La autovía entre Lugo y Santiago, que unirá las ciudades en 50 minutos, entrará en servicio este año
El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció que el último tramo, los 16 kilómetros entre Arzúa y Melide, se dividirán en dos para poder abrir una parte durante el verano
El ministro de Transportes, Óscar Puentes, ha presidido este lunes la puesta en servicio del penúltimo tramo de la A-54, entre Palas de Rei y Melide. En ese acto ha confirmado que toda la autovía entre Lugo y Santiago, “eje fundamental para la vertebración de la Galicia interior”, estará en servicio este año 2025, con lo que ambas ciudades se conectarán en 50 minutos
El itinerario actual entre Lugo y Santiago, a través de la A-6 y la AP-9 o de la A-6 y la N-634, tiene una duración de hora y media.
Puente recordó que el Ministerio había invertido “más de 100 millones de euros” en construir un tramo de 11,7 kilómetros entre Palas de Rei y Melide. Según explican desde el ministerio, cuenta con unas 17 estructuras entre las que destaca el viaducto que salva el río Pambre, que se ha convertido en el más largo de la provincia de Lugo, con casi un kilómetro de longitud, y cuyo vano principal ostenta el récord nacional constructivo con autocimbra de 87 metros.
Arzúa-Melide
“Con esta apertura y la del último tramo hasta Arzúa, algo que confiamos que pueda tener lugar este mismo año, este Gobierno habrá puesto en servicio la mitad de los 94 km de esta autovía, desde que en 2019 abrimos el tramo Lavacolla-Arzúa”, indicó el ministro socialista. El tramo pendiente de 16 kilómetros que unirá Arzúa y Melide se dividirá en dos subtramos, para poder abrir una parte en verano.
Además, los alcaldes de Melide y Palas, José Manuel Pérez y Pablo Taboada, así como el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, han explicado que el ministro les ha trasladado que la intención es abrir un subtramo entre Melide y Santiso (salida en Visantoña) en verano, de unos seis kilómetros. Tras ello, solo quedarían 10 kilómetros por estar operativos a final de año.