Rueda afronta la cumbre con Sánchez dispuesto a «escuchar» sobre financiación pero «sin negociar» acuerdos
El presidente de la Xunta señala que si Pedro Sánchez quiere hablar de financiación autonómica, él tendrá que "escucharle" pero incide en que le aclarará que no es el foro adecuado para "avanzar en la negociación ni para llegar a acuerdos"
“Dispuesto” a dialogar sobre financiación autonómica pero sin “negociar” o “cerrar” acuerdos. Así asume el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, su próximo encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está previsto que se celebre este viernes.
Así lo ha transmitido en la comparecencia posterior a la reunión semanal de su Ejecutivo, en la que, a preguntas de los periodistas sobre si está cerrada de forma definitiva la fecha del viernes (aplazó su viaje a Brasil para poder acudir), ha manifestado que para él sería «una sorpresa mayúscula» que, tras contactos entre gabinetes desde el pasado viernes, el encuentro no se produjese. En todo caso, ha concedido que la última palabra es de los convocantes.
Al tiempo, tras semanas quejándose de que Sánchez haya recibido antes a mandatarios investidos después que él (el lehendakari, Imanol Pradales, y el presidente catalán, Salvador Illa), ha insistido en que espera que, en esta ronda, se cumpla el orden estatutario en los encuentros con el jefe del Ejecutivo central, lo que le sitúa al representante de Galicia en tercer lugar, tras Euskadi y Cataluña. «Las formas en política son importantes», ha remarcado.
Más allá, preguntado acerca de si siente más próximo a la postura del presidente andaluz, el popular Juanma Moreno, dispuesto a dialogar sobre financiación o a la negativa más tajante de la madrileña Isabel Díaz Ayuso, ha dado a entender que asume que Sánchez planteará ese tema, según ha trasladado, antes de incidir en espera que también que abordar otros de interés para Galicia que sí exigen «bilateralidad».
Rueda ha esgrimido que «cada uno» será responsable de sus decisiones y ha garantizado que él «mantiene» su palabra: si el presidente estatal quiere hablar de financiación autonómica, él tendrá que «escucharle» pero se ha reafirmado en que también le aclarará que no es el foro adecuado para «avanzar en la negociación ni para llegar a acuerdos».
En esta línea, ha argumentado que no tendría «ningún sentido» entrar a negociar una cantidad «sin saber el global» y lo que va a corresponder a cada uno, toda vez que «las cifras cuando se habla de una distribución hay que ponerlas en relación con lo que se va a distribuir a los demás».
«Ya sé que esto impide o dificulta mucho llegar a acuerdos bilaterales, como el que se llegó con Cataluña, pero la única manera de hacerlo es sentarnos todos con las cartas boca arriba. Creo que esto lo entiende todo el mundo», ha reflexionado, antes de reiterar que «Galicia no está para correr riesgos» como el que supondría
«A otros sí que quiero que lleguemos», ha contrapuesto, antes de recalcar que él pretende ir a Madrid este viernes con «buena fe» y la intención de aprovechar la oportunidad para tratar de desatascar cuestiones ligadas con infraestructuras o proyectos industriales. Y también con el foco en la transferencia de la AP-9.
Un concierto que «no beneficia a Galicia»
Entre tanto, preguntado sobre el debate en la época de de Gerardo Fernández Albor sobre un concierto económico, ha replicado que, sin conocer la coyuntura con exactitud de la propuesta, «las circunstancias eran muy diferentes».
«Eso que se está diciendo de que saldríamos ganando con un sistema de concierto y que estamos en la misma situación que otras comunidades aportantes no es cierto. Es muy fácil decirlo cuando no se gobierna, ni se tienen muchas posibilidades de gobernar», ha advertido, antes de insistir en que Galicia necesita de la «solidaridad interterritorial».
Defender esta postura, ha añadido, «sí que es ser autónomo». De hecho, ha garantizado que si el PP reivindicase en el ámbito estatal «lo contrario», él no modificaría su planteamiento y defendería lo que dice «exactamente ahora».