Desayunar con tenedor, otra idea para la conciliaciĆ³n
El restaurante Sergi de MeiĆ intenta captar a un nuevo pĆŗblico con su propuesta gastronĆ³mica de primera hora de la maƱana
Desayunar. Sin empezar por el café. Sin dulces. Más tarde de lo habitual. En una mesa grande de madera compartida y con cuchara y tenedor. Ā«Lo tradicional, como hacían nuestros abuelosĀ», señala el chef Sergi de Meià.
Una propuesta gastronómica que tradicionalmente triunfa entre gente mayor a la que el restaurador intenta dar una vuelta de tuerca y atraer a unos comensales más jóvenes.
Jornada laboral intensiva
El plato y su contenido es el mismo, pero también intenta convencer a un público con un perfil más profesional, que reivindica un horario intensivo (el debate sobre la conciliación está a la orden del día) y que puede hacer una pausa de media hora o 45 minutos para sentarse en un espacio que emula las fondas tradicionales con el toque de modernidad ecológica que se respira en el resto del local.
El equipo de cocina del restaurante Sergi de Meià
Meià señala que ya tiene algunos clientes con este perfil. Directivos intermedios o profesionales liberales de unos 35 años que inician su jornada laboral a las ocho de la mañana. El primer café del día se lo han tomado en casa, paran a las 10 para comer uno o dos platos de tenedor y regresan a la oficina, donde continúan con su trabajo hasta primera hora de la tarde sin parar. El desayuno de tenedor es la base, ya que el horario sólo les permite tomar un bocado ante el ordenador. Ā«Incluso tienen energía para hacer deporte despuésĀ».
Adelaida Castells, la cocinera
El chef barcelonés deja que su madre, Adelaida Castells, sea quien se encargue de las propuestas que se sirven entre las 9.30 de la mañana y el mediodía. La carta incluye escudella, callos, pies de cerdo, bocadillos de perdiz a la vinagreta o botifarra negra con pan con tomate. Los mismos platos que cocinaba durante los años 80, cuando se ocupaba de los fogones del restaurante familiar de Esplugues del Llobregat (Barcelona) al que tuvieron que bajar la persiana.
Ella asegura que su hijo le ha ayudado a Ā«refinarĀ» su forma de cocinar. Meià reivindica que poco se debe corregir a alguien con la experiencia que acumula su madre en la parte más tradicional (¿y olvidada?) de la cocina actual: cómo hacer un buen sofrito, una buena base o un buen guiso.
Comer en casa de la abuela por 15 euros
El resultado que ambos buscan es que los comensales recuerden cómo era ir a comer a casa de la abuela, con el toque contundente que caracteriza la cocina del chef. Quizá un poco pesado si se está en ayunas y es la primera comida del día, especialmente por la poca costumbre que existe al enfrentarse a este tipo de platos, pero perfecto si se quiere avanzar la comida. Las raciones no son excesivas y en la preparación se notan los años de experiencia.
Adelaida entra cada día a las 6.30 a la cocina del restaurante de la calle Aribau de Barcelona para empezar a cocinar. Explica que tiene más trabajo entre semana que los sábados, donde en la capital catalana triunfa el brunch, una propuesta que coincide en horarios pero está en las antípodas en contenido.
El precio medio del desayuno de tenedor en el restaurante Sergi de Meià es de 15 euros.