas probadas de titanio, con el 7%. Las de uranio son un 3%.

Los 228 millones de toneladas de manganeso sitúan a Ucrania en la primera plaza en Europa. Su ratio peso-resistencia es muy valorado. Permite destinarlo al sector aeronáutico (ruedas del Boeing 787, por ejemplo), automovilístico (ruedas del BMW i8), electrónico (fundas o carcasas de móviles de alta gama), y médico (como tornillos biodegradables para ortopedia).

Las multinacionales europeas deben participar en el acuerdo de minerales con Ucrania, así se demuestra a la opinión pública que respaldar al país genera también beneficios

Algunas de las diecisiete Tierras Raras destacadas son: el neodimio para imanes; el lantano para cámaras y electrodos de baterías; el cerio para convertidores catalíticos y pulido de vidrio; el praseodimio para motores de aeronaves; el samario para pequeños motores y auriculares.

Ucrania posee reservas de 22 de las 34 Tierras Raras consideradas críticas. Pero la Ministra de economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, ha reconocido que 350.000 millones en reservas están en territorio ocupado por Rusia.

En 2022 la consultoría SecDev concluyó que Rusia ha ocupado el 63% de las minas de carbón y la mitad de las de manganeso, cesio, tantalio y de Tierras Raras. Moscú amplia así su propia base de recursos e influye sobre las cadenas de producción globales.

Europa debe incluir en su propuesta a Washington la participación de sus multinacionales en el acuerdo de minerales. Así se demuestra a la opinión pública que respaldar a Ucrania genera beneficios.

Ayuda militar y guerra económica

Desde febrero de 2022, Estados Unidos ha suministrado 119.000 millones de dólares a Ucrania, siendo la ayuda militar de 66.156 millones; le siguen Alemania con 18.100 millones de ayuda total, Reino Unido con 15.400 millones y Japón con 11.700 millones.

Los aliados occidentales han congelado las reservas de Rusia, recortado drásticamente su comercio e inversiones y aplicado duras sanciones. Pero Vladimir Putin ha sabido reorientar los intercambios rusos, como ya se intuía el pasado año y se publicó en este mismo diario.

Entre febrero de 2022 y enero de este año, Rusia ha exportado 879.100 millones en petróleo crudo, derivados de petróleo, gas natural, gas natural licuado y carbón.

La coalición occidental no ha sido capaz de suministrar el armamento que necesita Ucrania

Dicha cifra es más de cuatro veces superior a la estimación del Pentágono del gasto de Rusia en la guerra (211.000 millones) y 2,3 veces mayor que toda la asistencia de la coalición occidental a Ucrania, que asciende a 380.000 millones.

La coalición occidental no ha sabido penalizar a las economías emergentes ni suministrado los cientos de tanques, cazas, bombarderos y defensas antiaéreas que necesita Ucrania.

En 2014 se estableció que en 2024 todos los países de la OTAN gastaran por lo menos un 2% de su PIB en defensa. En 2023 sólo Polonia (4,12%), Estonia (3,43%), EE UU (3,38%), Letonia (3,15%) y Grecia (3,1%) han cumplido.

Ocho países siguen incumpliendo el objetivo del 2%. En cifras absolutas, la inversión en defensa de EE UU este año (849.000 millones) y ayuda militar total a Ucrania (66.156 millones) son muy superiores a las de todos sus socios.

El actual puzzle político de la UE dificulta la toma de decisiones conjuntas sobre la ayuda militar a Ucrania.

En Alemania, la coalición futura entre CDU y SPD, incluso con el apoyo de Los Verdes, no alcanzará la mayoría de dos tercios en ambas cámaras que exige su constitución para elevar el techo de endeudamiento público. La extrema derecha AfD y la extrema izquierda Die Linke se oponen tajantemente a socorrer a Ucrania.

Emmanuel Macron no goza de una mayoría en la Asamblea Nacional y tanto la extrema derecha como extrema izquierda también son hostiles a secundar a Kiev.

Hungría sigue rechazando entregas militares a Ucrania; Austria, Irlanda, Chipre y Suiza sólo aportan ayuda humanitaria

La UE puede proporcionar otra garantía de seguridad mediante los 27.000 efectivos de sus dieciocho grupos de combate y múltiples unidades militares intergubernamentales de sus miembros.

Pero Europa debe apresurarse. Trump y sus hábiles ministros de Exteriores Marco Rubio y de Energía Chris Wright se mueven rápido.