Rueda se desmarca de las protestas en Ferraz, pero pide «misma contundencia cuando sean de un lado o de otro»
El presidente de la Xunta asegura que no le "gustó" la protesta ante la sede del PSOE en Ferraz y ha reivindicado a Galicia como una "isla de tranquilidad" ante la "crispación" y la "división" en el conjunto del país
El presidente de la Xunta mueve ficha ante las protestas en Ferraz. El líder del PP gallego, Alfonso Rueda, ha manifestado este martes que no le «gustó» la protesta de Ferraz en la que fue apaleado un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero ha advertido que los socialistas deberían pedir y mostrar «la misma contundencia» en las condenas cuando los afectados son «otros» como el PP.
«No me gustó, desde luego. Son imágenes que no deberían producirse en ningún caso», ha admitido Rueda, en una entrevista con Radio Nacional de España (RNE). En ella ha apelado a la «tranquilidad, a la moderación y a la no crispación». «Pero por todas partes», ha recalcado, crítico con «cuando se oye a Sánchez hablar de levantar muros entre españoles«. «Eso», ha advertido, «es la equivalencia a la crispación, a la división y a todas esas cosas que no deberían pasar».
«Por tanto, no me gustaron esas imágenes y lo que pido, además, es la misma contundencia, cuando se produzcan de un lado o de otro. Yo, contundentemente, digo que eso no está bien, esas actitudes no deben producirse», ha recalcado, para insistir en que, en todo caso, cuando se dan y «aunque sea en menor intensidad o con menor repercusión» o afectan a los populares deberían ser condenadas «con la misma contundencia».
Preguntado acerca de si le parece que lo sucedido en Ferraz es un posible delito de incitación al odio, ha replicado que no le corresponde a él determinar cuál es la «tipificación legal» de lo sucedido «si es que la tiene», y ha reiterado que «son actitudes» que no le «gustan» ni «deberían producirse».
Rueda pone deberes al PSOE
Sin embargo, Alfonso Rueda ha lamentado que los socialistas «intenten», ante este tipo de casos, «trasladar la imagen» de que el PP «tolera o no es lo suficientemente contundente» en su crítica a estas situaciones. Enfrente, ha subrayado que él considera y entiende que «la inmensa mayoría de los españoles» lo ven de forma similar, que el PP «está absolutamente en contra de este tipo de actitudes».
«Me hace mucha gracia la insistencia de que seamos contundentes cuando ellos no lo son en absoluto en otros casos y creo que hay ejemplos de sobra», ha recalcado el líder popular, quien ha insistido en la importancia de lanzar un mensaje de «tranquilidad, moderación y ‘sentidiño'», en la línea de lo que reivindica, ha subrayado, el «modelo gallego».
Y en este sentido, ha reiterado que él «nunca» ha escuchado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, «hablar de la necesidad de levantar muros entre españoles diferenciados por ideologías, unos a un lado y otros, a otro». «Y creo, sinceramente, que este tipo de manifestaciones en nada ayudan a una convivencia pacífica», ha esgrimido, para agregar: «esto no lleva a ninguna parte, lo que lleva es al extremismo».
Dicho esto, ha reiterado que por eso él apela al modelo gallego, a la «isla de estabilidad» que es Galicia, aunque sea «un concepto que a la oposición le fastidia mucho». «Pero porque probablemente saben que es verdad y que los ciudadanos lo perciben así», ha subrayado y ha defendido que, bajo su punto de vista, la política está «para solucionar problemas, no para crispar todo el día o crearlos artificialmente».
Por parte de los populares, ha subrayado que se han convocado manifestaciones «multitudinarias» -ha convocado con las protestas contra la amnistía- que han sido «pacíficas» y que «nada» tuvieron que ver, en cuanto a tono, con lo sucedido en Ferraz.