Un debate de todos contra Rueda, que tiene enfrente a un dúo dinámico: Pontón y Besteiro

La cita de la TVG sirvió para constatar la entente casi natural entre los candidatos nacionalista y socialista y para ver a un líder popular que pasó del perfil bajo al perfil propio según avanzaba la noche

Los candidatos a la presidencia de la Xunta, (i-d) por Podemos Isabel Faraldo, por el BNG Ana Pontón, por el PP Alfonso Rueda, por el PSdeG José Ramón Gómez Besteiro y por Sumar Marta Lois, antes del inicio del debate electoral organizado por la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG), este lunes en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira

Los candidatos a la presidencia de la Xunta, (i-d) por Podemos Isabel Faraldo, por el BNG Ana Pontón, por el PP Alfonso Rueda, por el PSdeG José Ramón Gómez Besteiro y por Sumar Marta Lois, antes del inicio del debate electoral organizado por la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG), este lunes en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira

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¿Se podrían entender en un Consello de la Xunta de los jueves Ana Pontón y Gómez Besteiro entre un papel por aquí y otro por allá? A decir de las exposiciones realizadas por ambos candidatos en el debate de este lunes, la nacionalista y el socialista lo harían a las mil maravillas. Ni un roce en la cita de la TVG. ¿Y si se tratase de un tripartito, como planteaba directamente Marta Lois en el arranque? Con un “que hable la señora de Sumar”, la líder del BNG dejó claro que la entente parece ya algo más complicada, aunque necesaria a priori para desalojar a Rueda de San Caetano, por lo que dice el CIS.

 “Más Galicia, más autogobierno”, clamó el socialista. También “más enchufada” a España y a Europa. “Como presidenta”, había advertido la de Sarria, “plantearé el rescate y la gratuidad de la AP-9”, una operación añorada durante años a la que también se sumó el candidato del PSdG sin mostrar agresividad en sus intervenciones y resuelto a la hora de improvisar.  

De menos a más

Sin embargo, la alta tensión que le falta a muchas empresas gallegas y sus proyectos (Altri, Stellantis…) sacudió el remozado estudio de la TVG según el debate finalizaba, cuando tocaba hablar de la cuestión territorial y el encaje de Galicia en España. “Muy bravos aquí y muy mansos en Madrid”, había advertido Rueda al comienzo, apuntando a su rival directa, la presidenciable nacionalista. Más Galicia y menos Cataluña. Esa era la consigna contra Rueda y, a decir por el resultado, fueron los problemas de Galicia, envueltos en una sopa de números al inicio, los que más minutos ocuparon en el debate electoral.

Todos llegaban a la cita con deberes autoimpuestos, a la vista de las tendencias que marcan las encuestas, más o menos cocinadas por barrio. Que no solo el CIS tiene sus cosas. Entre esas tareas, la del candidato Rueda, por ejemplo, minimizar cualquier error. No tenía por qué acertar. Le bastaba con no equivocarse, de objetivo y de charco. Como en la campaña. Y Ana Pontón, presidenciable desde hace meses, llegaba al debate con la seguridad que dan las encuestas, sí, pero también las sensaciones. Lo suyo irá de liderazgos: de Galicia o de la oposición. Pocos lo dudan. Y Goméz Besteiro, renacido para algunos, tenía por delante la titánica tarea de llevar la contraria a todos, también a las encuestas, a base de iniciativas y de demostrar que la palanca del Gobierno amigo en Madrid es rentable para Galicia.

Mucho que perder

Intervenir Alcoa o apoyar a los trabajadores, rescatar y garantizar la gratuidad de la AP-9 y crear una empresa energética de capital íntegramente público son las tres patas sobre las que parece descansar el proyecto económico de la izquierda, armónicamente expuesto por todos los candidatos. “La intervención depende del Ministerio; si decide hacerlo tendrá el apoyo de la Xunta”, resolvió Rueda. Apostemos por el “galleguismo útil”, insistió Gómez Besteiro para repasar lo mucho que queda por hacer en tantos frentes.

Rueda era el blanco. Lo cierto es que al popular le atribuyeron catorce años de gestión, entre críticas casi concertadas, cuando no lleva de presidente de la Xunta dos años, todo hay que decirlo. Rueda se debatió entre el perfil bajo de arranque, nervioso por momentos, y el perfil propio del tramo final. Él es quien más tiene que perder en esta aventura. Y el debate de la TVG lo dejó meridianamente claro este martes.

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