Rueda escapa de la sombra de Feijóo en otro debate marcado por la tensión electoral
El presidente de la Xunta reivindica su autonomía frente a Feijóo y Ayuso, pero centra sus reproches a PSOE y BNG en la política estatal, por los supuestos incumplimientos de Sánchez con Galicia y las alianzas de los nacionalistas con Bildu
La tensión electoral invade el Parlamento gallego. Los partidos esperan a que Alfonso Rueda apriete el botón de las autonómicas, que casi todas las formaciones, incluido el PP, esperan para el próximo marzo. Cuando el último Debate sobre el Estado de la Autonomía se convirtió ya en una rampa de despegue hacia la cita con las urnas, la sesión de control previa al parón navideño ha sido casi una prórroga de aquel debate. El presidente de la Xunta intentó contener los ánimos electoralistas, aseverando que van a «seguir gobernando» y que «Galicia no va a parar», pero lo hace después de organizar una gira por la comunidad para darse a conocer antes de las elecciones y de multiplicar su presencia en la TVG. «Solo le falta aparecer en el Luar«, llegó a reprocharle Ana Pontón.
La oposición acusó al dirigente gallego de estar tutelado por Alberto Núñez Feijóo desde Génova, incluso por Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, hasta el punto de que Rueda, eterno número dos del actual líder del PP, tuvo que reivindicarse. «Quién convoco soy yo», dijo.
Bonificación del transporte
También ha realizado anuncios para remarcar que su proclama de «seguir gobernando» no son solo palabras: la Xunta está dispuesta a asumir en solitario la bonificación del transporte público autonómico con independencia de lo que haga el Gobierno (hasta el 50%) y, en su reunión semanal de este jueves, el Ejecutivo autonómico dará luz verde a la ley que prepara para aprovechar los beneficios de los recursos naturales, a fin de propiciar que reviertan en Galicia.
Pero a Rueda, que protagonizó un lapsus cuando en una de sus intervenciones aludió con contundencia a que esta era «la última» sesión –«al menos de este periodo», matizó de inmediato–, no le han servido sus esfuerzos para convencer a PSOE y BNG, que dan por zanjado el mandato y han convertido sus preguntas en un balance. Álvarez y Pontón no han escatimado en críticas al PP, al que acusan de dejar «una Galicia peor» que cuando Feijóo, a quien Rueda sucedió hace año y medio, entró en San Caetano en el año 2009 tras un mandato de la coalición de nacionalistas y socialistas encabezada por Emilio Pérez Touriño.
«Nos vemos en las urnas. No es una amenaza. Es una premonición, más pronto que tarde«, se ha despedido Álvarez. Mientras, Pontón se ha mostrado convencida de que Galicia quiere «abrir una nueva etapa». «Lo veremos cuando convoque», ha dicho la nacionalista.
Pontón, la «ofendidita»
La candidata del BNG ha acusado a Rueda de «no» gobernar para los gallegos, sino «para las grandes eléctricas, la banca y los amigos del PP». Pontón ha reprobado que los populares dejen una Galicia «peor» tras tener a su disposición «más de 170.000 millones de euros», y también ha vuelto a afear al presidente el uso que, a su modo de ver, hace de los medios públicos gallegos. «Solo le falta aparecer en el Luar», ha resaltado.
Rueda la ha acusado de emplear «la técnica» de cada sesión, que ha resumido en «tergiversar» datos, «descalificarle», «hacerse la ofendidita» y luego «sacar dos o tres propuestas utópicas» para redes sociales y buscar su corte «en el Telexornal que tanto denosta». «Me tengo que reír porque si me los tomo en serio tengo que llorar«, ha subrayado, y ha contrapuesto que sí se toma «muy en serio» a quienes no llegan a fin de mes.
«Entre las que no está usted», ha agregado, al tiempo que ha acusado al BNG de «ir de ganchete» con Bildu a citas electorales y de querer que Galicia se parezca a Cataluña. «Lo ha dicho muchas veces, y yo lo último que quiero es una Galicia débil y dividida. Sigan haciendo lo de siempre y les irá como siempre», ha avisado el popular.
Pontón, visiblemente molesta por la afirmación de Rueda de que «se hace la ofendidita», ha exigido «respeto» al dirigente popular, a quien ha recordado: «Todos los que estamos aquí hemos sido elegidos por los gallegos. Gallegos que piensan diferente». Por su parte, ha dicho que nunca afirmará que va a solucionar «en cinco minutos» el «desastre que deja el PP», pero sí ha dado por hecho que lo haría mejor con los recursos que ha manejado el PPdeG. En cuanto convoque, ha advertido que los gallegos tienen dos opciones: que Rueda siga como presidente o tener «por primera vez» a una presidenta «con las manos libres», y ha dado por hecho que elegirán la segunda porque Galicia quiere abrir «una nueva etapa».
Contra los anuncios de Besteiro
La sesión de control la arrancó el socialista Luis Álvarez, quien tras constatar el clima preelectoral que se respira, ha acusado a Rueda de «malgestionar recursos» y de no dejar «ni un buen indicador». Como ejemplo ha citado la emigración juvenil, la tasa de empleo en este colectivo, la subida del alquiler, o la situación de la sanidad, con diversos problemas que ha ligado a los «recortes». «Nos deja una Galicia más empobrecida», ha censurado.
Rueda ha replicado que la oposición lleva «año y medio» en clave electoral y, al tiempo que ha defendido su gestión –situando como máxima la aprobación de los presupuestos de 2024 que permitirán que Galicia «no pare»–, ha recurrido a sus habituales críticas al Gobierno. Así, ha echado en cara a los socialistas que, mientras le acusan a él de «desastre», no ponen el foco en los incumplimientos estatales.
«Ahora va a venir el hombre anuncio (en referencia a las últimas apariciones públicas del candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, quien en la pasada jornada avanzó que el viaducto de la A-6 sentido Madrid se abrirá el 30 de diciembre) y nos dirá que lo que no estaba hecho lo van a hacer de forma rápida y eficaz», ha ironizado el dirigente popular.