González Laxe: «Galicia está plagada de polígonos que son parkings empresariales»

En tiempos de polarización política y severas dificultades para alcanzar consensos, el Eixo Atlántico ha presentado un estudio que pone en valor la planificación y las políticas a largo plazo para abordar las retos que afrontan las ciudades gallegas y del norte de Portugal. Bajo el título Las ciudades ante los nuevos desafíos: apuntes para una reflexión, el informe defiende la necesidad de que las urbes ejerzan un liderazgo «visionario», que sean capaces de dibujar «horizontes de futuro» para traer población, capital y talento.

Con esas palabras lo explicó Fernando González Laxe, Catedrático de Economía Aplicada y expresidente de la Xunta, quien presentó este miércoles en Santiago las líneas maestras del informe en el que comparte autoría con el profesor de Economía de la Universidad Católica de Porto y exministro portugués, Arlindo Cunha. El primero con una trayectoria vinculada al centro izquierda y el segundo de la familia política del centro derecha para sintetizar un único texto. La propuesta del Eixo Atlántico va a contracorriente desde la misma autoría.

Un mundo urbano

«Vivimos en un mundo urbano, parece extraño recordarlo pero hasta hace poco la mayoría de la población estaba en el rural. Caminamos hacia un planeta cada vez más urbano, con concentración demográfica en ciertos lugares que se amplía a determinados corredores», explicó González Laxe, desgranando algunos datos sugerentes para enmarcar su análisis, como que más de la mitad de la población vivirá en una ciudad en 2050.

Las urbes se configuran como los espacios, no solo de ubicación de personas, sino como núcleos creativos, innovadores y aglutinadores de cuyo éxito dependerá la capacidad para retener y atraer el talento y el capital. Este es el reto que aborda el análisis de los dos académicos y que permite también diagnosticar la situación social y económica de las ciudades y del territorio de la Eurorregión. Es, por tanto, un ejercicio «objetivo» que permite traducirlo en «una herramienta de trabajo», según apuntó el presidente del Eixo Atlántico, Luís Nobre.

Competitividad fiscal

«La planificación de arriba hacia abajo no es buena«, defendió el expresidente de la Xunta, que abogó por darle protagonismo a los municipios, como institución más próxima a la ciudadanía y conocedora del territorio. «Galicia está plagada de polígonos industriales que, más que parques empresariales, son en realidad parkings empresariales. En cambio, en otros lugares donde hay creatividad, talento y capital, no hay espacio. Los propios municipios tienen que generar esa sociedad creativa y las condiciones para su financiación», afirmó en aparente alusión a los polígonos creados durante el Gobierno de Manuel Fraga que no sirvieron para atraer empresas.

Laxe señaló que en estas condiciones se da la posibilidad de ser competitivo fiscalmente, uno de los aspectos que aborda el estudio. «La propia existencia de una zona franca es un elemento que puede ser tanto territorial como sectorial. Si Galicia y el norte de Portugal tienen una ventaja comparativa en la industria agroalimentaria, forestal, minera, automovilística, pesquera, eólica, en los cultivos marinos, en la energía marina, en el naval… ¿por qué no utilizarla mejor?», defendió el catedrático.

Los grandes objetivos

El documento analiza las ciudades desde diversas dimensiones, como las personas, el bienestar, la economía, el medio ambiente, la movilidad o la gobernanza. De ese estudio surgen los grandes arquetipos de urbes y los principales retos que deben abordar. Respecto a los primeros, explicó Laxe, podemos encontrar ciudades sostenibles, con objetivos sociales, ambientales y culturales; ciudades inteligentes, vertebradas por la tecnología y el concepto smart city; ciudades creativas e innovadoras, centradas en la atracción y movilización de recursos creativos para diseñar estrategias de competitividad; ciudades inclusivas, que persiguen la igualdad; o ciudades resilientes, con capacidad para resistir, absorber y recuperarse de un shock externo.

El informe identifica seis grandes objetivos para las urbes, algunos de ellos coincidentes con los marcados por la UE a través del plan de recuperación vehiculizado por los Next Generation, pero yendo más allá. El estudio amplía tanto las directrices del llamado proceso de descarbonización como los propios programas de Gobierno o electorales con los que los partidos concurrieron a las municipales.

Estos objetivos son:

Las ciudades tienen que dar respuesta a la digitalización y evitar la brecha digital

Deben ser competitivas fiscalmente, algo que no se aborda en España desde el punto de vista local, aunque sí autonómico

Necesitan infraestructuras que garanticen la movilidad de los habitantes

Han de incorporar edificios y lugares inteligentes

Deben contar con una planificación estratégica que impulse una visión a largo plazo

Tienen que hacer valer el marketing territorial, venderse a ellas mimas. Las ciudades deben conseguir ser atractivas, seductoras, captadoras de talento y de capital.