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Altri, Sentury, los Next Generation… Rueda asume los grandes proyectos industriales con una oficina económica en Presidencia
El presidente de la Xunta creará un equipo bajo su mando para coordinar los proyectos industriales estratégicos, que representan más de 1.800 millones de inversión, y agilizar los fondos europeos, de los que depende que la fábrica de Altri se materialice
Pasó la investidura de Alfonso Rueda sin que el dirigente autonómico aclarara cuál será la estructura del nuevo Gobierno de la Xunta. Sin embargo, de la refriega dialéctica con Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro sí que brotó un nuevo anuncio, que se sumó al de la creación de una dirección xeral de Asuntos Constitucionais del pasado miércoles. Rueda avanzó que creará una oficina económica dependiente de Presidencia.
Este nuevo instrumento tiene una especial relevancia ya que implica conformar un equipo que, bajo el mando del presidente de la Xunta, se encargue de supervisar y coordinar los proyectos industriales estratégicos, así como de «agilizar» la asignación de los fondos europeos Next Generation. En la práctica, Rueda asume la responsabilidad de tutelar las grandes inversiones industriales de los próximos años.
Las iniciativas que han sido declaradas estratégicas por la Xunta son, hasta la fecha, siete y conllevan una inversión de más de 1.800 millones de salir todas adelante. Son, además, proyectos clave en la transformación económica derivada del proceso de descarbonización. Entre ellos están la fábrica de Altri en Palas de Rei; la de Ence en As Pontes; las plantas de hidrógeno de As Pontes y Meirama promovidas por Reganosa, EDP, Naturgy y Repsol; el centro de metanol verde de Forestal del Atlántico, filial de Gadisa; la factoría de neumáticos de la china Sentury Tire; y la planta de envasado de Stolt Sea Farm en Rianxo.
No todas estas iniciativas aspiran a captar fondos europeos, pero hay casos como el de Altri en que la obtención de ayudas es imprescindible para que la fábrica de fibras textiles se materialice. Precisamente, la pastera lusa y la preocupación que genera su factoría por los posibles daños medioambientales que provocaría su puesta en marcha ocuparon un papel central en el debate, con Rueda reprochando a BNG y PSOE haber cambiado de postura sobre el proyecto y la oposición acusándolo de ocultar la verdadera naturaleza de la factoría.
La asunción por parte del presidente de la Xunta de la coordinación de los grandes proyectos industriales y los fondos europeos llega después de la vicepresidencia económica con amplias competencias que ocupó Francisco Conde y que quedó desmantelada con la salida de Feijóo y del propio conselleiro hacia Madrid. La oficina económica se sitúa además como complemento a Impulsa Galicia, la sociedad público-privada que promovió la propia Xunta para la gestión de los proyectos tractores, entre los que están también los de Altri o la planta de hidrógeno de Reganosa y EDP.
Tres herramientas de industrialización
Rueda anunció la creación de esta oficina económica al hilo del debate sobre Altri, cuando prometió de nuevo que ningún proyecto saldrá adelante si no cumple con los criterios técnicos y medioambientales exigidos. La Xunta mirará todo «con lupa», pero no permitirá que Galicia pierda «ninguna oportunidad», dijo. Precisamente, la nueva oficina económica servirá para «coordinar todos los proyectos estratégicos, mirarlos en tiempo real y con lupa, de forma absolutamente coordinada y para que no se pierda una sola oportunidad», insistió. A juicio del dirigente autonómico, esta es la manera para que Galicia «siga avanzando». «Es lo que nos pide la gente y para eso nos colocaron aquí», zanjó.
Hay otros dos instrumentos que se antojan claves en la política industrial del nuevo Ejecutivo. Por un lado, la ya constituida utility Recursos de Galicia, cuyas primeras inversiones se conocerán, presumiblemente, en el arranque de la legislatura. Por otro, el anunciado fondo público-privado dotado con 300 millones para captar inversores y financiar iniciativas industriales relevantes. Estas tres piezas, dos de colaboración público-privada y una de coordinación, están llamadas a promover los principales proyectos industriales de los próximos años.
Ofertas de pacto entre el cruce de reproches
El debate de investidura no auguró demasiada concordia entre los grupos, a pesar de que todos presentaron ofrecimientos de pactos. Rueda propuso uno sobre industria y energía; Ana Pontón ofreció acuerdos en sanidad, vivienda, energía y calidad democrática; y José Ramón Gómez Besteiro lanzó cinco pactos sobre vivienda, economía, sanidad, lengua gallega y financiación local. Nada hizo pensar en el debate que alguno de estos ofrecimientos pudiera llegar a buen puerto.
Como estaba previsto, Rueda fue elegido presidente con los 40 votos de los diputados del PP, abriendo una nueva etapa tras los 13 años de Feijóo en San Caetano y su periodo como sustituto sin el aval de las urnas que consiguió el pasado febrero. Los 25 parlamentarios del BNG y los nueve del PSdeG han dicho ‘no’, mientras que Armando Ojea, el representante de Democracia Ourensana, ha optado por abstenerse.