El PSOE se rompe en Santiago: los ediles desobedecen y apoyan la ordenanza de pisos turísticos
Los seis ediles del Concello desafían a la dirección y votan a favor de la ordenanza de las viviendas de uso turístico. "Decidimos ser leales con la ciudad", justifican en el Pleno
El PSOE ha consumado un drama con motivo de la votación de una ordenanza que el propio secretario xeral de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, consideró escasamente relevante. Los seis ediles de los socialistas en el Concello de Santiago han contravenido las órdenes de la dirección y han apoyado la regulación sobre la comunicación de las viviendas de uso turístico, permitiendo que el texto salga adelante.
Durante la pasada semana, la dirección que lidera Aitor Bouza defendió a capa y espada la irrelevancia de la ordenanza y que el grupo municipal votaría abstención. Sin embargo, llegado el momento, los seis concejales del PSOE la apoyaron.
«Somos plenamente conscientes de las consecuencias y hoy decidimos ser leales y consecuentes. Leales con la ciudad» y con lo que defiende «el PSOE en España y en Galicia», ha dicho la concejala socialista Mercedes Rosón en una intervención en la que se ha mostrado visiblemente emocionada y en la que ha sostenido que optar por la abstención, como así exige la dirección local, tendría el «mismo resultado que votar en contra y sería, en esencia, «no apoyar un texto que, aún siendo un trámite administrativo, parte de una medida socialista».
Tras señalar que fue el gobierno socialista liderado por Xosé Sánchez Bugallo y del que formaba parte el que puso en marcha con «valentía» la actual regulación, ha dicho que la abstención sería caer en el «tacticismo político» simplemente por buscar una derrota del actual gobierno. «Caeríamos de inmediato en lo mismo que acusamos a la señora Sanmartín», ha dicho en referencia a la abstención del BNG en el pasado mandato.
Votamos una «medida socialista»
En esta línea, el portavoz municipal, Gonzalo Muíños, también emocionado, ha sostenido que la movilización generada les ha reafirmado su convicción de que no deben «ceder a presiones» y «poner siempre el interés de la ciudad por delante», «por encima de intereses particulares». «Hoy lo que votamos es una medida socialista, un trámite administrativo que completa una medida socialista», ha incidido para destacar la «unión» de los seis concejales socialistas en este asunto.
Este hecho supone un ruptura total entre la dirección de la formación en la ciudad, encabezada por el secretario xeral Aitor Bouza y la vicesecretaria Marta Álvarez Santullano, y el grupo municipal formado por los ediles Mercedes Rosón, Milagros Castro, Gumersindo Guinarte, Marta Abal, Gonzalo Muíños y Marta Álvarez. Además, escenifica la unión del grupo en un contexto histórico de división entre distintas sensibilidades.
Si bien la división interna existente en la agrupación municipal de Santiago viene de lejos, la fractura de este lunes abre un escenario inédito en el que queda por ver las medidas que adopta el Partido Socialista contra los integrantes de su grupo en la capital gallega tras el desacato de la línea política marcada. Así las cosas, los seis concejales díscolos –la totalidad del grupo municipal– se expone a medidas disciplinarias que pueden pasar por la sanción o incluso la expulsión.
Qué dice el reglamento interno
El reglamento interno del Partido Socialista marca que los grupos municipales dependerán de los órganos de dirección correspondientes y que todos sus integrantes deberán acatar las resoluciones, programas y acuerdos que en materia política les afecten.
Precisamente, este mismo lunes, en unas declaraciones remitidas a los medios, la vicesecretaria general del PSOE compostelano, Marta Álvarez Santullano, volvía a defender la postura marcada por el partido al sostener que las viviendas de uso turístico ya están restringidas y limitadas en Santiago de Compostela gracias a las medidas puestas en marcha por el gobierno socialista el pasado mandato sin el voto a favor ni del PP ni del BNG. «Lo que se debate en el pleno de esta tarde es, única y exclusivamente, un procedimiento de comunicación previa», señaló para asegurar que el PSOE quiere «ser coherente» con lo aprobado por su partido.